El ojo de un perro.

El ojo de un perro.

Mascotario

Manuel Manzano, veterinario, revela la verdad sobre cómo ven los perros: "Perciben el rojo como una tonalidad amarilla"

Los humanos pueden distinguir entre el rojo, el azul y el verde, mientras que los perros solamente ven dos tipos de colores.

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"No es verdad que los perros ven solamente en blancos y negro", afirma el veterinario clínico Manuel Manzano. El experto desmiente la creencia y afirma que la capacidad para ver el color en el ojo humano y el del perro depende de unas células llamadas conos.

"Los humanos poseen tres tipos de conos, que permiten distinguir entre la luz roja, azul y verde. En cambio, el perro solo tiene dos tipos". Esta diferencia impide a los perros ver claramente los colores rojo y verde.

En lugar, distinguen tonalidades de color amarillento. "Lo que es el color rojo, lo perciben como una tonalidad amarilla. El hecho de que su visión del color sea diferente no significa que sea en blanco y negro".

Además de los conos, la retina de estos animales posee otro tipo de células llamadas bastones. Estos son la terminación de un tipo de neurona que son muy sensibles a la intensidad lumínica.

La oscuridad absoluta

"Por esto, los perros son capaces de ver prácticamente la oscuridad absoluta". El can tiene un número mucho mayor de bastones en sus ojos en comparación con los humanos.

"Han sustituido parte de los conos por bastones en una estructura conocida como tapete lúcido". El veterinario explica que esta composición permite que condiciones ínfimas muy pequeñas de luz sean suficientes para que esas células especializadas capten la intensidad y el perro pueda ver.

"Es un mecanismo impresionante", afirma el veterinario. Aunque es verdad que, al tener menos conos, el perro pierde capacidad para apreciar los detalles. Mientras que los humanos miramos algo de cerca y notamos con mayor detalle la composición del objeto, el perro no tiene esa capacidad.

Fotogramas

"Esto pasa también con la televisión. El ojo del perro no puede verla igual que nosotros", cuenta el experto. Las imágenes en movimiento (como la televisión o el cine) consisten en una velocidad de pase de fotografías, denominadas fotogramas.

El ojo humano no percibe el salto entre foto y foto a una velocidad determinada, lo que nos permite ver la continuidad de la película. Para que el perro perciba esa continuidad de la imagen, necesita un mayor número de fotogramas por segundo (más número de fotos).

"Por ello, cuando el perro ve la televisión, sobre todo en las antiguas, ve saltos de imagen y no la misma continuidad de imagen que observamos los humanos", concluye el veterinario.