Fotograma 'La Contadora de películas'

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Moda

Mercé Paloma, la figurinista nominada al Goya por quinta vez: "Nos dedicamos a pensar un universo para la película"

Con una amplia trayectoria en vestuario de espectáculo, es la responsable del diseño de la cinta La contadora de películas.

9 febrero, 2024 14:26

Cuando vemos una película, solemos fijarnos en el elenco, en la música, en la ambientación, pero muy pocas veces somos conscientes de la importancia que tiene el vestuario. Es una parte fundamental de la cinta, ya que es una de muchas herramientas que el director utiliza para contar la historia.

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El vestuario comunica al público los detalles de la personalidad de un personaje, y ayuda a los actores a transformarse en personas nuevas y creíbles en la pantalla. Para que esto ocurra, es muy importante la figura del equipo de vestuario y los figurinistas, sin ellos, la película no tendría sentido, ya que la moda y el cine van siempre de la mano. 

En Magas, hemos tenido la oportunidad de hablar con Mercé Paloma, nominada a los Goya por su trabajo como diseñadora de vestuario de la película La contadora de películas.

Mercé es licenciada en Historia del Arte por la Universidad Autónoma de Barcelona, estudió en la Escuela de la moda de Barcelona, especializándose en vestuario por espectáculo.

Ha desarrollado su trabajo principalmente en el campo del teatro, colaborando asiduamente con directores como Sergi Belbel, Calixto Bieito o Joan Anton Rechi. En cine, ha sido responsable del vestuario de películas de directores como Isabel Coixet o Agustí Villaronga.

Lo primero, ¿Cómo afrontas esta nueva nominación a los Premios Goya y qué supone para ti que nominen tu trabajo?

En primer lugar, estoy muy contenta con la nominación, es mi quinta nominación. De momento no me lo han dado nunca, pero, a ver si hay suerte. Que te nominen ya es un premio, al menos yo lo considero así, al igual que el resto de nominados.

Es una distinción sobre tu trabajo, y a mí, especialmente, me hace mucha ilusión que me nominen con esta película porque fue un trabajo complicado.

Hicimos la preproducción en España, en Chile y en Santiago, y luego nos fuimos al norte a rodar, al desierto, donde no teníamos nada y no podíamos buscar cosas que necesitáramos fuera, teníamos que trabajar con lo que ya había, por lo que trabajamos con mucha determinación.

¿Cómo fue el proceso de diseñar el vestuario de La contadora de películas?

El proceso de diseño fue en dos partes. Primero, fui a Chile a ver qué podía encontrar de vestuario o qué posibilidades teníamos y vi que había muy poca cosa porque la película era grande.

Seleccioné algunas prendas, compré cosas de segunda mano, algunos tejidos, mandé coser algo, pero tuve que volverme a Madrid a hacer el grueso del trabajo porque no había opciones suficientes en Chile. Una vez hice el trabajo en Madrid, todo lo que necesitábamos iba a viajar en avión, pero en esos momentos el fuel estaba por las nubes y se decidió que viajara en barco, por lo que me quedé sin tiempo prácticamente.

Entonces, corriendo tuve que hacer una selección de todo lo que yo creía que iba a necesitar en la película: tejidos, botones, de todo. Y una vez de vuelta en Chile, empezamos el proceso de pruebas de vestuario, de costura, etc. Una vez que lo tuvimos todo claro, cargamos dos camiones enteros y nos fuimos al norte a rodar.

Allí, si surgía algún problema, no podíamos comprar nada, nos llevamos hasta el agua destilada para la plancha, los tintes, las cosas para ambientar las tierras… Todo. En este sentido, fue "complicado". Siempre hay que pensar en todo, pero especialmente en esta peli hubo que avanzarse mucho a los problemas que nos podían venir.

¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar en esta película?

Fue una experiencia estupenda porque supuso una inmersión total en el lugar donde había que rodar. Nos incluimos totalmente en el ambiente. Estábamos en un pueblo abandonado en el desierto de Atacama, y eso fue especial, inspirador. Estábamos donde realmente sucedió la historia y eso yo creo que le dio un carácter especial a la película y a nuestro trabajo.

¿Cómo es el trabajo de una diseñadora de vestuario y figurinista de películas?

Cada proyecto es distinto y hay que afrontarlo de distintas maneras. Porque claro, no es lo mismo pensar que te vas a Chile a rodar una película o que estás rodando en Barcelona o en Madrid, en estas últimas sabes que tienes más amparo, que hay manera de conseguir las cosas.

Pero, aparte de esto, el trabajo siempre empieza con la lectura de guion, con hablar con dirección, para ver como el director o directora lo ve todo y entonces poder empezar a crear un mundo, a pensar un universo para esa película.

Y no solo es pensar, sino que es conseguirlo. Porque claro, una cosa es el proyecto que tú puedas dibujar o puedas pensar como quieres hacerlo. Y otra es la concreción: elegir un tejido para cada cosa, distintos forros… claro, desde fuera no se conocen la cantidad de elementos que entran en juego, pero conlleva una gran toma de decisiones.

En cuanto empiezas a decidir como será cada momento, vas tomando decisiones importantes que luego van configurando la esencia de lo que es el vestuario. Es un proceso en el que hay varias partes. Esta parte más de creación, de estar yo sola con mis cosas, luego de mostrarlo a un director, de empezar a realizarlo y finalmente de probar a los actores que ese también es un proceso.

Una cosa es hacer tu trabajo en solitario, pero luego tienes que ponerlo encima de una persona y esa persona, que tiene que interpretar un personaje, debe sentirse bien dentro del vestuario. Es un proceso complejo pero muy bonito.

¿Cómo se cuela la industria de la moda en el diseño de un vestuario, y al revés?

Yo hace muchos años que hago teatro, ópera, danza, cine, he hecho de todo. En los últimos años, he hecho bastante cine y aunque haya algo de época, yo creo que la moda se cuela un poco siempre. Tenemos una mirada hacia una época, pero siempre desde la época actual, y eso quieras o no, condiciona nuestra mirada.

También creo que la moda también se inspira en el arte, por ejemplo, cuando yo empecé a trabajar en teatro se llevaba el minimalismo, y más tarde esto pasó a las pasarelas. Lo mismo con las lentejuelas, se empezaron a usar en trajes para espectáculos y después se volvieron tendencia.

Entonces sí, hay mucha influencia de la moda en el vestuario de espectáculo, pero también al revés. Son dos cosas que se nutren entre ellas.