Loreto Gutiérrez, la primera coronel del Ejército del Aire.

Loreto Gutiérrez, la primera coronel del Ejército del Aire.

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El gran vuelo de Loreto: primera mujer coronel del Ejército del Aire tras ir a Afganistán e Indonesia

Loreto Gutiérrez se ha convertido en la primera coronel en el Aire. Es ingeniera aeronáutica y siempre quiso entrar en el ejército, incluso cuando las mujeres no podían ser militares.

19 marzo, 2021 03:07

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Las primeras mujeres que entraron en el Ejército van conquistando poco a poco espacios hasta ahora ocupados excluisvamente por hombres. La última en abrirse un hueco y volar bien alto ha sido Loreto Gutiérrez (50 años), la primera mujer coronel del Ejército del Aire.

En el año 2017 sólo había una mujer coronel en todo el Ejército español. Dos años despues, a finales de 2019, ya habían ascendido 14 a esa posición y 2020 y 2021 sigue por el mismo camino de reconocer el trabajo de estas mujeres en sitios donde aún no habían llegado.

Como el Ejército del Aire. Hasta el 4 de marzo, cuando se hizo público el ascenso de Loreto, ninguna mujer ocupaba ese escalafón. "Soy la primera del Ejército del Aire, pero ya hay mujeres que me han precedido en este empleo contando además con una general de brigada del Ejército de Tierra", aclara la nueva coronel en conversación con MagasIN.

Loreto lleva al Aire en las venas y al Ejército en el corazón. Su padre también fue militar en la aviación y, de hecho, eligió llamarla así por la Virgen del Loreto, la patrona que cuida de estos militares voladores.

"De pequeña me encantaba que mi padre me contase lo que hacía en su trabajo, sus anécdotas de la Academia General del Aire. No recuerdo haber querido ser otra cosa que militar, y eso que en aquella época todavía no había mujeres en las Fuerzas Armadas".

Como muchas otras soñó ser militar cuando ni siquiera le estaba permitido vestir de uniforme y ha ido derribando mitos sobre el valor de la mujeres militares a base de talento y pasión. 

"Desde el ingreso de la mujer en las Fuerzas Amadas hemos ido ascendiendo a empleos superiores, al igual que nuestros compañeros, cuando hemos cumplido los requisitos exigidos para ello".

Con tanto vuelos en la cabeza, esta madrileña tuvo claro qué elegir cuando llegó el momento de ir a la universidad: Ingeniería Aeronáutica en la Universidad Politécnica de Madrid.

Y en cuanto obtuvo el título, peleó con todas sus fuerzas para vestirse el uniforme azul: "Cuando acabé la carrera preparé la oposición para ingresar en el Cuerpo de Ingenieros del Ejército del Aire. Entré en la Academia General del Aire en septiembre del 1996 y conseguí mi despacho de teniente en julio de 1997".

Todo un referente en aeronavegabilidad, Loreto no podía ni imaginarse cuando empezó que iba a hacer historia siendo la primera mujer coronel en su amado ejército: "Cuando se empieza a trabajar creo que no se piensa en esas cosas, o al menos yo no las pensaba. Estaba orgullosa de haber ingresado en el Ejército del Aire, que es lo que siempre había querido, y por lo que me había esforzado. Sólo quería hacer mi trabajo lo mejor posible".

Por sus manos, han pasado casi todos los aviones del Ejército del Aire, desde el Airbus A400M, de la que es directora técnica de programas, a los aviones turbohélices de transporte táctico CN235 o el C295. "Cuando ingresé pasé destinada a la Sección de Ingeniería y Calidad del Ala 35, en la Base Aérea de Getafe. Recuerdo con especial cariño esos primeros años, en los que tienes mucha ilusión y todo por aprender".

Misiones internacionales

Pero no se quedó únicamente en la seguridad y acondicionamiento de las naves, también participó en varias misiones en el exteriores que la llevaron a trabajar en momentos claves como el gran tsunami de Indonesia o el conflicto afgano.

"Mi primera misión fue en Indonesia, en la Operación Respuesta Solidaria, una misión humanitaria para socorrer a las víctimas del tsunami que asoló las costas de este país a finales de 2004 y luego estuve dos veces en Afganistán, en la misión ISAF, y una en el Chad, en la operación EUFOR Chad-RCA".

Loreto es consciente que esas misiones han sido lo mejor de su vida militar, tanto por la exigencia que suponen como por la piña que se forma con los compañeros: "Las misiones en el exterior han sido de las mejores experiencias profesionales que he tenido, por lo demandante y lo interesante del trabajo que se realiza, pero sobre todo por la relación tan estrecha que desarrollas con tus compañeros en esas circunstancias".

En cada paso que daba, Loreto sí fue conciente de que no había muchas mujeres a su alrededor e insiste en que los compañeros la han tratado siempre como una más (o quizá habría que decir como uno más). Sin embargo, la aeronáutica sigue siendo un sector muy masculinizado dentro y fuera del Ejército.

"No había muchas mujeres, especialmente en los inicios, porque hace 25 años había menos que ahora en las Fuerzas Armadas. Yo venía de la Escuela de Aeronáuticos y ahí tampoco había muchas mujeres. Pero debo decir que esto siempre lo he vivido con normalidad. Lo importante es tratar siempre de ser un buen profesional y formar parte del equipo, independientemente de quién lo integre. Y yo siempre me he sentido así, una más del equipo".

En 2010, realizó el Curso de Estado Mayor y, tras finalizarlo, estuvo destinada al Mando de Apoyo Logístico con trabajos relacionados con el sostenimiento de flotas de aviones en lo referente a determinación de necesidades, análisis y programación de cargas de trabajo de mantenimiento.

"En 2015, pasé a la Dirección General de Armamento y Material, a la Subdirección de Gestión de Programas, inicialmente en la Jefatura de Ingeniería y posteriormente en la Jefatura de Sistemas Aéreos de Ala Fija. En este periodo fui directora técnica de los Programas MRTT y A400M y responsable del Área Logística del A400M", relata.

Desde 2019, ha estado destinada en el Estado Mayor, en la División de Planes, gestionando programas nacionales e internacionales, en las fases de definición de requisitos, implantación y entrada en servicio. Sin embargo, ahora con su ascenso, ha pasado nuevamente al Mando de Apoyo Logístico, aunque la idea es que siga unos meses en comisión de servicio en el Estado Mayor.