Estas reglas son clave para vestir bien siguiendo las proporciones.

Estas reglas son clave para vestir bien siguiendo las proporciones. Getty Images

Moda

Del 60/30/10 al 70/30: tres reglas de moda aprobadas por estilistas para vestir mejor este verano

Estas teorías, basadas en cifras, pueden ser clave para lucir conjuntos estilosos sin esfuerzo.

Más información: Estos son los secretos para vestir (realmente) bien, en palabras de experto

Publicada

Elegir buenos básicos de fondo de armario, ubicar las tendencias que marcan la diferencia o invertir en diseños compatibles con nuestra morfología son algunas garantías de éxito estilístico. Aun así, vestirse 'bien' puede convertirse en un auténtico rompecabezas si no se tienen en cuenta otros factores como la armonía visual.

En los últimos años, surgieron numerosas teorías destinadas a facilitar la tarea: la del 'sándwich', de los '7 puntos' o del '333' son solo algunas de ellas. Imaginadas por estilistas y expertos en moda, justifican la composición de un look en base a una fórmula matemática y de proporciones para acertar.

Algunas han cosechado una fama mundial y son miles los vídeos que circulan en torno a sus efectos y sus aciertos. Desgranamos tres de estos métodos defendidos por expertos que auguran un estilismo de éxito.

La regla del 60/30/10

Es una técnica visualmente efectiva para crear atuendos armoniosos y equilibrados mediante la distribución de colores. Su aplicación es sencilla y se basa, como su nombre lo indica, en un justo reparto de proporciones.

El 60% del look debe componerse del color base. Este es, por ende, el dominante del conjunto y se luce con prendas que ocupan más espacio visual, como pantalones o faldas. Suele corresponder a un tono neutro como el blanco o el negro, para facilitar su combinación con otros más llamativos.

Un 30% remite al color secundario, destinado a brindar contraste. Se lucen con prendas que complementan el de base, como una blusa o una chaqueta. Suele ser uno más vibrante o simplemente distinto, para crear una armonía sin interferencias visuales.

El 10% restante corresponde a la tonalidad más sutil, como el toque final. Es fundamental para dar más dinamismo al conjunto, sin opacar a los demás. Por ello, puede ser una gran opción para complementos como zapatos, bolsos o fulares.

El amarillo aporta el toque de color distintivo de este estilismo.

El amarillo aporta el toque de color distintivo de este estilismo. Getty Images

Esta regla permite crear un outfit equilibrado, con coherencia visual y un toque distintivo sin que los colores compitan entre sí. Se puede aplicar en cualquier ámbito y para cualquier ocasión.

La regla del 70/30

Otra de las fórmulas que más éxito ha cosechado entre las amantes del mundo de la moda es la del 70/30. Su aplicación es muy sencilla: defiende la repartición de nuestro armario en dos partes bien definidas, cada una con una proporción adaptada.

El 70% de los diseños con los que contamos (y de un look en sí) debe estar formado por prendas básicas y atemporales, es decir, piezas que nunca pasan de moda y que resultan cómodas y favorecedoras, como la camiseta blanca, los vaqueros azules y el vestido negro.

Son perfectas para crear una base a partir de la cual sumar capas y tendencias más atrevidas. Actúa, en este sentido, como una suerte de lienzo.

Detalle de un look basado en el 60/30/10, con una dominación del beige.

Detalle de un look basado en el 60/30/10, con una dominación del beige. Getty Images

El 30% restante se destina, precisamente, a diseños más llamativos, en tonos vibrantes, estampados y detalles como lazos y volantes, perfectos para marcar la diferencia. No son atemporales como los básicos, pero resultan acertados con el fin de dar color y relieve al conjunto. Estas piezas se suelen ceñir a la temporada.

Además de facilitar el proceso de vestirse en sí, esta técnica permite ubicar de forma más clara las necesidades de nuestro armario y por ende, comprar menos y mejor. Es recomendable invertir en diseños de calidad, que superen las barreras del tiempo y que podrás reutilizar numerosas veces.

La regla de los 7 puntos

Esta opción también se ha hecho viral por su facilidad de aplicación. Se basa en sumar puntos según el impacto visual de cada prenda o accesorio hasta alcanzar, idealmente, el número siete. La clave consiste en evaluar lo que vale cada prenda.

Las piezas y accesorios básicos, como la camiseta blanca, los vaqueros o las deportivas en tono neutro, cuentan como un punto cada uno. Los llamativos, con estampados, texturas especiales, accesorios XXL, colores vivos y diseños en general más elaborados, suman dos cada uno.

La camiseta, las sandalias y el bolso suman tres puntos, mientras que la sudadera y la falda dos cada uno.

La camiseta, las sandalias y el bolso suman tres puntos, mientras que la sudadera y la falda dos cada uno. Getty Images

El objetivo es que el conjunto sume al menos siete puntos en total para lograr un resultado armonioso. No se trata de usar exactamente siete prendas, sino de sumar. Por ejemplo, un look completo y exitoso podría ser este:

  • Vaqueros básicos: un punto

  • Camiseta en tono neutro: un punto

  • Americana en color liso: un punto
  • Zapatillas blancas: un punto

  • Un bolso en tono neutro: un punto
  • Una joya llamativa: dos puntos

En el equilibrio está la virtud. Si en vez de vaqueros básicos luces uno estampado, puedes restar un accesorio o mantener el mismo número si deseas más impacto visual.

Esta regla no es totalmente estricta: dependiendo de tu estilo, puedes llegar hasta diez puntos o bajar a cinco, dependiendo de lo excéntrico que sea. Igualmente, la temporada influye: en verano, la puntuación baja de forma evidente por el número de capas.

Estas fórmulas han demostrado su eficacia y efectividad, aunque cabe recordar que vestirse siempre ha de ser un placer. Toma nota sin perder de vista que tu intuición suele ser una gran asesora, más allá de las cifras.