Oblea de semiconductores de Nexperia

Oblea de semiconductores de Nexperia Europa Press

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Vuelve el miedo al automóvil: la falta de chips amenaza con paralizar las fábricas y con disparar el precio de los coches

La geopolítica juega un papel crucial en este nuevo embate en el que los fabricantes europeos alertan ante "la inminente interrupción" de la producción.

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La industria del automóvil tiene ante sí una nueva crisis en el horizonte. Aunque, si echamos la vista atrás, una situación similar ya se produjo tras la salida de la pandemia. No obstante, pese a que el fin es el mismo, el trasfondo es bien distinto.

Vayamos por partes. La crisis de semiconductores vuelve a posarse sobre las fábricas automovilísticas. Ahora bien, la razón dista mucho de la que se produjo hace ahora cinco años.

Por aquel entonces los fabricantes automovilísticos dejaron de comprar semiconductores por el cierre de las plantas debido a la pandemia de Covid-19. Cuando recuperaron la actividad, los productores de chips derivaron esta fabricación a otros clientes, como los bienes de equipo. Ahora la geopolítica amenaza con paralizar la producción europea de vehículos.

La rivalidad tecnológica entre Estados Unidos y China se deja notar en Europa. ¿El motivo? El gobierno de Países Bajos nacionalizó el pasado 30 de septiembre Nexperia.

¿Por qué? El motivo que alegó el Ejecutivo neerlandés fue la posible transferencia de tecnología sensible a su empresa matriz china.

Por poner las cosas en contexto, Nexperia es una compañía dedicada a la producción de chips básicos de control de potencia, como transistores y diodos.

De hecho, la Cámara de Comercio de los Países Bajos suspendió a Zhang Xuezheng como consejero delegado de la compañía.

A su vez, la multinacional china Wingtech, matriz a la que pertenece Nexperia, respondió con el bloqueo de las exportaciones de productos de Nexperia en China. Esta situación llevó a la empresa a comunicar a los fabricantes automovilísticos que ya no podía garantizar el suministro.

Wingtech fue incluida en una lista negra de EE UU en diciembre de 2024, y las nuevas normas estadounidenses de este año implican que Nexperia, como filial, también estaría incluida a menos que se le concediera una exención.

En el caso de los vehículos, estos chips se utilizan para conectar la batería a los motores, para las luces y los sensores, los sistemas de frenado, los controles de airbag, los sistemas de entretenimiento y los elevalunas eléctricos.

La producción de estos chips tan sólo cuesta unos céntimos, pero la falta de ellos puede acarrear pérdidas inimaginables para la industria.

Voz de alarma

La patronal europea de fabricantes de vehículos (Acea) mostró su preocupación por "la inminente interrupción" en la fabricación de vehículos en el Viejo Continente por el bloqueo en el suministro de semiconductores.

"Actualmente, la industria está agotando sus reservas, pero los suministros se están reduciendo rápidamente", alertó Acea.

De hecho, no es de extrañar que algunas líneas de producción paren sus motores en los próximos días por la falta de suministro. Sigrid de Vries, directora general de Acea, explicó que "la paralización de las líneas de montaje podría producirse en cuestión de días".

Cabe recordar que el sector automovilístico forma parte de una larga cadena industrial en la que una alteración afecta a la totalidad de la misma.

Sin solución a la vista

Pero, si hay problemas con este proveedor, ¿por qué no se acude a otro? Los acuerdos en la industria automovilística son a largo plazo, por lo que los cambios de la noche a la mañana no suelen darse en este sector.

Para empezar porque hablamos de volúmenes tan altos que sería prácticamente imposible llevarlo a cabo por ningún otro fabricante en tan corto periodo de tiempo.

Y para continuar porque los chips empleados en el sector de la automoción han de pasar rigurosas pruebas y el proceso de calificación para un nuevo proveedor se alarga durante meses.

Lo cierto es que el Ministerio de Asuntos Económicos de los Países Bajos anunció que está en conversaciones con China para solventar este problema. No obstante, obvió dar un plazo para alcanzar una solución.

De hecho, la reunión que mantendrán hoy Xi Jinping y Donald Trump en Corea del Sur puede ser la puerta de entrada para lograr solventar esta crisis.

No hay que olvidar que Nexperia es un Tier 2. En román paladino, hablamos de un proveedor de la segunda línea que se encarga de suministrar sus piezas a otros fabricantes que están por encima en la cadena industrial que, a su vez, se encargan de surtir a los propios fabricantes de vehículos.

Los proveedores piden rapidez

Desde la patronal europea de proveedores de automoción (Clepa) instaron "a todas las partes interesadas a que participen de forma constructiva y actúen con rapidez para encontrar soluciones viables e inmediatas que puedan evitar interrupciones en la producción en toda la cadena de valor de la automoción".

Benjamin Krieger, secretario general de Clepa, reconoció que "este es un asunto extremadamente delicado". José Portilla, director general de la patronal nacional de proveedores de automoción (Sernauto), apuntó que "no estamos en un momento para asumir interrupciones productivas ni incertidumbres en la cadena de suministro".

La escasez actual tiene un efecto continuo en sistemas electrónicos clave, como los sensores de radar, que por sí solos consumen cerca de un millón de chips a la semana.

De hecho, los chips son esenciales para la electrónica de los vehículos y para hasta 700 componentes críticos adicionales.

Alza del precio de los vehículos

La última escasez de semiconductores se produjo, sobre todo, en los años 2021 y 2022. Entonces, los fabricantes automovilísticos priorizaron la producción de modelos con un precio más elevado.

Todo ello con el fin de lograr unos mayores márgenes. Una situación que en caso de no solventarse la crisis de Nexperia amenaza con volver a repetirse en un momento en el que la industria del automóvil se enfrenta a la transición de la electrificación, guerras comerciales y la competencia de las firmas chinas.

La venta de estos vehículos también tuvo un beneficio en las redes de concesionarios. Estas lograron la mejor rentabilidad en 2022, cuando la situaron en el 2,2%. Un año después, con el suministro de semiconductores ya restablecido, los márgenes de los concesionarios bajaron hasta el 1,58%.