Un pato andando en un jardín.

Un pato andando en un jardín.

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Mascotario

Laura, educadora, revela el mejor alimento para patos: "Alfalfa, gusanos deshidratados y lechuga fresca"

La experta explica cuál es la mejor alimentación para que los patos crezcan sanos y fuertes, desmintiendo las creencias comunes.

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Angelica Rimini
Publicada

En un reciente experimento que capta la atención de los amantes de los animales, la veterinaria y amante de los animales, Laura Londoño ha puesto a prueba la dieta de Ernesto, un pato bebé que se ha convertido en el favorito de su canal.

A través de una serie de degustaciones con nuevos alimentos, Laura no solo buscó la reacción de Ernesto, sino también educar sobre lo que "realmente necesitan" los patos para una vida saludable.

Laura enfatizó que una de las principales metas de este experimento es acostumbrar a Ernesto a una alimentación que le permita "vivir muchos años sano y fuerte", diferenciándose de otros patos que solo fueron criados para comer maíz.

La veterinaria desmintió una creencia común sobre estas aves. "Estamos acostumbrados a creer que un pato solo necesita concentrado para aves o maíz y este es el error número uno", afirmó.

Explica que, a diferencia de esta idea popular, "los patos son animales omnívoros". Esto implica que su dieta debe ser variada, incluyendo "tanto proteínas de origen animal como origen vegetal, pero también muchos vegetales, frutas, verduras y semillas".

La necesidad de proteína animal es vital, pues "ellos comen insectos, lombrices, gusanitos y cositas voladoras," siendo esto una fuente esencial de nutrientes. Además, requieren "mucha fibra vegetal" y "muchas semillas".

El agua

Antes de iniciar la prueba de alimentos, Laura recuerda que "son animales acuáticos, es decir, que necesitan el agua para sobrevivir". No solo necesitan beber, sino que también requieren el agua para pasar gran parte de su día y para consumir el alimento.

"Los patos, a medida que van comiendo sea cual sea el alimento, los remojan en agua y van pasando por la anatomía de su pico", explicó la experta, señalando que les cuesta mucho masticar y tragar cosas grandes. Por esta razón, el agua debe estar siempre muy cerca de la comida.

El menú degustación

Ernesto probó una variedad de vegetales, semillas y proteínas, permitiendo a Laura calificar sus preferencias. La alfalfa le encantó, pero los gusanos deshidratados fueron su cosa favorita, así como la lechuga fresca. "Era muy fácil de comer".

La espinaca también le gustó, pero no tanto como la lechuga. Mientras que los brócolis se revelaron difíciles de comer, ya que el tallo es bastante duro y grande.

Por último, Ernesto descartó el pimentón, el apio, la zanahoria, la manzana y la pera. Laura notó que al pato le resultó muy sencillo comer las semillas que venían en una mezcla para aves de corral, aunque las que eran muy grandes no las picoteó.

También le llamó la atención que buscaba muchos gusanitos y que seleccionaba lo que le gustaba con facilidad.

Una dieta variada

Al finalizar el experimento, Laura quiso dejar un mensaje claro: "Los patos no son animales que simplemente pueden comer concentrado para gallinas". La veterinaria concluyó que la necesidad de una dieta variada aplica a otras mascotas también.

"Creo que todos los animales, incluidos los conejos, tienen que comer un montón de vegetales," enfatizó, ofreciendo el experimento con Ernesto como una fuente de ideas para quienes tienen o piensan tener patos.