Maitane González, a la derecha, recibiendo su título de la European Leadership Academy.

Maitane González, a la derecha, recibiendo su título de la European Leadership Academy. European Leadership Academy

Protagonistas

“Soy la primera de la familia en la universidad”: la española de la Academia Europea de Liderazgo

Maitane González Pérez ha estudiado derecho y ha disfrutado de la Summer School for Female Leadership in the Digital Age celebrada en Praga.

29 julio, 2022 02:30

Maitane González Pérez tiene 22 años, ha estudiado Derecho y tiene el firme compromiso de convertirse en una líder y trabajar para mejorar la sociedad. Sabe que su objetivo es complicado, pero por el momento va por el buen camino: este año ha sido la representante española de la Academia Europea de Liderazgo (European Leadership Academy; ELA) organizada por Huawei que se celebró en Praga entre el 17 y el 22 de julio. 

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"Está siendo una experiencia mucho mejor de lo que me esperaba. Al final estás en contacto con gente con la que no podrías hablar nunca en tu vida. Yo por ejemplo, soy de un pueblo de 5.000 habitantes, a ver cómo sales de ahí. Es una oportunidad superbuena para poder llegar a esos ámbitos que generalmente no están a tu alcance", comenta González a MagasIN.

La jurista ha acudido a la tercera edición de la Summer School for Female Leadership in the Digital Age y ha coincidido con otras 28 jóvenes de los distintos países de la Unión Europea (así como de los Balcanes Occidentales y Ucrania). En esa semana, han asistido a clases impartidas por profesionales de distintos ámbitos sobre tecnología, liderazgo, hablar en público, inteligencia artificial, transición energética, economía... 

Maitane durante la exposición de su proyecto grupal para ayudar a las pymes europeas en la ELA.

Maitane durante la exposición de su proyecto grupal para ayudar a las pymes europeas en la ELA. European Leadership Academy

El último día, tuvieron que exponer por grupos un proyecto en el que buscaban ayudar al desarrollo, digitalización y sostenibilidad de las pymes. Justamente, González atendió a esta entrevista a la salida de las presentaciones y antes de saber que su equipo había recibido el premio a Dream Team por su trabajo. 

Cambio social

La bilbaína, explica que cuando tuvo que plantearse qué estudiar, no lo tenía nada claro. Le sugirieron que optase por el bachillerato científico para "no cerrarse ninguna puerta" y, como se le daba bien, lo hizo. Sin embargo, después de terminar los exámenes de la PAU (la Selectividad), decidió que quería estudiar derecho en la Universidad de País Vasco

"Pensé que mi objetivo final era contribuir de alguna forma a hacer la sociedad un poco mejor. Entonces, si al final el Derecho es lo que regula absolutamente todo, incluso la biología o la medicina, pasa por encima de todo el resto de campos, pues pensé que ahí no me cerraba ninguna puerta y que podía acceder a todos los sectores, por muy tecnológicos que fueran".

Además, "quitando a algún primo mayor, soy la primera persona de mi familia que va a la universidad", cuenta orgullosa. 

Durante la carrera, Maitane González se ha volcado especialmente con los temas sociales, colaborando por ejemplo con ONGs como Amnistía Internacional. El año pasado también cofundó con una amiga una asociación feminista que ya cuenta con 25 miembros. 

Maitane, la cuarta desde la derecha, junto a su equipo al recoger el premio Dream Team por su proyecto de ayuda a las pymes.

Maitane, la cuarta desde la derecha, junto a su equipo al recoger el premio Dream Team por su proyecto de ayuda a las pymes. European Leadership Academy

Asimismo, realizó sus prácticas en una asociación que da asesoría jurídica y social a víctimas de abusos. "No hace falta que sean abusos sexuales ni físicos, aunque también había casos, sino que muchas veces eran económicos. Es una barrera muy grande para las mujeres mayores. Muchas dejaron de trabajar para cuidar a sus hijos o simplemente se quedaron en casa y ahora no tienen nada para vivir por ellas mismas, y eso es un impedimento muy grande a la hora de divorciarse", afirma.

