Dos gatos acostados.

Dos gatos acostados.

Mascotario

María Ángeles, educadora, sobre cómo jugar con dos gatos a la vez: "Hay que dedicarle turnos de 15 o 20 segundos a cada uno"

Convivir con dos gatos implica ofrecerles el tiempo necesario para una buena sesión de juego estructurada y equilibrada.

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"En mi casa, jugar con dos gatos a la vez es imposible", le escribe una clienta a la educadora María Ángeles García. Disfrutar de la compañía de dos felinos es un don. Sin embargo, los tiempos de juego son fundamentales para su bienestar.

Aunque se hacen mucha compañía el uno al otro, necesitan socializar con sus humanos de referencia. Como tutores responsables, debemos aprender a dedicarles el tiempo necesario y a estimularlos de la forma correcta para obtener buenas sesiones de juego.

La profesional cuenta el caso de Clara, quien convive con dos gatos jóvenes y llenos de energía. Cada tarde intentaba jugar con ambos a la vez, pero siempre ocurría lo mismo: uno acaparaba el juguete y el otro se frustraba y se retiraba.

"A veces incluso había bloqueos, miradas intensas y persecuciones", explica la educadora. Cada día estaban más irritables entre ellos y la tutora ya no sabía qué hacer.

Falta de estructura

"Lo que parecía simplemente no saber cómo jugar con dos, era, en realidad, una falta de estructura en el juego y de equilibrio entre ambos", afirma María Ángeles.

De hecho, al revisar el escenario de juego, la educadora descubrió que había demasiados estímulos, poca dirección y nula estructura. Además, no existía una conducción del juego ni un cierre pacífico.

"La convivencia mejora muchísimo cuando el juego es equilibrado". Jugar es una necesidad felina, indica, pero jugar en grupo es un reto. "No es que tus gatos no se lleven bien, es que nadie les ha enseñado un sistema claro, secuencial y predecible".

María Ángeles confiesa que, para obtener un juego satisfactorio, es fundamental seguir algunos pasos claves que marcan la dirección del juego.

El escenario

En primer lugar, es importante preparar el escenario. En una habitación específica, se puede elegir un espacio adecuado y reunir unos pocos juguetes diferentes para crear un ambiente seguro.

Cajas con orificios, túneles o mantas que limiten la invasión del espacio del otro ayudan a crear una estructura de juego a nivel arquitectónico dentro del área disponible, de modo que los animales se acostumbren visual y sensorialmente al tiempo de entretenimiento.

"También es fundamental separar y ralentizar energías". La tutora debe dedicar a cada gato turnos muy cortos de 15 o 20 segundos, uno a uno. El juguete debe tener un único gato objetivo, nunca dos simultáneamente.

Por último, es necesario cerrar el juego en calma. "Finaliza las sesiones con una captura para cada uno", sugiere. Esto permitirá a los gatos quedarse con una sensación de satisfacción.

Señales de tensión

"Durante todo el tiempo de juego, observa también si hay señales de tensión o baja intensidad". Esto puede servir para ajustar la actividad en función del estado de ánimo del animal.

En el caso de Clara, a los pocos días ya notó que el ambiente había cambiado por completo. Los bloqueos desaparecieron, las sesiones de juego fluían y la tensión diaria entre los dos disminuyó de forma evidente.

"Pensaba que mis gatos no sabían jugar juntos. Resultó que solo necesitaban estructura. Ahora disfrutan, y yo disfruto con ellos", afirma la tutora.