Hailey Bieber, Jeremy Moeller  y una asistente a la Fashion Week de Londres llevando un polo de Miu Miu.

Hailey Bieber, Jeremy Moeller y una asistente a la Fashion Week de Londres llevando un polo de Miu Miu. Getty Images

Moda

Del deporte al 'street style', la camiseta de rugby sustituye al 'footballcore': así es como la llevan las que saben de moda

La tendencia no es nueva, pero este otoño regresa con fuerza con el objetivo de convertir los polos a rayas en el nuevo 'must' de cualquier armario cápsula.

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Elena Pérez
Publicada
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Hay algo realmente interesante en las tendencias que trae este otoño y es que la gran mayoría ya las tenemos al alcance de la mano o en el radar desde hace tiempo. Los náuticos, los cuadros que remiten a la estética Balmoral o los lazos como accesorio estrella sirven como muestra de que esta nueva temporada prioriza lo funcional.

No es de extrañar, viendo las preferencias estilísticas de 2025, que el rugbycore se esté asentando como una de las nuevas modas a seguir. Si el año pasado el blokecore —inspirado en las camisetas de fútbol— arrasó gracias a celebridades como Dua Lipa, ahora la industria cambia de deporte. El balón redondo cede paso al ovalado, y el polo de rugby se consolida como la prenda del otoño.

Lo que hasta hace poco era una pieza de armario que remitía a la estética típica de los jugadores universitarios ha conquistado tanto a los diseñadores como al público general. El giro no es casual: esta camiseta aporta lo que otras tendencias deportivas habían perdido en saturación. Su corte estructurado, las rayas anchas, el cuello rígido y los colores contrastados ofrecen un aire fresco dentro del sporty chic.

Firmas como Miu Miu encabezan esta nueva moda; The Row también presentó el pasado año un polo de cachemira en rosa pálido que rompía cualquier asociación con el deporte; por su parte, Van Noten apostó por un diseño largo con escote de cordones. La versatilidad de la prenda es clave: puede llevarse con vaqueros, pantalones sastre, faldas midi o incluso sobre los hombros como capa.

El ascenso del rugbycore no puede desligarse de la actualidad deportiva. 2025 es año de Mundial Femenino de Rugby, que se celebrará en Inglaterra del 22 de agosto al 27 de septiembre. La cita llega en un momento de visibilidad creciente para este deporte, impulsada tanto por la profesionalización de las ligas femeninas como por el interés mediático que despiertan las selecciones históricas.

El torneo promete ser un escaparate global y la moda, siempre atenta a los códigos culturales, ya ha tomado nota. No sería la primera vez que un gran evento deportivo marca el ritmo estético de una temporada: este mismo año, la Eurocopa ha disparado el interés por las camisetas de fútbol por parte de las mujeres, y ahora todo apunta a que este deporte repetirá la jugada.

El paso del blokecore al rugbycore es también un reflejo de cómo la moda utiliza los códigos del deporte para resignificarlos en clave cultural. Si el primero estaba ligado a la nostalgia de los años 2000 y al imaginario británico de pubs y grada, el segundo se asocia más al preppy style y a la tradición universitaria anglosajona.

De algún modo, tiene un componente aspiracional. Sus referencias a la élite académica británica —Oxford, Cambridge, Eton— refuerzan la conexión con un estilo más intelectual y sofisticado. Pero el salto al mainstream ya es un hecho: basta con pasear por cualquier capital europea para comprobar que las rayas horizontales en tonos azul marino, verde o burdeos se multiplican en escaparates y calles.

Frente al fútbol, más explotado en el terreno estético, el rugby todavía conserva un aura auténtica que lo convierte en terreno fértil para la moda. Rihanna y Hailey Bieber ya se dejaron ver con polos oversize hace un año, anticipando la ola. La gran pregunta es si el rugbycore será un fenómeno efímero, como tantas microtendencias que nacen en redes sociales, o si conseguirá consolidarse en el armario.

A priori, su potencial podría ser mayor que el del blokecore porque ofrece más versatilidad y conecta con una estética clásica que nunca pasa del todo de moda. Lo cierto es que este ya había tenido sus incursiones en la moda antes de 2025. Ralph Lauren incorporó polos en sus colecciones de los años 80, y marcas como Tommy Hilfiger o Lacoste las rescataron en distintas temporadas.

Jersey con cuello a la venta por 25,99 €.

Jersey con cuello a la venta por 25,99 €. Bershka

La diferencia ahora es que no se trata de un detalle dentro de una colección, sino de una tendencia global con nombre propio. En un otoño marcado por la búsqueda de lo práctico y el retorno de lo clásico, esta prenda parece cumplir todos los requisitos: es funcional, reconocible, versátil y con un trasfondo cultural.

En 2025, esos jerséis y camisetas también se ven en los catálogos de firmas como Massimo Dutti, ASOS o Bershka, la marca insignia de Inditex en lo que respecta a moda urbana, cuyo modelo puede adquirirse por un precio de 25,99 euros.

5 fórmulas para llevarlo

1. Polo clásico a rayas + vaquero recto

La versión más reconocible del rugbycore. Un polo en azul marino y blanco funciona a la perfección con vaqueros rectos o wide leg. El resultado: un look casual que puede completarse con zapatillas retro (piensa en unas New Balance o Adidas Samba) y una tote bag de lona.

2. Polo oversize + minifalda de tablas

El aire colegial no se queda fuera de esta tendencia. El polo en versión XL encuentra su equilibrio al combinarse con minifalda plisada, mocasines chunky y calcetines blancos a la vista. Un trench beige encima y el outfit se convertirá en la reinterpretación femenina del uniforme universitario.

3. Polo ajustado + falda midi satinada

Para quienes buscan un registro más elegante, el polo ceñido en tonos neutros —gris, negro o burdeos— se eleva con una falda satinada. Añade botas altas de caña recta y un bolso estructurado: un look que encaja tanto en la oficina como en una cena informal.

4. Polo retro + pantalón cargo

La vertiente más urbana del rugbycore pasa por el contraste entre la estética deportiva del polo retro y la funcionalidad del pantalón cargo. Compleméntalo con botas militares o Timberland y una mochila minimalista: es el look perfecto para la ciudad.

5. Polo blanco + bermudas sastre

En clave minimalista, el polo claro encuentra su sitio junto a unas bermudas sastre. Añade zapatillas blancas, una gorra de béisbol y un bolso baguette para un resultado effortless que se mueve entre lo deportivo y lo chic.