“Junior Female Leaders”: el futuro del liderazgo internacional se escribe en femenino

“Junior Female Leaders”: el futuro del liderazgo internacional se escribe en femenino

Protagonistas

'Junior Female Leaders': el futuro del liderazgo internacional se escribe en femenino

La fundadora de esta iniciativa, Alejandra Fernández, cuenta a MagasIN su labor y propósito por aumentar la participación de jóvenes mujeres en la gobernanza global. 

17 octubre, 2022 02:01

La participación y, sobre todo, el liderazgo femenino en la vida pública y en las altas esferas políticas es una tarea pendiente en términos de igualdad para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible antes de 2030. No obstante, la realidad y sus datos demuestran que la representación de las mujeres en todos los niveles de la toma de decisiones del mundo es insuficiente, y que la paridad de género es aún un objetivo lejano.

Junior Female Leaders (JFL) es una red que nació en noviembre de 2020 como respuesta a esta carencia sociopolítica y, ahora, es partner local del Parlamento Europeo. Por ella han pasado más de 200 chicas jóvenes con un alto potencial que buscaban su hueco en el panorama internacional.

Al igual que Sara Santocildes, es miembro actual del grupo de Asuntos Europeos y cuenta a MagasIN que formar parte de JFL es “un honor” para ella, porque le ha permitido “una oportunidad para desarrollarse a nivel profesional de la mano de mujeres inspiradoras que comparten tu misma afición”.

[Clara Arpa, presidenta del Pacto Mundial de Naciones Unidas: "Necesitamos un cambio de mentalidad"]

Alejandra Fernández, la fundadora de este grupo, inició su carrera internacional en el Parlamento Europeo como creadora de contenido europeísta de la mano de la asociación juvenil Equipo Europa, donde también fue seleccionada para trabajar con la Beca Schuman. Ahora, acepta nuestra entrevista con la ilusión de llegar a más jóvenes para que conozcan su iniciativa y se animen a ser internacionalistas, si es que ese es su sueño.

Según comenta Fernández, “estas chicas no quieren ser influencers, quieren ser influyentes”, asegura que “las integrantes de JFL persiguen el conocimiento y análisis de la sociedad internacional contemporánea y estudian tanto los actores, como las estructuras, los procesos del sistema y las fracturas de éste”.

Para nuestras lectoras que aún no conozcan el proyecto, ¿podrías explicar qué es exactamente Junior Female Leaders?

Es un grupo o red de chicas líderes que quieren formar parte de las relaciones internacionales y de la gobernanza global, mujeres que quieren ser escuchadas como actores principales del panorama actual sin importar cuál sea su género. Junior Female Leaders no somos una asociación, tampoco somos activistas, somos un grupo de mujeres profesionalmente preparadas o con intención de prepararse.

Nos apoyamos las unas a las otras y cooperamos para llegar a dónde queremos llegar. Entre nosotras hay competencia cero, nos dedicamos a mover nuestros currículums y a compartir nuestros contactos cuando alguna más los necesita. Es lo más parecido a un lobby en España. Como comunicadora política entiendo el poder de la visibilidad, por eso me esfuerzo cada día por hacer que sus perfiles se vean y lleguen a más espacios.

¿Cómo surge JFL y con qué objetivo?

Cuando entré en el equipo de comunicación de Women Political Leaders en Bruselas - una red mundial de mujeres políticas - supe que ser el altavoz de aquellas líderes senior era lo que me gustaba hacer, pero al no ver una representación juvenil, no podía verme reflejada en ellas. Esto hizo que, al volver a Madrid, lanzase un comunicado abierto de “si eres una mujer joven y te interesan las relaciones internacionales, escríbeme”, y en un día recopilé miles de perfiles de chicas súper formadas que se sentían muy perdidas porque les faltaba una plataforma de impulso.

Por lo tanto, Junior Female Leaders surgió por la falta de hoja de ruta para las mujeres en la gobernanza global y en la toma de decisiones, en base a mi experiencia en Bruselas como consultora de comunicación.

La red está compuesta por un diverso grupo de jóvenes “internacionalistas'', me podrías contar un poco sobre su organización interna. Y ¿qué significa para vosotras ser internacionalista?

La organización es en base a la participación. Muchas chicas han entrado, han estado observando, han hecho contactos, pero no han generado contenido o acciones. No tenemos jerarquía, porque al final nos organizamos por naturalidad. Sí que nos dividimos en varias áreas que son Asuntos europeos, Derechos Humanos, Diplomacia y Seguridad y Defensa. Y luego está, en términos generales, las relaciones internacionales, pero tenemos esas divisiones para que cada chica pueda generar contenido en base a su especialidad.

Para mí, ser internacionalista es tener esa empatía por el impacto social a nivel global. Es decir, lo nacional me importa, me interesa, pero soy consciente de que el mundo somos todos y quiero participar de forma activa para hacer de él un lugar mejor.

¿Qué tendrían que hacer entonces las jóvenes que nos estén leyendo si quisieran formar parte del proyecto? 

