
Miuccia Prada y Donatella Versace, en fotos de archivo. Getty Images
Prada confirma la compra de Versace: esto es lo que podría suponer para la casa italiana y el mundo de la moda
La adquisición redibuja el mapa de un sector que está viviendo una ola de cambios incesante.
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Este 10 de abril, un comunicado de Prada puso un punto y final a meses de rumores y especulaciones: la casa italiana anunció la adquisición del 100% de Versace por 1.250 millones de euros. Según concretó, la compra de la firma del grupo estadounidense Capri Holdings sigue sujeta a ajustes al cierre de la operación.
"Nos complace dar la bienvenida a Versace al Grupo Prada y abrir un nuevo capítulo para una marca con la que compartimos un compromiso inquebrantable con la creatividad, el cuidado del producto y una sólida herencia cultural", anunció el presidente y director ejecutivo del grupo, Patrizio Bertelli.
¿A qué se debe esta pequeña gran revolución en el mundo de la moda? ¿De qué manera podría cambiar Versace en los próximos años?
La exuberancia como mantra
Desde su fundación por Gianni Versace, en 1978, se aupó como una referencia de exuberancia y atrevimiento estilístico. Liz Taylor, Elton John y Madonna fueron algunas de las figuras que ayudaron a moldear su fama, apostando por sus llamativos diseños, marcados por colores y estampados flúores, metalizados y tejidos atrevidos, que supusieron una ruptura con las décadas anteriores.
Convirtió la Medusa, símbolo de protección y poder ("Cuando le pregunté a Gianni por qué la eligió, me contestó que le fascinaba que todos aquellos que se enamoraban de ella estaban condenados a ser petrificados", confesó Donatella Versace), en su emblema. Tras el trágico fallecimiento del fundador, su hermana se esmeró en proteger el legado de la firma, adaptándose a los nuevos tiempos.
"El cuadrilátero formado por Armani, Ferré, Valentino y Versace, los cuatro mitos de los años 80, es el que ha definido una cierta forma de vestir italiana. Ha reforzado el gusto nacional y lo ha llevado a todo el mundo. Que la marca se preserve de la mano de los Prada tiene un potente significado: salvaguardar un patrimonio italiano dentro de otro grupo del mismo origen", destaca Fernando Rius, fundador y CEO de Area CG, una de las agencias con más trayectoria en moda y lujo a nivel global.
Entre sus hitos, destaca el vestido elegido por Elizabeth Hurley para el estreno de la película Cuatro bodas y un funeral en 1994; o el de Jennifer Lopez para los Premios Grammy en el año 2000, un diseño de estampado tropical de escote vertiginoso. Ambos contribuyeron a la imagen sulfurosa de la firma.
Por ende, su adquisición por parte de Prada no solo supone la compra de una firma, sino de un universo entero, además de una nueva dinámica. En efecto, la apuesta por Versace permitiría a Prada diversificar su propuesta y atraer públicos diferentes sin dejar de aportar su sello personal.
"Versace, con su ADN irreverente, sensual y maximalista, representa el desenfreno y la opulencia de la moda italiana más icónica. Por su parte, Prada simboliza el intelecto, la experimentación y una elegancia casi arquitectónica. La fusión de ambas visiones crea una sinergia fascinante: es el encuentro entre el exceso barroco y la contención conceptual, entre el instinto y la razón estética", subraya Jesús Reyes, periodista especializado en moda, estilista y CEO de CoolHunting Madrid Comunicación.
"Esta compra podría marcar el inicio de una nueva era para ambas casas. Prada no solo adquiere una marca, sino un legado cultural y un archivo visual riquísimo. Y Versace, al integrarse dentro de un grupo con una estructura empresarial tan rigurosa, puede potenciar su expansión internacional sin renunciar a su esencia provocadora", añade el experto.
La casa liderada por Miuccia Prada, de estética más sobria y minimalista que Versace, podría, por ende, influir en la dirección de la casa sin perder su ADN, y más teniendo en cuenta la salida de la dirección creativa de Donatella Versace, anunciada hace un mes.
La influencia de Prada
En efecto, Dario Vitale, anteriormente en Miu Miu, la sustituirá al cargo, aunque la hermana del fallecido Gianni seguirá ostentando el rol de embajadora jefa global. "Apoyar a la próxima generación de diseñadores siempre ha sido importante para mí. Estoy encantada de que Dario Vitale se una a nosotros y espero ver a Versace bajo una nueva luz", declaró entonces la diseñadora, agradeciendo a sus equipos y recordando que, para ella, "ha sido el mayor honor de su vida continuar el legado de su hermano".
Originario de la Costa Amalfitana, en el sur de Italia, Dario Vitale lleva varios años haciendo gala de su talento en el sector. Tras su paso por Dsquared2 y Bottega Veneta, se unió al equipo de diseño de Miu Miu en 2010, antes de dejarlo en enero de 2025.
