Mar Flores, en el photocall de una gala.

Mar Flores, en el photocall de una gala. Gtres

Estilo de vida

Mar Flores (56), sin rodeos: "Las mujeres me quieren matar porque piensan que me voy a liar con sus maridos"

La modelo y empresaria acudía al pódcast de Nagore Robles para hablar abiertamente de su vida, mostrándose más segura que nunca. 

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Hablar de sexo en voz alta sigue siendo un tabú para muchas mujeres en España, sobre todo al cumplir los 50. Pero Mar Flores, modelo, actriz y empresaria, ha decidido derribar prejuicios y abrirse sin filtros en el pódcast de Nagore Robles, Nosotras tenemos que hablar.

A sus 56 años, Flores se muestra más libre que nunca, habla de su sexualidad sin tapujos y reivindica que la madurez femenina no está reñida con el deseo, la independencia y la plenitud.

"¿Le ha molestado a alguien alguna vez verte feliz? ¿Verte sonreír?" Le preguntaba directamente la ex concursante de Gran Hermano

Mar, con esa mezcla de ironía y sinceridad que la caracteriza, no dudó en responder: "Tantas veces... tanta gente, que creo que tienen hasta úlceras. No lo dicen, pero sí. Yo disfruto, de verdad, de ver a las mujeres que crecen, que salen adelante...".

Con estas palabras, Flores dejó claro que, aunque su vida ha estado marcada por la exposición mediática, que en más de una ocasión ha marcado su existencia, nunca ha dejado que las críticas le roben la sonrisa.

Lo que opinan de ella

Mar, que esta misma semana presentaba sus memorias, que no han dejado indiferente a nadie, Mar en calma, habló abiertamente, con sorna sobre lo que muchas mujeres piensan de ella. 

La modelo se encuentra en un momento vital pletórico. Recientemente convertida en abuela y con el corazón tranquilo, sabe lo que quiere y lo que no.

Durante la charla con Nagore Robles se sentía especialmente cómoda, hasta el punto de bromear sobre su estado civil actual.

"Cuando vas a un sitio sin pareja, una cena con matrimonios... Las mujeres me quieren matar", comenta entre risas.

La modelo y empresaria, Mar Flores.

La modelo y empresaria, Mar Flores. Gtres

Su reflexión, lanzada en clave de humor, esconde un trasfondo profundo: los prejuicios sociales que aún hoy pesan sobre las mujeres independientes.

"¿En qué momento piensas que voy a mirar a tu marido? ¿Has visto a tu marido? No me interesa", dice en tono irónico y con una gran sonrisa.

Y remata: "No vengo a cenar para ligar, vengo porque me aburro en casa y me habéis invitado". Una declaración sencilla que, en realidad, es un manifiesto de libertad.

Nagore no dudaba en describir a su invitada con una definición a la altura de Flores, defendiendo la injusta exposición a la que se ven sometida muchas mujeres a nivel social: "Eres una mujer bella, inteligente, poderosa, independiente, sexualmente activa, con mucha fuerza, con mucha elegancia...".

A lo que Mar, siempre rápida en sus réplicas, respondió entre bromas: "¿Por qué has incorporado lo de sexualmente activa? ¿Quién te ha dicho eso? ¿Dónde lo has leído, por que...?".

El intercambio, cargado de humor, destapó un tema que pocas famosas de su generación se atreven a poner sobre la mesa: la sexualidad femenina a partir de los 50.

El sexo después de los 50

En un país en el que la conversación sobre la sexualidad suele centrarse en la juventud, escuchar a una mujer de 56 años, decir en público que no piensa esconder esta parte de su vida es, en sí mismo, un acto (casi) revolucionario.

Flores se suma a un movimiento creciente de mujeres que reivindican su derecho al placer y a la autonomía más allá de los 40.

Actrices como Andie MacDowell, Monica Bellucci o Sharon Stone ya han abierto camino a nivel internacional, y ahora voces como la de Mar están consolidando este discurso en España.

La charla con Nagore dejó entrever un debate de fondo: ¿por qué una mujer independiente, atractiva y libre sigue incomodando? ¿Por qué molesta tanto una mujer segura de sí misma? 

El relato de Mar sobre las cenas con matrimonios refleja un estigma latente: la idea de que una mujer sin pareja es automáticamente vista como una amenaza.

En palabras de la modelo, el problema no es ella, sino lo que representa: libertad, seguridad en sí misma y una vida plena sin necesidad de un hombre al lado.