Mujer comiendo fruta con yogur.

Mujer comiendo fruta con yogur. iStock

Estilo de vida

Paula Sáiz, farmacéutica: "En España pensamos que por ser un país mediterráneo comemos sano y no es así"

Un alto porcentaje de españoles pasa por alto la importancia de incorporar ciertos alimentos a su dieta diaria debido a esa "seguridad alimenticia".

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Es uno de los propósitos más perseguidos por todos y a su vez, la tarde más pendiente entre la gran mayoría que se lo propone: comer más sano.

España puede presumir de ser uno de los grandes productores de frutas y verduras del mundo, sin embargo, aunque las frutas y verduras forman parte de la famosa dieta mediterránea, lo cierto es que en nuestro país 8 de cada 10 personas no alcanzan las cinco raciones diarias recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Así lo advierte la farmacéutica especializada en nutrición Paula Sáiz de Bustamante (@nutricion.online.salud) , colaboradora de la compañía Juice Plus+, que alerta sobre un déficit nutricional creciente con consecuencias directas para la salud y el bienestar.

Un problema que va más allá de la estética o el peso y que, según los expertos, afecta a nuestro nivel de energía, la calidad del sueño, la piel e incluso el estado de ánimo.

"Estamos ante un reto de salud pública. Es imprescindible educar en nutrición desde la infancia y ofrecer herramientas reales para que la población pueda incorporar frutas y verduras a su día a día", sentencia Sáiz de Bustamante.

La dieta mediterránea en crisis

España es, en teoría, uno de los países mejor posicionados para mantener una dieta equilibrada: frutas frescas durante todo el año, verduras de temporada y acceso a productos locales de calidad. Pero la realidad es muy distinta.

"El ritmo de vida actual, la falta de tiempo para cocinar y la creencia de que comer sano es caro han reducido de forma drástica el consumo de fruta y verdura", explica Sáiz de Bustamante.

El resultado es un desequilibrio nutricional en el que muchas personas recurren a procesados, snacks rápidos o ultracongelados, dejando de lado los alimentos que deberían estar en el centro de cualquier menú saludable.

¿Por qué cinco raciones al día?

La OMS recomienda consumir al menos 400 gramos diarios de frutas y verduras, lo que equivale a cinco raciones.

El motivo es que estos alimentos aportan vitaminas esenciales, minerales, fibra y fitonutrientes que nuestro cuerpo no puede obtener de otra forma.

Entre sus principales beneficios se encuentran:

  • Refuerzan el sistema inmunitario, ayudando a prevenir enfermedades.
  • Mejoran la salud digestiva gracias a la fibra.
  • Favorecen la piel, el cabello y las uñas por su aporte de antioxidantes.
  • Ayudan a controlar el colesterol y la presión arterial.
  • Contribuyen a mantener un peso saludable de manera natural.

El problema, advierte Sáiz de Bustamante, es que la mayoría de la población española se queda muy por debajo de estas cifras, llegando en algunos casos a consumir apenas una o dos raciones al día.

Comer sano no es caro

Una de las grandes barreras detectadas es la idea de que llenar la nevera de productos frescos cuesta más que optar por comidas rápidas o precocinadas.

"Es un error muy común. Comprar frutas y verduras de temporada, en mercados locales o en formatos congelados, puede ser incluso más económico que llenar la cesta de ultraprocesados", recuerda la experta.

A esto se suma el desconocimiento nutricional: muchas personas no saben cómo combinar alimentos o preparar platos rápidos y saludables que incluyan las cinco raciones recomendadas.

Complementos nutricionales

En este contexto, la industria de la nutrición busca soluciones que ayuden a cubrir el déficit de nutrientes.

Juice Plus+ ha presentado recientemente Superfood Powder, un complemento alimenticio en polvo elaborado con 30 frutas, bayas y verduras diferentes, además de vitaminas y fitonutrientes de origen vegetal.

"No se trata de sustituir las raciones de fruta y verdura, sino de apoyar a quienes no llegan al mínimo diario y ofrecerles una manera fácil de incorporar nutrientes esenciales a su rutina", explica Sáiz de Bustamante.

Este tipo de productos está especialmente dirigido a personas con poco tiempo, estilos de vida muy exigentes o dificultades para mantener una dieta equilibrada.

Impacto en la mujer

El déficit de frutas y verduras no afecta por igual a todos. En el caso de las mujeres, la falta de estos nutrientes puede tener un impacto significativo en aspectos clave de la salud y el bienestar.

  • Energía y cansancio: sin vitaminas y minerales suficientes, la fatiga aparece con más frecuencia.
  • Salud de la piel: los antioxidantes de frutas y verduras combaten el envejecimiento prematuro.
  • Equilibrio hormonal: ciertos vegetales ayudan a regular ciclos y mejorar síntomas del síndrome premenstrual.
  • Salud ósea: minerales como el calcio y el magnesio, presentes en verduras de hoja verde, son fundamentales para prevenir la osteoporosis.

Los expertos insisten en que no hace falta hacer una revolución en la cocina, sino introducir pequeñas rutinas como añadir fruta en el desayuno o incorporar verduras en cada comida principal. 

Por otro lado, la planificación semanal es clave. Dedicar 30 minutos a organizar menús y lista de la compra evita caer en la improvisación.

Y es que los datos no dejan lugar a dudas. Si España continúa reduciendo el consumo de fruta y verdura, aumentará el riesgo de enfermedades relacionadas con la mala alimentación, desde obesidad y diabetes tipo 2 hasta problemas cardiovasculares.