El truco para que los plátanos aguanten en su punto

El truco para que los plátanos aguanten en su punto iStock

Estilo de vida

El sencillo truco para que los plátanos estén en su punto más tiempo: ayudan a paliar el síndrome premenstrual

Es una de las frutas más consumidas en España, pero uno de los grandes problemas es su rápida maduración una vez llegan a casa. 

13 marzo, 2024 16:01

El plátano es una fruta versátil y ampliamente consumida, especialmente en España, donde ocupa el segundo lugar entre las frutas frescas más populares. Su perfil nutricional lo hace destacar como una opción saludable, siendo rico en carbohidratos, agua, fibra y antioxidantes, pero con bajos niveles de proteínas y grasas. Además, su contenido notable de potasio lo convierte en un aliado importante para la salud cardíaca, ya que este mineral es esencial para regular el ritmo cardíaco y la contracción muscular.

Otro aspecto significativo del plátano es su impacto positivo en la salud digestiva. La presencia de pectina, un tipo de fibra, puede ayudar a regular la digestión de los carbohidratos, lo que lo convierte en una opción favorable para mantener niveles de azúcar en sangre estables, siendo incluso una alternativa viable para aquellos que deben controlar la diabetes. A pesar de su contenido moderado de azúcar, su bajo índice glucémico lo hace una elección segura para quienes buscan mantener un equilibrio en su dieta.

El truco para que los plátanos aguanten en su punto

El truco para que los plátanos aguanten en su punto

Disminuye el síndrome premenstrual y otros beneficios del plátano

¿Te han parecido pocos sus beneficios? Te contamos más para que quede claro que los plátanos merecen un lugar privilegiado en el frutero. Su alto contenido en triptófano no solo combate la astenia otoñal, sino que también puede ayudar a aliviar el síndrome premenstrual. Al ser transformado en serotonina por el cuerpo, promueve un estado de ánimo positivo y una sensación de bienestar.

Además, los plátanos son excelentes para picar entre comidas de manera saludable, siendo ricos en vitamina B, lo que calma el sistema nervioso y el malestar estomacal. Son protectores de la mucosa intestinal y pueden ayudar a prevenir úlceras, acidez estomacal y digestiones pesadas. Es una opción conveniente para aquellos que experimentan malestar abdominal con frecuencia; simplemente llevar un plátano en el bolso puede ser de gran ayuda, incluso considerando llevarlo en un tupper para mayor comodidad.

Para quienes padecen anemia, los plátanos se convierten en aliados indispensables debido a su alto contenido de hierro, que favorece la formación de hemoglobina en la sangre.

Con todos estos beneficios, no cabe duda de que los plátanos merecen un lugar destacado en la dieta diaria.

La mejor forma de conservar los plátanos

Al comprar plátanos, nos enfrentamos a un problema común: el hermoso color amarillo inicial pronto se transforma en un feo tono marrón si no los consumimos rápidamente. Aunque son seguros para comer de esta manera, muchas personas los encuentran desagradables, especialmente porque se vuelven demasiado blandos. Sin embargo, hay formas de ralentizar este proceso.

Un truco efectivo es envolver los tallos con plástico film o papel de aluminio. Cuando los plátanos maduran, los tallos liberan un gas llamado etileno, que acelera la maduración del resto de la fruta. Al cubrir los tallos, se retiene este gas, lo que ayuda a mantener la fruta fresca por más tiempo y a retrasar la maduración excesiva.

Otro consejo útil es evitar comprar plátanos en bolsas de plástico o retirarlas una vez en casa. Al almacenarlos en una bolsa, atrapamos el gas etileno, acelerando su maduración. Además, es importante mantener los plátanos alejados de la luz solar directa, ya que el calor también promueve la maduración. Idealmente, deben almacenarse en un lugar fresco y seco, a temperatura ambiente.

Si los plátanos se han vuelto demasiado marrones, una opción es congelarlos. Podemos licuarlos para hacer batidos o utilizarlos como base para helados. También podemos cortarlos en rodajas y congelarlas en una bandeja para evitar que se peguen entre sí. De esta manera, conservarán su textura individual.