Las ratas llenaron el coche de avellanas YouTube
Un experto mecánico desvela el motivo surrealista por el que un coche no calentaba: “Las ratas habían montado un almacén”
Aunque cueste creer este tipo de situaciones ocurren más de lo que muchos se imaginan
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El invierno apretaba en una ciudad del noreste de China y un conductor notó que su coche no calentaba nada. Llevó el vehículo al taller, el experto mecánico abrió el capó y se encontró con un espectáculo único: las ratas habían montado un almacén entero de avellanas dentro del motor y los conductos de ventilación.
Qué pasó exactamente con las ratas que habían montado un almacén entero
En la ciudad de Jixi, una de las ciudades más frías de China, que hace frontera con Rusia, el señor Wang guardaba un saco grande de avellanas en su garaje cerrado y los roedores lo royeron sin piedad, según reveló el portal Oddity Central.
Durante semanas trasladaron los frutos secos al coche porque lo veían como un lugar seguro y calentito para pasar el crudo invierno de noviembre. El experto mecánico revisó primero la zona bajo el parabrisas y vio decenas de avellanas apiladas. Luego abrió las rejillas de la calefacción y descubrió que los conductos estaban totalmente bloqueados por el mismo material.
El filtro del habitáculo también rebosaba de avellanas y cáscaras rotas. Al final sacó más de dieciocho kilos de frutos secos en una operación que duró dos horas completas: “Comenzó a las 9:00 y hasta después de las 11:00 no quitó todas las avellanas”.
El coche no calentaba porque el aire no circulaba con tantas obstrucciones y el dueño nunca imaginó que los ruidos extraños venían de ratas cargando comida. Ahora llenó el garaje de trampas para evitar que repitan la jugada en la que perdió más de la mitad del bolsón de avellanas.
Otros casos donde los roedores convierten los coches en despensas
En España, durante la pandemia, un vecino dejó su Honda Accord tres meses parado junto a un bosque y una musaraña llenó el filtro del aire con tres kilos de avellanas que luego el propietario se comió tranquilamente.
En Estados Unidos, una mujer abrió el capó de su vehículo y encontró más de quinientas nueces negras que una ardilla acumuló en una sola noche. Para sorpresa de la dueña del coche, los frutos cubrían por completo el motor y parte del compartimento.
Los mecánicos aseguran que estos incidentes aumentan cuando el coche permanece inmóvil varios días, sobre todo en zonas rurales o garajes con comida cerca. Los roedores buscan refugio caliente y aprovechan cualquier hueco disponible para hacer de las suyas y que los dueños vivan un momento incómodo.