Fátima Aguirre, licenciada en Bioquímica y experta en Nutrición Clínica y Salud Nutricional, es la fundadora del proyecto Familia Sana Organizada. Una aventura gastronómica que inició de una forma casi orgánica para mejorar los hábitos de su propia familia y que ha terminado por ayudar a los más de 100 mil seguidores que siguen sus consejos sobre nutrición en las redes sociales.

En su web cuenta que cuando se independizó “no sabía ni freír un huevo” y, ahora, comparte sus listas de la compra, recetas fáciles y rápidas para todos los públicos, organiza menús semanales para que las familias puedan cocinar saludable, e incluso ha escrito un libro en el que explica cómo logró organizarse siendo madre de cuatro hijos.

Desde MagasIN, hemos podido hablar con ella para que nos cuente un poco más sobre su proyecto y nos dé las claves para conseguir una familia sana y organizada como la suya.

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Fátima Aguirre en la cocina.

¿Cómo nació el proyecto de Familia Sana Organizada? ¿Fue el mundo de la nutrición siempre su pasión?

¡Para nada! De hecho, el proyecto nació precisamente por la falta de interés y conocimiento, tanto del mundo de la nutrición como de la cocina y la vida saludable. Hace como unos 5 años, yo llevaba una vida bastante poco sana, decidí dejar de fumar y eso hizo que engordara 15 kilos. Así que por fin me puse en manos de una nutricionista, con la mala (o buena) suerte de dar con una que tenía un concepto de dieta que dejaba bastante que desear.

Al quinto día comiendo pollo a la plancha con ensalada, y a punto de dejarlo por puro aburrimiento, decidí investigar un poco acerca de cómo cocinar verduras de distintas formas. Empecé a apasionarme tanto por el tema que decidí ampliar mi formación (Bioquímica) y aprender acerca de Nutrición. Y así empezó este proyecto, con la idea de ayudar a más gente a ver que comer sano no tiene que ser aburrido, ni está reñido con la falta de tiempo.

Como nutricionista experta, ¿qué considera una alimentación equilibrada?

Para mi una alimentación equilibrada es aquella en la que en tu día a día priorizas el consumo de alimentos por encima del de productos, evitando el consumo de ultraprocesados y priorizando siempre el consumo de verduras. Una alimentación en la que la comida real, y en especial las verduras, son las protagonistas, acompañadas de proteínas e hidratos de calidad.

En tus redes y en tu web compartes menús semanales, listas de la compra, recetas… ¿Son la organización y la falta de tiempo realidades incompatibles?

Al revés… ¡La organización es la solución a la falta de tiempo! Yo diría que, hoy en día, el mayor obstáculo que tenemos para poder llevar una vida más saludable es la falta de tiempo. Y como no podemos sacarle más horas al día, se trata de optimizarlas. Cuando estamos organizados, el tiempo cunde mucho más.

Para los más principiantes, podría contarnos cuál es la clave para conseguir el menú perfecto, ¿cuáles son los trucos que nunca fallan?

Creo que no existe un menú perfecto…. El menú perfecto será el que hayas planeado de acuerdo a tus circunstancias y hayas sido capaz de llevar a cabo. No sirve de nada planear un menú si luego nuestra realidad o nuestro día a día no nos permite llevarlo a la práctica. Habrá un menú perfecto para cada persona y cada circunstancia.

Dicho esto, para mi, un menú perfecto es aquel que es lo más equilibrado posible (sin volvernos locos cuadrando a la perfección), que usa productos de temporada, compuesto por recetas sencillas y que nos ayuda a quitarnos una preocupación de encima, no a crearnos una nueva.

A veces, a los más pequeños no les gusta ciertos alimentos, con cuatro hijos, ¿le ha costado introducir de forma diaria el consumo de frutas y verduras en sus dietas?

Los niños aprenden por imitación, y lo que ven en casa es lo que es natural para ellos. Cuando son un poco más mayores, la evolución y el cambio hay que hacerlo despacio, de forma progresiva. No podemos pretender pasar de que coman todos los sábados unos macarrones con chorizo a que, desde el primer día, disfruten de un pisto con merluza. Pero si, poco a poco, vamos introduciendo pequeños cambios, resultará más fácil.

Yo siempre aconsejo que, cuando vamos a introducir, por ejemplo, una verdura o un sabor nuevo que no han probado nunca, no se lo presentemos como una parte principal de esa comida. Sino que sea una pequeñísima guarnición, que lo vean y lo prueben, y así, poco a poco, se van familiarizando con ese alimento y empiezan a reconocer su aspecto y su sabor. Tiene que ser progresivo y a su ritmo. 

Entre su contenido podemos encontrar postres y recetas dulces. Entonces, ¿tienen cabida los ‘caprichos’ en una dieta saludable?

¡Por supuesto! De hecho, en un estilo de vida saludable, también hay que cuidar la vida social y la salud mental, no soy partidaria de tener nada “prohibido”. Creo que solo genera más ganas y ansiedad, y en especial con los niños. Para mi, la importancia con el tema de los “caprichos” es la frecuencia con que se toman. Cuando son cosas puntuales, esporádicas, creo que hay que disfrutarlas. No deben formar parte de nuestro día a día porque entonces ya empiezan a afectar a nuestra salud.

Un informe publicado por Save the Children sitúa a España a la cabeza del ranking de obesidad infantil en Europa. ¿Por qué piensa que existe este problema en nuestro país?

Creo que se debe a dos cosas fundamentalmente: a la falta de tiempo y al coste de los productos. Es una realidad que, hoy en día, cada vez tenemos menos tiempo para dedicar a la cocina. En casa, lo habitual es que ambos padres trabajen a jornada completa y, cuando lleguen a casa cansados, tienen poco tiempo que, además, han de dedicar a limpiar la casa, poner lavadoras, planchar, ayudar con los deberes, etc…

Esto acaba irremediablemente en que las familias tengan que buscar alternativas más rápidas para organizar sus comidas. Y aquí es donde entra en juego el problema del coste de los productos. No ayuda nada que en una cadena de comida rápida puedas comerte una hamburguesa por menos de 3€, y que unas hortalizas, una docena de huevos o unas legumbres en conserva nos cuesten mucho más.

¿Cuál es el mejor consejo que podrías darle a una familia que, por falta de organización, no lleva una alimentación diaria adecuada?

Si te propones la organización como un objetivo, como una prioridad, y consigues dedicar un rato pequeño de cada semana a planificar las comidas, vas a descubrir todas las ventajas que tiene. Para mí, tener el menú semanal programado, aunque le haya dedicado media hora o una hora a organizarlo, resulta en un ahorro de tiempo enorme a lo largo de la semana. Además, es un ahorro de dinero increíble, puesto que se compra solo lo que se consume.



En mi libro Cocina Sana en un plis plas para toda la familia (Zenith, 2022), hay un montón de trucos para aprender a organizarse mejor, y de tips para que los niños también aprendan a comer mejor.