Retrato de 'Bella', realizado por Ponce, rodeado de fotos de familia y amigos.
La historia de Ana Bella llega a los cines: "Por mucho que mi marido me maltrató... seguí confiando en las personas"
Su testimonio llega a las salas como herramienta para las jóvenes y con una recaudación destinada a su fundación.
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El pasado viernes 28 de noviembre se estrenó la película de animación Bella. El filme se inspira en la historia de Ana Bella, superviviente de violencia de género y fundadora de la red de mujeres de la organización homónima.
La entidad, creada en 2016, colabora actualmente en más de 80 países de todo el mundo para ayudar a otras afectadas a detectar este tipo de agresiones y superarla. Ana Bella explica que "actúan como amigas de aquellas que se han quedado sin estas por culpa del maltrato".
Ana Bella explica que pese a lo que sufrió, mantuvo intacta su forma de ser. "Por mucho que mi marido me maltrató, él no me cambió. Yo seguí confiando en las personas, confiando en el amor, porque en España hay hombres buenos con los que podemos tener relaciones sanas y ser felices", testifica la activista.
Esta resistencia marca la mirada con la que afronta su historia y es la idea que aparece en la cinta.
Michelle Jenner, la actriz que interpreta la voz de Bella, acompaña el relato con un tono calmado y con una suavidad constante, incluso en los momentos duros. Este detalle conecta con la experiencia real de la protagonista, que nunca perdió su identidad.
Para la superviviente, lo más valioso fue reconocerse en la película sin verse definida por la violencia. "Seguí siendo yo misma y eso fue lo que más me emocionó", explica. La historia no muestra solo un pasado de maltrato, sino también la fuerza de una mujer que se negó a cambiar su esencia.
El núcleo de la propuesta muestra cómo una relación que parece amor se transforma progresivamente en abuso, sin que la víctima lo perciba. "Nos enamoramos de un príncipe que poco a poco se va convirtiendo en un monstruo", asegura.
Las ensoñaciones de Bella revelan la transformación de su pareja.
La cinta busca crear conciencia sobre las señales sutiles de la violencia psicológica, señalando ese proceso de manera clara. Según explica Ana Bella, la elección del formato animado "permite representar estas circunstancias mediante efectos visuales, evitando una crudeza".
El hecho de que la transformación se dé de tal manera facilita la comprensión de la evolución emocional en una relación, y esto es justo lo que quería trasladar la activista.
Su pretensión era mostrar el daño en ese plano y no sólo las consecuencias físicas. La productora andaluza La Claqueta fue quien convirtió esa idea en un largometraje.
El impacto educativo se ve reflejado en institutos. Ana Bella reclama cambios urgentes en los centros y afirma que "hace falta una sistematización de la formación en prevención de violencia de género".
Además, detalla la necesidad de "una asignatura desde los tres años hasta los 18, por lo menos" y denuncia la ausencia de modelos afectivos, manifestando que "no tenemos referente de qué es una relación sana".
La apuesta llega a los cines con reconocimiento previo. Bella ganó el premio Cinéfilos del Futuro del Festival de Cine de Sevilla y está nominada a la Mejor Película de Animación en los Premios Forqué.
Además, ya puede verse en varias ciudades: Madrid (Artistic Metropol), Barcelona (Cine Maldà), Lleida (Screenbox), Sevilla (MK2 Cines Nervión), Cádiz (Multicines Centro Al-Andalus), Vigo (Cines Norte) y Santiago de Compostela (Cines Compostela).
La recaudación se destina a financiar la ayuda en casos de maltrato a través del Programa Amiga, una iniciativa dedicada a apoyar a las mujeres que están siendo víctimas de este tipo de violencia.
Bella no puede conciliar el sueño junto a Ponce.
Desde la organización, "la acompañamos durante todo su proceso de separación, de denuncia e incluso si necesita inserción laboral, apoyo económico o terapia", apunta Ana Bella.
Su historia sostiene el mensaje final de la cinta y reafirma que "hay salida" y que ninguna mujer debe vivir aislada.