Javier Linares, asesor financiero y creador de contenido
Un asesor financiero, sobre el coche que te puedes comprar según tu salario: "Hay que seguir la regla del 35%"
El economista Javier Linares advierte que muchas personas compran coches que no pueden pagar y ponen en riesgo toda su economía familiar.
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Comprar un coche es una de esas decisiones que casi todos tomamos alguna vez, pero a la que pocos le dan la importancia que merece.
No es solo elegir color, marca o modelo: es una decisión financiera que puede marcar tu economía durante años.
Muchos se dejan llevar por la emoción del momento, por la ilusión de estrenar vehículo o por el deseo de aparentar cierto estatus, sin pensar en las consecuencias reales para su bolsillo.
Una decisión clave
"La compra de un coche es una decisión que puede afectarnos y estresarnos financieramente mucho más de lo que pensamos, y sin embargo es una decisión que la mayoría de la gente se toma a la ligera", advierte el economista Javier Linares.
Esta situación, que mucha gente no contempla, está llevando a muchas familias a situaciones críticas: "Con la subida de la inflación, los costes de transporte y aparejados a la tenencia de un vehículo han hecho que muchas familias estén gastando entre un 10 y un 30% en mantener el coche".
Por esta razón, recomienda aplicar una fórmula sencilla para saber cuánto puedes gastarte sin comprometer tus finanzas personales.
"La primera de las reglas para saber cuánto dinero te puedes gastar en la compra de un coche es una regla muy sencilla, que es la regla del 35%", explica.
"Esta regla básicamente dice que tienes que coger tus ingresos anuales, multiplicarlos por 0,35 que es el 35%, y esta es la cantidad máxima que deberías gastar en un coche", añade.
Si, por ejemplo, ganas 2.000 euros al mes (unos 24.000 al año), el precio máximo de tu coche debería rondar los 8.400 euros. Nada más, aunque muchos piensen lo contrario.
Ante esta situación, muchos se preguntan si no existe ninguna opción de adquirir un modelo más caro, a lo que el asesor responde con claridad: "Pues no, no te lo puedes permitir, ni tú ni la mayoría de gente que lleva BMWs".
Este tipo de comportamientos, según señala el experto, siguen un patrón claro: "Lo solemos hacer por ego o por estatus, no porque tomemos una decisión financiera racional".
Dentro de esta situación, el precio del coche no solo corresponde a lo que gastamos al principio, sino todo lo que viene después.
"A mayor coche, ya no es sólo el dinero que tienes que dar, sino que suben los gastos de seguro, de mantenimiento, de ruedas, de gasolina... de absolutamente todo", apunta.
Otra regla clave
A la norma del 35% se suma otra conocida. "Se trata de la regla del '20-4-10', y es muy sencilla de entender", dice el asesor.
La idea es simple: dar un 20% de entrada, financiar el resto (el 80%) en un máximo de cuatro años y procurar que todos los gastos del coche (cuotas, mantenimiento, seguro, gasolina...) no superen el 10% de tus ingresos.
"Si no puedes permitirte el 20% de entrada de un vehículo entonces es mejor que uses el transporte público", aconseja sin rodeos.
Al final, más allá de las fórmulas, el mensaje es claro: hay que mantener la cabeza fría. "Es importante tomar decisiones que tengan sentido financieramente y a veces dejar un poquito de lado la parte de la emoción, del ego y del estatus", concluye.