Sandra Barneda con su perro Leo.

Sandra Barneda con su perro Leo. Sandra Barneda

Mascotario

Sandra Barneda, sobre cómo su perro Leo le cambió la vida: "En todos los momentos duros, su mirada me sujetaba"

La periodista y escritora cuenta, en una entrevista con Mascotario, cómo su vida ha cambiado desde que ha llegado su perro. 

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"Su nombre es Leo, es un Jack Russell de cuatro años. Le encanta jugar, recibir cariño y es el ser más sociable que he conocido", cuenta Sandra Barneda cuando habla de su compañero inseparable. Pequeño, enérgico y de mirada luminosa, Leo ha conquistado a todos a su alrededor, pero sobre todo a ella.

"Tiene una mirada humana". A veces se quedan mirándose durante largos ratos, se quedan mirándose fijamente durante largos ratos, reconociéndose en los ojos del otro. Sandra confiesa que dejó de verlo como una mascota desde el momento en que llegó a su vida.

"Para mí es alguien especial", dice, y lo demuestra en los gestos cotidianos: tirarse juntos en el sofá o en la cama, especialmente por las mañanas, cuando él se muestra más cariñoso y tranquilo. "Estoy contigo, pase lo que pase", siente que le dicen esos ojos que la siguen a todas partes.

Un reloj interno

Leo tiene un "reloj interno" que marca con precisión las 7:30 de la mañana. A esa hora, empuja con sus patitas, ladra o se inquieta: reclama atención, conversación o juego. Viaja con Sandra siempre que puede, sin importar la distancia ni las incomodidades.

"Incluso si porque venga conmigo tengo que hacer recorridos más largos o incómodos lo hago sin pensarlo", confiesa. Su sueño pendiente: llevarlo a la República Dominicana, a las grabaciones de La isla de las tentaciones.

Un vínculo indestrutible

La periodista recuerda un momento en el que comprendió la magnitud del vínculo que los une. Durante una estancia fuera del país, dejó a Leo con sus padres. "Cuando volví, mi madre lo llevó a la estación de tren. Desde lejos ya vio que era yo", rememora emocionada.

Y en los días difíciles, cuando no sabía dónde agarrarse, fue la mirada de Leo la que la sostuvo: "En todos los momentos duros, su mirada me sujetaba".

A su lado ha comprendido mejor la necesidad de ser constante. "Desde que llegó a mi vida, soy otra persona". Cuenta que la supera en amor incondicional, estando siempre presente a su lado y con buena cara. 

'El Principito'

Si su historia juntos fuera un libro, tendría un título simbólico: El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry. "Porque él es mi ser especial". Como el niño de cabello dorado mira su rosa, con amor y responsabilidad, así mira la escritora a su Leo.

Sandra guarda un deseo sencillo y profundo: "Me gustaría que se acordara de mí como alguien que le quiso desde el primer minuto y que cada día trató de darle el mayor cariño y comprensión". Y en esa mirada mutua —tan humana, tan sincera— se resume todo: que el amor verdadero, a veces, ladra.