Alquila un coche en España este verano y se lleva una sorpresa: lo que no te cuentan ni en el precio ni en el seguro

Alquilar un coche para moverse por España en verano parece una opción sencilla… hasta que llegan las sorpresas. Eso fue lo que le ocurrió a una turista que reservó un vehículo para recorrer la costa levantina y descubrió, al llegar, que no podía circular por parte del centro urbano con su coche de gasolina, a pesar de tener seguro, etiqueta y todos los papeles en regla. Lo que no tuvo en cuenta —como les pasa a muchos— fue el nuevo mapa de restricciones y condiciones que afecta ya al alquiler de coches en buena parte del país.

Moverse en coche de alquiler sigue siendo una de las opciones más populares entre viajeros nacionales y extranjeros, especialmente en zonas turísticas como Baleares, Andalucía o Cataluña. Pero este 2025, ni el precio ni el seguro son lo único que importa: hay nuevas normativas, restricciones de acceso y requisitos adicionales que pueden amargar el viaje si no se tienen en cuenta a tiempo.

Uno de los grandes cambios afecta a regiones como Baleares o Canarias, donde se han endurecido las normas para controlar la saturación de vehículos en temporada alta. Las empresas de alquiler tienen cupos limitados, lo que dispara los precios y obliga a reservar con semanas, incluso meses, de antelación.

A esto se suma la normativa sobre Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), ya implantada en ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla. En estos entornos urbanos, los coches de combustión sin distintivo ambiental —y, en algunos casos, incluso con etiqueta C— no pueden acceder libremente al centro. ¿El resultado? Turistas que llegan con su coche alquilado y no pueden entrar al casco histórico, enfrentándose incluso a sanciones.

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Además, las empresas de alquiler también han elevado sus exigencias. Ahora es habitual que pidan DNI o pasaporte escaneado, carné de conducir digitalizado y tarjeta de crédito a nombre del conductor. Si solo se tiene tarjeta de débito o si se viaja con la documentación física sin enviar previamente, la reserva puede quedar anulada al momento.

En plataformas internacionales, algunas compañías revisan incluso el historial de conducción del usuario antes de formalizar el contrato. Y no todos los extras están incluidos: limitaciones de kilometraje, cargos por combustible, franquicias del seguro o penalizaciones por retraso pueden inflar considerablemente el coste final si no se revisa el contrato con lupa.

⁠ La sanción que puedes recibir incluso si llevas la etiqueta ambiental en tu coche: podrías ser multado con hasta 200 €

Por eso, si este verano vas a alquilar un coche en España, no basta con mirar el precio más barato. El tipo de motor, la zona por la que vas a circular y la letra pequeña del contrato pueden marcar la diferencia entre un viaje sin sobresaltos y uno lleno de inconvenientes inesperados.