Su paso por la casa italiana fue un éxito en toda regla: en 2023, la conocida como 'pequeña Prada' registró un aumento del 58% de su facturación, alcanzando los 649 millones de euros. La plataforma Lyst, referente en tendencias a nivel global, confirmó el asentamiento de Miu Miu como la casa más deseada y buscada del primer trimestre entre los expertos.

Foto oficial de Dario Vitale. @dario___vitale
"Las búsquedas de Miu Miu aumentaron un 8% este trimestre, con tres piezas de la casa entre los 10 artículos más populares, una primera vez para cualquier marca del Index y un testimonio de la obsesión global por los productos de la firma", explicaba la plataforma, augurando "su peso cultural que la distingue a los ojos del comprador de moda; goza de un estilo divertido y único y diseños virales imprescindibles".
Aunque no tenemos pistas sobre la primera colección de Vitale para Versace, todo apunta a que conseguirá encontrar el equilibrio entre pasado y presente, rescatando los archivos de una firma de larga tradición en la moda: "Con Dario Vitale, damos inicio a una nueva etapa con un talento que respeta profundamente la esencia de la casa y entiende su potencial de crecimiento. Su experiencia y visión aportarán una nueva perspectiva", confesaba el CEO, Emmanuel Gintzburger. Su perfil joven (el diseñador nació en 1986) y enfoque novedoso prometen ser la pieza definitiva del nuevo puzle de Versace, que tiene una afinidad natural con Prada.
Tal y como recuerda Fernando Rius, ambas firmas están unidas por un fuerte vínculo familiar: "Prada, aunque cotice en bolsa, es una empresa con nombre y apellidos, Miuccia Prada y Patrizio Bertelli. Me gusta que dos personas, que además están pensando en que su hijo se quede al frente del negocio y forme parte de la estructura empresarial, vayan comprando marcas. Es significativo porque forma parte de un Made in Italy muy potente".
Nuevos retos estratégicos
La compra responde, asimismo, a una situación económica delicada para Versace. Capri informó de que la casa obtuvo unos ingresos de 193 millones de dólares en el último trimestre de 2024, un 15% menos que en el mismo período del año anterior.
"Es una decisión audaz y ambiciosa por parte de Prada", declaró Robert Burke, fundador de Robert Burke Associates a The Financial Times. "La adquisición posicionaría a Prada para diversificar su portafolio y competir a un nivel global más amplio".
En efecto, con esta adquisición, la casa liderada por Miuccia Prada estaría a punto de convertirse en el principal grupo de moda italiana, compitiendo de forma directa con el francés LVMH, propietario de casas como Louis Vuitton, Moët & Chandon y Hennessy.
"Va a afectar a otros grupos independientes, como Chanel y Hermès, es decir, la competencia es feroz dentro del lujo. Ciertos grupos van a tener que trabajar seriamente en renovarse y hacer las cosas diferentes si quieren seguir existiendo. Es una compra que no deja indiferente a nadie", asegura Cristina Pérez-Hernando, estilista, brand consultant y fundadora de Opere Plumari.

Donatella Versace, en una foto de archivo. Gtres
"Hemos asistido a un éxodo constante de firmas del Bel Paese hacia grupos extranjeros —la lista es extensa, con ejemplos como Fendi, Pucci, Loro Piana o Gucci—, con la única excepción de Renzo Rosso (OTB), quien ha intentado consolidar un polo del lujo con identidad transalpina. Actualmente, además, varias casas históricas del lujo italiano se enfrentan a decisiones clave sobre su legado", reflexiona Daniele Gennaioli, coordinador y docente del área de Moda de UDIT, la Universidad de Diseño, Innovación y Tecnología.
El futuro tanto estilístico como económico de Versace resulta, por tanto, incierto: "Este movimiento impacta directamente en el equilibrio de poder dentro del sistema de la moda. Italia, muchas veces eclipsada por los grandes conglomerados franceses, se posiciona con fuerza como un polo estratégico y creativo de primer nivel. Y resulta interesante imaginar cómo evolucionarán los códigos estéticos de ambas marcas tras esta unión: ¿veremos una Versace más depurada? ¿Una Prada más atrevida?", se cuestiona Jesús Reyes.
Una incertidumbre corroborada por Daniele Gennaioli: "Una opinión bastante extendida en el sector de la moda es que Versace ha mostrado una actitud algo repetitiva en lo que respecta al uso de sus archivos. Anticipar con claridad la dirección que tomará el grupo resulta complicado, ya que mucho dependerá del enfoque de su nueva dirección creativa, así como del incierto contexto internacional, marcado por un creciente proteccionismo".
Cristina Pérez-Hernando tiene claro que Dario Vitale "va a hacer unas colecciones muy 'Versace' respetando el ADN de la firma, pero dándole el punto de frescura y creatividad que necesitaba con urgencia. El grupo Prada lo sabe hacer muy bien; ambas marcas son una sabia mezcla de intelectualidad, modernidad, a la vez que beben del pasado con unas referencias estéticas impecables, muy inspiradas en el arte en general".
Queda por ver cómo el mapa de la moda se redibuja tras esta adquisición, que reposiciona a Italia como uno de los países clave del sector.