Cayetano Martínez de Irujo y su increíble mansión del siglo XIX en San Sebastián.
Cayetano Martínez de Irujo (62) y su mansión del siglo XIX: "Podría tener un valor superior a los 10 millones de euros"
Se trata del Palacio de Arbaizenea, una residencia histórica en el centro de San Sebastián heredada de su madre, Cayetana de Alba.
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Cayetano Martínez de Irujo es hoy el dueño del Palacio de Arbaizenea, una residencia histórica en el centro de San Sebastián heredada de su madre, Cayetana de Alba. Esta propiedad es uno de los grandes símbolos del legado de la Casa de Alba en el País Vasco.
Construido en 1881 por orden del duque de Sotomayor, Carlos Martínez de Irujo y del Alcázar, el edificio adoptó un estilo inglés que destaca entre las mansiones vascas.
Con muebles originales, retratos de familia y detalles artísticos, el palacio conserva muchos de los elementos que marcaron la elegancia de la aristocracia de finales del siglo XIX.
El Palacio de Arbaizenea se ubica en la zona de Ayete-Arbaizenea, un entorno que antaño formaba parte de una finca de vastas dimensiones.
Aunque no hay confirmación pública de que tenga exactamente cuatro plantas de 480 metros cuadrados cada una, el palacio dispone aproximadamente de 1.600 metros cuadrados distribuidos en varias viviendas y niveles.
Martínez de Irujo ha manifestado que no ha intervenido drásticamente en el interior: "La casa está intacta como ella la dejó; solo reformo, arreglo y restauro", en referencia a su madre.
Durante décadas, el palacio fue residencia veraniega de Cayetana de Alba, que lo frecuentó como refugio junto a su familia.
A medida que la ciudad creció, parte de la finca cedida al dominio público, reduciéndose su perímetro privado a unas dos hectáreas, aunque aún conserva jardines y zonas exclusivas.
Cayetano ha planteado usos abiertos para la finca, como eventos o actividades culturales, aunque el palacio sigue siendo una vivienda privada sin acceso general.
La conservación del Palacio de Arbaizenea requiere un mantenimiento elevado, debido a su antigüedad y riqueza arquitectónica. Además, el mobiliario victoriano, los retratos familiares y los elementos originales (mármoles, carpintería, vidrieras...) suponen un gran valor patrimonial que impone cautela en las reformas.
Desde sus terrazas, el palacio ofrece vistas únicas sobre la bahía de La Concha y el monte Igeldo, uno de los paisajes más codiciados del norte de España. La finca incluye también antiguas casas de servicio, establos y zonas ajardinadas, que mantienen el carácter noble y campestre que cautivó a la duquesa de Alba.
En sus recientes declaraciones, el aristócrata ha subrayado que cualquier intervención es siempre de carácter restaurador, respetando la esencia del palacio de su madre.
Entre los espacios más emblemáticos destacan el gran salón principal, la biblioteca con techos artesonados y la galería de retratos, donde cuelgan obras de artistas históricos vinculados a la familia. Todo se conserva con un respeto absoluto al legado de la duquesa.
Mantener una propiedad de estas dimensiones no es sencillo. Es posible que el palacio requiera un mantenimiento anual que ronde los 200.000 euros, entre restauraciones, limpieza de jardines y conservación del patrimonio. Pese a los costes, el aristócrata ha afirmado que considera esta labor "una responsabilidad moral y familiar".
También cabe destacar que, a diferencia de otros miembros de la Casa de Alba, Cayetano prefiere la discreción. El palacio de Arbaizenea funciona como residencia temporal y espacio de retiro, alejado de la vida pública y de Madrid. La finca, vallada y rodeada de naturaleza, ofrece la intimidad necesaria para sus estancias de descanso o trabajo.
Los habitantes de la zona reconocen la majestuosa fachada, pero pocos han podido entrar. El aristócrata ha permitido el acceso a sus puertas únicamente en raras ocasiones, como para recibir visitas institucionales o para llevar a cabo eventos de beneficencia.
El Palacio de Arbaizenea es un fragmento vivo de la historia de la nobleza española, además de tener un valor económico que algunos expertos en bienes raíces calculan por encima de los 10 millones de euros. Su estado de conservación, su localización y su estilo lo hacen uno de los bienes raíces más únicos del norte de la nación.