Victoria Esperanza da la noticia.

Salud

Victoria Esperanza, la niña malagueña con leucemia que movilizó a toda Andalucía, ya tiene donante de médula

La pequeña está totalmente emocionada tras recibir la noticia. Su trasplante está programado para diciembre.

Más información: La fuerza de la malagueña Victoria Esperanza impulsa una ola de solidaridad: "Hazte donante de médula por ella"

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Las claves

Victoria Esperanza, la niña malagueña de seis años que conmovió a Andalucía con su lucha contra la leucemia, ya cuenta con un donante de médula compatible.

La noticia fue comunicada a la familia en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, generando una gran alegría y esperanza tras meses de incertidumbre y tratamientos duros.

La historia de Victoria impulsó una ola de solidaridad en Andalucía, promoviendo la donación de médula y convirtiéndose en símbolo de esperanza y unión.

La familia insiste en la importancia de hacerse donante de médula, no solo por Victoria, sino para ayudar a miles de pacientes que esperan un trasplante.

"¡Hoy quiero contaros una cosa muy importante: tengo donante!". Con esas palabras y un vídeo de apenas unos segundos, Mar Fernández, madre de Victoria Esperanza, la niña malagueña de seis años que conmovió a toda Andalucía generando una ola de solidaridad en torno a la donación de médula, ha anunciado que este martes el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla les ha comunicado la mejor noticia posible: han encontrado un donante de médula compatible con la pequeña.

“Está loca de contenta. Feliz. Ella está muy concienciada y comprometida con que es muy importante hacerse donante y sabía de la dificultad de encontrar a alguien compatible. Está como yo, que no se lo cree”, ha contado a EL ESPAÑOL de Málaga Mar Fernández.

Cuando el pasado mes de junio los médicos confirmaron que el “bichito”, la leucemia que Victoria Esperanza había vencido un año antes, había vuelto; su madre sintió que el suelo se abría bajo sus pies. “¿Cómo le contaba yo a mi hija que había que volver a empezar?”, relataba el 30 de septiembre a este periódico, recordando el momento en que la pequeña volvió a ingresar en el hospital para iniciar de nuevo un tratamiento durísimo.

Cinco meses después, esa historia que conmovió a toda Andalucía da un giro esperanzador. La noticia supone un rayo de luz tras un camino marcado por la fe, la solidaridad y la fuerza de una niña que no ha dejado de sonreír incluso en los días más difíciles.

La fuerza de una niña que unió a toda Andalucía

Desde que el pasado septiembre las cofradías y los medios malagueños se volcaron con la historia de Victoria, la ola de solidaridad centrada en la búsqueda de donantes de médula no ha dejado de crecer. Su caso se convirtió en símbolo de esperanza y unión, especialmente en Andalucía, donde cofradías, deportistas, artistas y ciudadanos anónimos no dudaron en sumarse a la campaña de donación.

El cartel con su historia se hizo viral en redes sociales. Sin embargo, la familia siempre insistió en el mismo mensaje: “No pedimos donantes para ella, sino por ella”, para que su nombre sirviera de impulso a otros miles de pacientes que esperan un trasplante de médula, pasara lo que pasase con Victoria Esperanza.

Su historia

La historia de Victoria conmovió desde el principio. A los tres años, un pequeño hematoma bajo el ojo alertó a su madre y, tras varias pruebas, llegó el diagnóstico: leucemia. Su infancia se llenó entonces de ingresos, tratamientos y pinchazos, pero también de gestos de cariño y de una sorprendente madurez.

Cuando el tratamiento funcionó y en octubre de 2024 tocó la campana del hospital, la familia creyó haber cerrado una etapa. “Me dijo que la cogiera en brazos, porque quería que sonara muy fuerte para que en Málaga también se enteraran”, recordaba su madre, con la que Victoria Esperanza vive en Sevilla.

Sin embargo, la recaída de junio cambió de nuevo el rumbo, justo después de haber disfrutado de un mes precioso con viajes al Rocío y a Roma, acompañando a la Virgen de la Esperanza. La quimioterapia ya no daba los resultados esperados y la única opción posible era un trasplante de médula ósea. En ese momento comenzó la movilización que ha permitido que hoy la familia reciba la noticia más esperada.

Una oportunidad que nace de la solidaridad

Aunque el proceso médico aún requiere cautela, la localización de un donante compatible representa un paso clave en el camino hacia la recuperación. “¡Gracias a todos por darnos voz!”, ha dicho Mar, totalmente emocionada.

Su historia ha servido para recordar que todavía hay muchos pacientes esperando un trasplante de médula. Si tienes entre 18 y 40 años y estás sano, puedes acudir a un centro de transfusión o a los puntos habilitados para dejar una muestra de sangre y entrar en la red REDMO. Un pequeño gesto que salva vidas.