¿Sientes que constantemente fijas nuevas metas y objetivos pero no te ves capaz de cumplirlos? A menudo, podemos sentir que esas expectativas u objetivos se encuentran demasiado lejos y es fácil caer en la desmotivación. La cada vez mayor presencia de mujeres líderes directivas en grandes empresas y en puestos con mayor responsabilidad en España, es una de las evidencias de que los objetivos a la larga por muy exigentes que parezcan pueden llegar a ser realidad, aunque todavía quede camino por recorrer. 

Sea cual sea tu objetivo, es importante que visualices esa meta, pero que también pongas las herramientas y hábitos necesarios para conseguirla y hacerla realidad. Sobre esto precisamente es sobre lo que han estudiado dos expertos en gestión y organización: Ikujiro Nonaka (profesor de la Universidad Hitotsubashi) e Hirotaka Takeuchi (profesor de Práctica de Gestión de la Universidad de Harvard).

Estos dos expertos han sido los encargados de analizar los diferentes pasos a seguir que no pueden faltar para conseguir lo que te propongas y hay uno de ellos que es fundamental antes de empezar.

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Los hábitos que te ayudarán a alcanzar cualquier objetivo 

Estos dos expertos realizaron un estudio para intentar encontrar factores o hábitos comunes en aquellas personas que conseguían alcanzar sus objetivos con mayor facilidad. En todas ellas existían en común los siguientes hábitos:

Explora los matices de la situación

Con frecuencia, las personas tienden a ver las cosas en blanco y negro, sin considerar los matices intermedios. Este enfoque extremo puede nublar tu juicio y alejarte de tus objetivos. En realidad, existen múltiples formas de alcanzar tus metas.

Por lo tanto, es crucial analizar los detalles concretos, el contexto y comprender la totalidad de la situación para identificar la solución o estrategia más adecuada.

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Estar en contacto con la naturaleza

En la era de la tecnología, las pantallas y las ocupaciones de oficina a menudo mantienen a las personas alejadas del aire libre. Sin embargo, el contacto con la naturaleza ofrece numerosos beneficios, como la reducción del estrés, el fortalecimiento del sistema inmunológico y la estimulación de la creatividad. Proporciona un espacio para la reflexión y la inspiración, lejos de las cuatro paredes habituales.

Hazte todas las preguntas posibles

Al igual que las empresas tienen una misión, visión y valores, las personas también deben tener claridad sobre sus propósitos. La clave para avanzar hacia esos propósitos es hacerse preguntas fundamentales, como "¿Qué deseo lograr?", "¿Cuál es el propósito de mi vida?" y "¿Dónde me veo en cinco años?". Estas preguntas te ayudarán a reafirmar tus objetivos y deben revisarse periódicamente para adaptarte a posibles cambios de preferencias.

El Poder de la Lectura

La lectura ofrece numerosos beneficios, como la apertura a nuevos mundos y posibilidades. Los libros son herramientas para el aprendizaje, ejercitan la memoria, estimulan la imaginación y mejoran la concentración mental.

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Busca consejos e inspiración

En lugar de envidiar a quienes alcanzan sus metas, concéntrate en tu propio camino. Sin embargo, también puedes utilizar sus historias como fuente de inspiración, e incluso buscar consejos y recomendaciones cuando sea apropiado.

El hábito imprescindible para conseguir tus metas

Pero de todos estos hábitos en común, hay uno que es imprescindible para comenzar el camino hacia cualquier meta por complicada que sea y ese es el de establecer una rutina.

Y es que, la consistencia en tu día a día puede contribuir a mantener tu mente organizada y tu salud en óptimas condiciones. La salud es la piedra angular, ya que sin ella, cualquier meta que te propongas puede ser inalcanzable.

En este caso, establecer una rutina, no solo te ayuda a mantener el enfoque en tus objetivos, sino que también crea las condiciones necesarias para aumentar tu eficacia, desarrollar disciplina y gestionar el tiempo de manera eficiente, todo lo cual es esencial para superar obstáculos y alcanzar objetivos, incluso cuando son difíciles de lograr.

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Por lo tanto, es esencial tener claros tus objetivos y construir esa rutina que te acerque paso a paso hacia donde deseas llegar por varias razones fundamentales:

  • Consistencia y hábito: La rutina te ayuda a desarrollar hábitos sólidos. Cuando realizas ciertas acciones de manera regular como parte de tu rutina diaria, se vuelven automáticas con el tiempo. Esto facilita la ejecución de las tareas necesarias para alcanzar tus objetivos, ya que dejan de requerir un esfuerzo consciente.
  • Gestión del tiempo: Una rutina bien planificada te permite administrar tu tiempo de manera más efectiva. Puedes asignar intervalos específicos para trabajar hacia tus metas, lo que evita la procrastinación y garantiza que dediques tiempo de calidad a tus esfuerzos.
  • Mantenimiento del enfoque: Al tener una rutina, te ayuda a mantenerte enfocado en tus objetivos a largo plazo. Evita distracciones y te recuerda regularmente lo que estás tratando de lograr. Esto es especialmente útil cuando enfrentas desafíos o momentos de duda, ya que la rutina actúa como un recordatorio constante de tu compromiso.
  • Construcción de disciplina: La rutina requiere disciplina, y la disciplina es esencial para alcanzar objetivos desafiantes. Aprender a seguir una rutina y apegarse a ella incluso cuando no te apetece, fortalece tu autocontrol y tu capacidad de superar obstáculos.
  • Medición del progreso: La rutina te permite medir y evaluar tu progreso de manera constante. Puedes ajustar tu rutina según los resultados que estés viendo, lo que te permite adaptarte a las circunstancias cambiantes y optimizar tu enfoque.
  • Reducción del estrés: La incertidumbre y la falta de estructura pueden aumentar el estrés. Una rutina bien diseñada reduce la incertidumbre al proporcionar un marco predecible para tu día. Esto te permite abordar tus metas con un mayor sentido de control y confianza.
  • Incremento de la productividad: Al tener una rutina que incluye tiempo dedicado específicamente a trabajar en tus objetivos, aumentas tu productividad. Puedes aprovechar al máximo tus recursos y esfuerzos, lo que te acerca más rápido a tus metas.