Sí, ya se sabe que fumar aumenta el grado de molonidad de cualquiera entre un 60 y un 75% más con respecto a los no fumadores. A ver quién es el guapo que niega que James Dean con un cigarro en los labios es lo más cool del mundo. Y se puede decir que no fue el tabaco lo que acabó con él.

Bromas aparte, fumar es una costumbre de lo más estúpida que se lleva por delante cada año, a nivel mundial, a unas ocho millones de almas. Se dice pronto. Por ello, dejar el vicio no es mala idea porque algo que también sabemos todos es que es una cosa bastante perjudicial, no vamos ahora a descubrir nada nuevo.

También habrá quien diga que "¿para qué voy a dejarlo si mañana voy por la calle, me cae una maceta en la cabeza y me mata?"… Desde luego, éste es un argumento de peso que desarma por sí sólo cualquier campaña contra la nicotina. En fin.

En cualquier caso, en Málaga encontramos cada año nuevas playas donde la prohibición de encenderse un pitillo es un bendito bálsamo para aquellas personas que no gustan de respirar humo de segunda mano. Si el año pasado 2021 eran cinco las localidades costeras donde se concentraban estos arenales libres de malos ambientes, en este 2022 se han sumado otras tres, según el listado oficial ofrecido por la Junta de Andalucía, de modo que son ocho los municipios que ofrecen este tipo de espacios que cada vez son más demandados: Algarrobo, Archidona, Arriate, Campillos, Estepona, Mijas, Torrox y Vélez-Málaga.

Playas y piscinas municipales

Si algunos de los pueblos les chirría en este listado, no se alarmen: la provincia de Málaga atesora 13 playas, pero también varias piscinas municipales y otros espacios donde han prohibido fumar en zonas concretas. Porque, como novedad, desde el año pasado a esta iniciativa contra el tabaquismo se pueden anexionar las piscinas.

En Mijas, en Calahonda-La Luna-Royal Beach, no se puede fumar. Y eso está muy bien.

Además de las trece playas ya indicadas, desde el Ayuntamiento de Rincón de la Victoria informan de que en el municipio mantiene la prohibición de fumar en las zonas declaradas playas libres de humos en las siguientes localizaciones: zona entre Diosa Noctiluca y plaza Pepe El Boticario (Rincón de la Victoria), entre Sala Mare Nostrum y el punto accesible de baño (La Cala del Moral), y entre la desembocadura arroyo Serrezuela y calle Planetario.

Pero ¿cuáles son? Pues ahora mismo pasamos a listarlas tan ricamente, estando además muchas de ellas galardonadas con una bandera azul este año por su calidad:

-En Mijas tenemos los arenales de El Bombo, Calahonda-La Luna-Royal Beach y La Cala.

-En Vélez-Málaga casi todas sus playas: las calas de Lagos, Mezquitilla, Caleta, Torre del Mar, Almayate, Valle Niza y Benajarafe.

-En cuanto a Algarrobo, Torrox y un tramo de la cala de La Rada de Estepona, estos litorales también se han sumado a la Red Andaluza de Playas Sin Humos.

-Por su parte, Archidona, Arriate, Campillos han proclamado sus piscinas municipales como lugares donde el humo de los cigarrillos no es algo que sea bienvenido.

Un programa que necesita un mayor empuje

A este programa que promueve hábitos saludables desde el ya lejano año 2005 se puede anexionar cualquier municipio que quiera. Pero, teniendo en cuenta los números, en toda la provincia malagueña sigue habiendo escasez de localidades que se suban al carro de la salud pulmonar.

En Algarrobo se acabó eso de fastidiar a los demás con nuestro humo perjudicial.

Ahora que se habla incluso de prohibir fumar por la calle (a ver si es verdad), las ciudades que quieran eliminar el tabaco de sus litorales lo tienen bien fácil: solamente tienen que solicitar unirse a la Campaña 'Playas y Piscinas Sin Humo' puesta en marcha por la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía y listo.

Una iniciativa, otra más, que lucha por paliar esta práctica tan nociva y que nos lleva a pensar con tristeza que si todo el dinero que se emplea en evitar que la gente fume se trasladara a la investigación médica, tal vez el cáncer ya hace tiempo que tendría cura. Pero, claro, también sería más fácil prohibir la venta de una sustancia que evidentemente es perjudicial para todos. ¡Los impuestos tienen razones que la razón no entiende!