Así es el hogar más personal de Ana Mena: su increíble casa en Estepona, el refugio que comparte con Óscar Casas

Ana Mena ha abierto las puertas de su refugio en Estepona, un espacio íntimo donde huye del bullicio de los escenarios y se retira a disfrutar con Óscar Casas y sus seres queridos.

Con estilo nórdico y tonos neutros, su hogar destaca por ventanales amplios, madera clara y decoración normcore, una combinación de confort y practicidad.

Pero el toque más original no está dentro, sino en el jardín: un huerto con hortalizas, olivos y producción propia de aceite, un oasis natural que conecta con su infancia.

Ana Mena en su huerto.

El huerto de Ana Mena es uno de sus rincones predilectos. Planta verduras, cuida olivos y hasta elabora su propio aceite, un proyecto artesanal que comparte con familiares y amigos.

Definido por la artista como una “joya”, este espacio no tiene intención comercial, pero sí muestra el orgullo por lo hecho a mano.

Comedor de Ana Mena.

Este escenario verde se convierte en un auténtico refugio espiritual y creativo, ideal para inspirarse y desconectar del estrés londinense.

El salón, pieza central de la casa, destaca por ser amplio, luminoso y de estilo minimalista. Grandes ventanales enmarcan la vista al jardín y ofrecen luz natural constante.

Muebles de IKEA y tonos neutros encarnan el estilo ‘normcore’: sobrio, cómodo y económico. Colecta reconocimiento por su sencillez funcional, con lámparas de mimbre y sofá chaise longue.

Una mesita redonda de madera y plantas (incluso artificiales) completan la decoración, mientras el aparador de roble muestra prestigiosos galardones musicales.

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El área de comedor acoge seis sillas negras de respaldo circular, combinando con mesa de madera para crear un ambiente elegante y acogedor.

Un espejo alargado acentúa la amplitud y refleja la luz, mientras que una gran planta natural aporta frescura y vitalidad al espacio.

Esta zona, diseñada para compartir y celebrar, refleja la filosofía nórdica: funcional, luminosa, con un guiño cálido y personal.

Estepona no es solo su hogar, sino su conexión emocional. Ana y Óscar han elegido este lugar para consolidar su relación, más allá de rumores y flashes.

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La vivienda ha sido escenario de reportajes exclusivos y sesiones románticas que confirman su estabilidad afectiva y su apuesta por un refugio real, no solo mediático.

Además del huerto, el jardín ofrece zonas de césped para disfrutar de la naturaleza con su perro. Está diseñado para pasear, relajarse o trabajar al aire libre durante días soleados.

Este ambiente natural ha sido clave durante la pandemia y se mantiene como su lugar de desconexión, siempre cerca de su familia y raíces malagueñas.

Uno de los elementos más valorados por Ana Mena es la conexión entre interior y exterior. Gracias a los grandes ventanales y al uso de materiales naturales, la transición entre salón y jardín es fluida, lo que le permite disfrutar de la luz, el aire libre y la tranquilidad sin renunciar al confort de su hogar.

Además, su casa refleja una apuesta consciente por la sostenibilidad. El uso de mobiliario duradero, materiales ecológicos y el cultivo de su propio huerto demuestran que Ana ha diseñado su refugio no solo con estilo, sino también con valores. Todo ello convierte su vivienda en un verdadero ejemplo de bienestar contemporáneo.