Un gato estirándose en una casa.

Un gato estirándose en una casa. Istock

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¿Por qué mi gato se estira cuando me ve? Los expertos aclaran el misterio: "Este gesto libera feromonas de las patas"

Este comportamiento es un lenguaje corporal complejo que, dependiendo de las situaciones, transmite una necesidad diferente.

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Los gatos, con su carácter enigmático y sus gestos cargados de significado, suelen desconcertar a sus dueños cuando realizan acciones aparentemente simples. Una de ellas es el estiramiento al ver a su humano acercarse.

Este movimiento puede parecer un simple movimiento, pero guarda muchos significados. Los felinos comunican con su lenguaje corporal todo su mundo interior, al que nosotros no tenemos acceso.

Un reciente vídeo del canal especializado ExpertoAnimal ha desglosado las siete razones principales detrás de este comportamiento, que abarca desde aspectos puramente biológicos hasta expresiones de confianza y afecto.

Una respuesta natural

"Los felinos pasan entre 14 y 16 horas diarias durmiendo, y aún más a medida que envejecen", explica. Es normal que, tras tanto sueño, necesiten recuperar agilidad.

El estiramiento activa la circulación y prepara los músculos. También les ayuda a recuperar el control del cuerpo. Es algo instintivo para un animal que, por naturaleza, es cazador.

"Además de estirar su musculatura, este gesto es la señal de que el gato vuelve a estar atento". Les ayuda a pasar de un estado de vulnerabilidad propio del sueño a una posición de mayor seguridad y reacción inmediata frente a cualquier estímulo.

Comodidad y confianza

Cuando un gato se estira frente a su dueño, lejos de ser un acto mecánico, también expresa bienestar emocional. Según el experto, lo hace porque se siente cómodo y protegido en tu compañía.

Si se estira cerca de ti es, además, una invitación a la caricia. Si incluso expone su barriga, el signo de confianza es absoluto. Esa postura solo la adoptan cuando sienten protección total.

Marcaje de afecto

Para los gatos, estirarse también es una forma de comunicación. A veces se alargan sobre ti o contra algún objeto. Así liberan feromonas desde las almohadillas de sus patas.

Dejan un rastro oloroso que tú no percibes, pero que otros gatos sí. "Es un modo de marcar territorio y también vínculo. Es como si el gato te dijera: eres de mi grupo".

El estiramiento produce una liberación de endorfinas. Esto da una sensación de placer y relajación. Muchos gatos combinan ese gesto con un bostezo.

Lo hacen para liberar tensiones, sentirse cómodos y disfrutar del momento. Incluso los más nerviosos se estiran con frecuencia porque les calma.

Una llamada de atención encubierta

Convivir con un gato implica aprender a interpretar su lenguaje corporal. Estos animales domésticos aprenden rápido. "Saben que un movimiento gracioso puede conseguir lo que quieren", explican.

Algunos se estiran de forma estratégica para lograr una caricia, comida o simplemente tu atención. Es un método tan efectivo como sus maullidos.

Las hembras en celo

En el caso particular de las gatas, los estiramientos constantes pueden estar directamente relacionados con su ciclo de apareamiento.

Cuando llega, las gatas se muestran más inquietas. Se estiran sobre el suelo. Se frotan contra objetos o contra las piernas de sus dueños. Emiten maullidos insistentes, sobre todo por la noche.

En este caso, el estiramiento tiene un origen hormonal. Es un comportamiento más evidente durante épocas de mayor luz solar.

Más que un simple gesto

Que un gato se estire, "no es un detalle sin importancia. Es un lenguaje corporal complejo", concluye el experto. Puede ser biología pura, una forma de comunicación o un signo de cariño.

Para los dueños, comprenderlo es una forma de reforzar la relación con su mascota. Estirarse, en el mundo felino, es mucho más que un ejercicio físico. Es una expresión de vida y de emociones.