El fabricante italiano Maserati ha anunciado la llegada de una actualización para su modelo Ghibli, escalón de acceso a la gama de la marca, que renueva ligeramente su aspecto tras cuatro años en el mercado para seguir resultando atractivo entre una competencia cada vez más extensa y agresiva. 

El Ghibli se puede considerar como una especie de "Quattroporte a escala". Sin duda, los aspectos de la segunda generación del Quattroporte y del Ghibli son extremadamente parecidos, aunque en un formato más reducido en el caso de este último, lo que le ha servido para convertirse, en estos últimos años y hasta la aparición del SUV Levante, en el modelo más vendido de la marca. 

Ahora la marca del tridente ha mejorado la imagen del Ghibli, que pasa a denominarse Ghibli GranLusso. La carrocería no sufre ningún cambio a nivel estructural, pero su estética, sobre todo en la parte frontal, ha mejorado su aspecto notablemente, eliminando de un plumazo los primeros visos de envejecimiento que pesaban sobre el modelo. 

En la parte delantera encontramos un frontal con una nueva calandra, de nuevo de generoso tamaño, así como unos grupos ópticos más definidos, grupos ópticos que reciben por primera vez tecnología Full LED con sistema de iluminación inteligente matricial. Además, el paragolpes muestra unas molduras decorativas de nueva factura que mejoran su apariencia. 

Se estrenan también nuevos diseños para las llantas de aleación, así como unos nuevos pilotos traseros, de nuevo con mayor presencia de tecnología LED. En el interior no hay cambios a excepción del sistema multimedia, que se actualiza para resultar más fácil y cómodo de utilizar. 

Se mantiene la actual gama de motores, con propulsores V6 tanto diésel como gasolina con potencias que superan los 400 CV en sus versiones más prestacionales. Maserati ha tenido a bien mejorar la equipación de los Ghibli con nuevos sistemas activos de asistencia a la conducción, un terreno en el que el Ghibli sufría respecto a sus rivales.