Tras una intensa Semana de la Moda Masculina, París se convirtió en la pasarela de las colecciones primavera-verano de Alta Costura. Durante cuatro días, la capital acogió más de 30 desfiles, caracterizados por la artesanía y la tradición.

[El homenaje espacial de Schiaparelli y otros detalles del arranque de la Semana de la Alta Costura]

Schiaparelli, llevada por su director creativo Daniel Roseberry, fue de nuevo la casa encargada de abrir el calendario. Los desfiles de Chanel y Dior eran dos de los más esperados al igual que los de Giorgio Armani -con su línea Privé-, Valentino y Giambattista Valli, los tres grandes embajadores italianos del calendario parisino.

El toque español lo dio Juana Martín. La diseñadora cordobesa que se inspiró en el universo del cubismo en su anterior colección, apostó por tejidos de la mayor calidad, como la seda organza o el tafetán, con una colección homenaje a sus raíces.

Franck Sorbier, Stéphane Rolland, Alexandre Vauthier y Julien Fournié son otros de los clásicos en la Alta Costura, cita a la que siguen siendo también fieles los libaneses Elie Saab y Zuhair Murad, así como el dúo neerlandés Viktor & Rolf. Desde Magas, repasamos algunos de los looks más icónicos de estos días.

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    Dior

    Desde su llegada a la dirección creativa de Dior, Maria Grazia Chiuri se esmera en dar protagonismo a las mujeres, en todos los sentidos. Su compromiso no solo se plasma en la creación de los diseños, sino también en la visibilidad que da a las artistas que crean las instalaciones de los desfiles.

    Para su propuesta de Alta Costura primavera-verano 2024, contó con la colaboración de la artista Isabella Ducrot, que vistió las paredes del Museo Rodin con su obra Big Aura. Veintitrés vestidos de gran tamaño, de unos cinco metros de altura, crearon una armonía visual.

    Este aura, o vuelta a la esencia, quedó también plasmado en los diseños de la colección, que se movieron en una paleta de tonos que enfatizaron, "a través de su sustancia y calidad escultórica, las iridiscencias de la tela: dorado, blanco, gris, burdeos, verde".

    Abrigos con cuellos imponentes, faldas anchas que revelan cortes exagerados, capas superpuestas, pantalones y chaquetas... cobraron protagonismo, con la geometría como hilo conductor. Entre sus mejores estilismos destacó esta composición, con pedrería y falda de efecto moiré, una técnica artesana que también confirmó la necesidad de rescatar la tradición para abordar el futuro.

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    Chanel

    Presentado en el Grand Palais Éphémère de París, la colección ideada por Virginie Viard relacionó el botón, un objeto tan utilitario como ornamental, con el mundo del ballet y la danza.

    "Con una expresión de gracia, libertad y precisión en cada movimiento, la colección dominada en acuarela rosa y blanca revela los fundamentos del savoir-faire", según recalca la casa. 

    Nos sorprendió con vestidos largos, faldas cortas y rectas, monos, tul, plisados, encajes, flores y lazos que dieron lugar a una colección etérea y femenina, llevada sobre leotardos y medias de ballet blancos, y repleta de referencias a la cultura contemporánea.

    Tiene obligada mención el primer look visto en la pasarela, lucido por Margaret Qualley, un total blanco realzado por un cuello Pierrot, símbolo de una colección audaz y artística.

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    Schiaparelli

    El espacio siempre ha sido un código informal de la maison. Elsa Schiaparelli, de hecho, era famosa por su fascinación por la astrología. "Esta colección es un homenaje a esa obsesión, así como un estudio de las contradicciones: de lo heredado y lo vanguardista, de lo bello y lo provocador, de lo terrenal y lo enviado por el cielo", recalca la casa.

    Los encajes de guipur sobre bordados, detalles de terciopelo y encaje, y flecos de chenilla cortados y bordados a mano se unieron a diseños más modernos como el vestido de microchips con placa base y microfichas incrustadas de artefactos tecnológicos anteriores a 2007.

    Descubrimos también referencias abstractas a iconografías del estado natal de Daniel Rosebery, Texas, desde el pañuelo, aquí rehecho en paillettes pintados a mano; a la bota de vaquero, rediseñada como una fantasía hasta el muslo con hebillas; a los icónicos nudos de doma de trenza de caballo rediseñados como púas de satén de seda y que contienen una cazadora bomber de ante camel y un traje de corsé vaquero blanco. 

    Elsa era famosa por sus códigos -el ojo de la cerradura, la cinta métrica, las partes anatómicas del cuerpo- de ahí su presencia tan sutil como vistosa en la pasarela.

    Schiaparelli
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    Juana Martín

    El diálogo entre el pasado y el futuro es también una preocupación de Juana Martín. La diseñadora española, única de nuestro país en desfilar en esta prestigiosa semana, presentó una colección con referencia a sus raíces.

    El cuadro del pintor simbolista Julio Romero de Torres, La primavera, inspiró la colección, entroncada con la cultura andaluza de la diseñadora. Tiene al rocío como protagonista.

    En su propuesta, destaca el uso de la rejilla vegetal característica de las sillas de Málaga, ciudad en la que Juana Martín pasó su infancia, que viste tanto chaquetas cortas como vestidos, combinados con metal y tejido transparente.

    La plata es una de las grandes sorpresas, ya que el material fue utilizado para la creación del mítico sombrero cordobés. No fue el único tocado que destacó: varios casquetes completaron los estilismos de la línea.

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    FENDI

    El desfile de la casa italiana era uno de los más esperados de la Semana. En esta ocasión, tampoco falló. Kim Jones, director artístico de Alta Costura y Ready to Wear para mujer de FENDI explicó sobre su propuesta: "Pensaba en el futurismo de Karl Lagerfeld con FENDIEn la colección existe un humanismo en el centro de este futuro; está el cuerpo, la silueta dentro de la silueta, la persona y la artesanía de la alta costura. La colección va de estructura y decoración, donde ambas se vuelven inseparables. Buscaba la idea de precisión y emoción a la vez".

    Nos incitó a recordar que el corte geométrico de precisión en la ropa no ajustada crea nuevos volúmenes con ligereza y estructura en tejidos como el gazar de seda. El director apostó por tejidos de sastrería tradicionalmente masculinos como el mohair super kid, reforzando la silueta femenina.

    Realizados con los mejores hilos de cachemira y vicuña, vimos vestidos elevados de punto de canalé elegantemente arropados con arneses ‘Shibari’ anudados integrados en la silueta, que se sumaron a bordados trabajados intensamente y una nueva forma de flecos con aspecto de plumas aparece como un nuevo tipo de piel.

    FENDI
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    Armani Privé

    Giorgio Armani firmó, sin lugar a dudas, su propuesta más arriesgada hasta la fecha. El título Haute Couture en Jeu (que se podría traducir como Alta Costura en juego) ya lo daba a entender.

    En esta ocasión, descubrimos 92 vestidos de Alta Costura compuestos por tejidos fluidos, en contraposición con encajes vistosos, tul y una paleta de color especialmente inesperada, que combinó tonos pastel con otros más llamativos.

    Se presentó asimismo como un diálogo entre Oriente y Occidente, con una presencia destacada de kimonos, vestidos y monos destinados a abrazar el cuerpo, con un toque excéntrico que como el propio diseñador afirmó, pretende salir de las líneas estéticas habituales de la casa. 

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