Este año se mudará a Madrid para estudiar el Máster de Abogacía y sigue teniendo en mente trabajar para mejorar nuestra sociedad. "A largo plazo sí que me interesaría ir al sector público, que es donde se pueden cambiar las legislaciones. Pero sé que no voy a terminar el máster y conseguir eso, entonces no me importaría tampoco tener cierta experiencia en bufetes o trabajar en el sector privado para ir ganando experiencia y adquiriendo más conocimiento, con ese objetivo de lo público a largo plazo".

Incluso se espera poder encontrar una solución a esa violencia económica que conoció de primera mano durante sus prácticas. "Es una cosa que tengo siempre en la cabeza. Las ayudas del Estado y el tema de los gananciales no es suficiente para nada. Estamos hablando de tener que sobrevivir con 200 euros al mes, y eso es imposible", sentencia.

Experiencia en la ELA

Entre sus intereses, también están las instituciones europeas. "Este año he sido la directora del MEU que hemos hecho en País Vasco. Se trata de un Modelo de la Unión Europea que simula el proceso de toma de decisiones de la UE y reúne a muchos estudiantes para fomentar un poco el sentimiento europeo".

Maitane González, en el centro, junto a compañeras de la ELA.

Maitane González, en el centro, junto a compañeras de la ELA. European Leadership Academy

Por eso, que la ELA uniese empoderamiento femenino y europeísmo hizo que Maitane González se interesase por el programa, el cual conoció a través de Instagram.

"Que haya sido una escuela y algo únicamente para mujeres ha sido la gran diferencia. Al final, cuando estás en un ambiente mixto, y esto no es culpa de nadie, muchas veces te sientes un poco más cohibida y no participas tanto. Estar aquí y saber que todo el grupo estamos en igualdad de condiciones y que todas tenemos unas inquietudes diferentes a las de los chicos, te da como una zona de confort, un espacio seguro", sostiene.

Pregunta: Berta Herrero (la fundadora del programa), me comentó que lo que más importante al presentarse es la carta de motivación, que las estudiantes estén comprometidas con aprender. ¿Por qué crees que te eligieron? 

Respuesta: Al final soy joven y no tengo muchísima experiencia. Entonces, pienso que lo que más llama la atención es toda esa energía y querer usarla en hacer que el mundo sea un lugar mejor porque hablé de mis intereses sobre los derechos de las mujeres, las condiciones de los trabajadores… También hablé de mis dudas a la hora de elegir carrera, porque me interesan un poco todos los campos, y quizá eso mostró que estoy abierta a todo.

Sin embargo, y quizá pecando un poco de ese síndrome de la impostora que afecta a tantas mujeres, se sorprendió al ser aceptada para el programa. "No me esperaba que me seleccionasen porque digo: 'Bueno, mi currículum se adapta a esto, pero seguro que hay gente mucho mejor'. Lo tenía un poco asumido y que me seleccionasen fue una sorpresa".

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Pregunta: Berta me comentó que este año en concreto, España ha sido el segundo país, solo por detrás de Ucrania, que más solicitudes ha enviado para el programa —entre todos los países, la ELA recibió cerca de 6.000 aplicaciones—. ¿Lo sabías?

Respuesta: ¡No tenía ni idea! Pensaba que éramos superpocas y que por eso me habían cogido. ¡Ostras!, ¡qué subidón de confianza!

Ante esta revelación, Maitane González lo tiene aún más claro y anima a todas las jóvenes que estén interesadas por el cambio social y liderar los retos del futuro, a que apliquen para la Academia Europea de Liderazgo. "Les diría que lo intenten, y si no lo consiguen a la primera, pues será a la tercera. Tengo una compañera que lo ha intentado tres veces y le han cogido ésta".

Porque, como destaca González, la presencia de las mujeres en los sectores tecnológicos y en los puestos de poder va a ser clave para garantizar la igualdad.

"En una de las presentaciones una mujer nos dijo: 'Si la tecnología es el futuro y las mujeres no están en la tecnología, las mujeres no están en el futuro', y me pareció muy importante. Es algo que va a estar presente en todos los ámbitos, incluso en el derecho o en el trabajo social, y si las mujeres no participan en eso, ¿cómo vamos a generar cambios que nos beneficien y que tengan en cuenta nuestras diferencias con los chicos?", concluye.