Nos puede contactar cualquier chica, rellena el formulario y entra. Desde la plataforma tratamos de no tener un lenguaje muy elitista por si alguna chica todavía no está formada, no le de respeto o miedo entrar. Al final, las relaciones internacionales son para todos, es cuestión de tiempo, te puedes poner al día leyendo y mostrando interés.

Encuentra todos los perfiles de contacto de Junior Female Leaders aquí.

Un perfil Junior, en el mundo laboral, es una persona recién contratada o de rango inferior que tiene poca experiencia en el sector. ¿Por qué es importante apostar por el talento juvenil?

Básicamente porque, en el mundo de las relaciones internacionales, a las mujeres nunca se les ha prestado atención. Ahora, Angela Merkel se retira y toda la sociedad está pendiente. Pero, hasta hace muy poco, las jóvenes eran invisibles, hasta en la cúpula europea eran el 4%, o sea que es una cuestión real.

Por eso, es importante que empiecen a entender que ellas pueden tener voz y voto. Los perfiles jóvenes han pasado por muchas cosas en poco tiempo por las diferentes crisis y momentos sociales. Eso hace que tengan una capacidad de análisis muy buena que puede suponer una sinergia enorme si combinamos la visión joven con la visión senior.

Poniéndonos un poco más teóricas, ¿os autodefinís como feministas? Si es así, ¿cómo definirías la política exterior feminista?

No es una red feminista, no porque estemos en contra de ello, sí que tenemos muy en cuenta las diferentes visiones del feminismo, pero es cierto que, generalmente, esas opiniones no las compartimos en nuestro contenido. De hecho rechazamos la invitación a focos feministas, porque nosotras buscamos focos laborales. Buscamos el camino recto hacia una inserción laboral pero, en el camino, abrimos la puerta a la visibilización como mujeres.

En cuanto a la política exterior feminista, sí estamos al día, y sí entendemos que son pocos los países que se han unido a ella. España, en principio, se ha unido, pero no tiene una comunicación demasiado clara respecto a este tema. Creo que es necesario explicar por qué la política exterior feminista es importante, debería tratarse incluso en debates televisivos para que se entienda, porque esa participación es necesaria. Una vez que las mujeres estén en las esferas públicas altas, no va a haber que explicar muchas cosas porque nuestra energía femenina ya estará implícita en esas decisiones.

En sólo 22 países hay Jefas de Estado o de Gobierno, y 119 países nunca han sido presididos por mujeres, ¿crees que alcanzar la paridad de género en la política es aún lejano?

Por una parte, en cuanto a la representación, yo no puedo querer ser lo que no he visto que se pueda ser. Parece muy obvio, pero, realmente, nunca se nos ha dado la posibilidad de pensar como presidentas. Esos derechos en base a los que se toman las leyes nos afectan y, muchas veces, el género opuesto opina cosas que no experimenta. Entonces, no es una cuestión de rivalidad, pero sí de cooperación entre las decisiones de las personas.

Por otra parte, tengo mis dudas sobre la cercanía para alcanzar esa paridad de género. Porque, si me fijo en la Unión Europea, empieza a haber más representación y hay mujeres influyentes en el Fondo Monetario, en la Comisión, el Parlamento…, pero al final siguen siendo mínimas. Estamos en ello, poco a poco, a paso lento, yo diría.

¿Qué desafíos crees que encuentran las mujeres de hoy en día a la hora de escalar por un puesto en las altas esferas globales?

Lo que yo he visto con las chicas de JFL es que ellas no valoran sus perfiles. Cuando yo les explico que es alucinante las aspiraciones en la carrera que tienen, no se lo creen. Entonces, tiene mucho que ver con esa confianza en ellas mismas. Al no ver referentes en los medios, no lo ven posible.

Además, en el campo político se nos representa únicamente desde el activismo, es decir, influencia cero. Yo creo que, cuando empiecen a ver que no es solo activismo, sino que es una presión real, llegaremos a dónde queremos llegar. El activismo es como cantar juntas una canción sobre algo que todas pensamos, pero sin una estrategia. La influencia, sin embargo, se centra en analizar, investigar y trabajar por cambiar un objetivo con el que no estás conforme. Es individual y está respaldado por una campaña real que pasa por Bruselas, de ahí que sea más efectivo.

Hablemos un poco sobre el futuro de Junior Female Leaders, ¿cuál es tu visión a largo plazo?

Lo bonito del futuro del JFL es que es como Europa, es un proyecto en construcción. El futuro depende mucho del presente, de lo que las chicas quieran seguir creciendo. Hemos llegado a estar en Bruselas, somos socias del Parlamento Europeo, estamos conectadas. Pero, cada una tiene su especialidad, nuestros objetivos son también muy individuales, no todas quieren llegar a lo mismo. Y que ellas lo tengan tan claro es también lo bonito, porque cada una aporta su visión a la red. Pero todos los días nos siguen contactando nuevos perfiles, entonces, mientras haya chicas que nos necesiten, seguiremos existiendo.