Castillo del Píñar.

Castillo del Píñar. Ayuntamiento de Píñar.

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La impresionante fortaleza medieval que tienes que visitar en Granada: servía de frontera durante la época nazarí

Destaca la singularidad de una torre de planta circular situada en el lienzo donde se abre la puerta de acceso, mientras que las restantes son cuadradas.

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Patricia Sierra
Publicada

A lo largo de Andalucía se esconden rincones excepcionales. En la provincia de Granada, los pueblos guardan castillos y fortalezas que han sobrevivido siglos de historia y se destacan como verdaderos símbolos.

Uno de los más impresionantes, situado en un cerro de 932 m, es el castillo de Píñar. Construido en el siglo XIV y de origen nazarí, se ha convertido en uno de los principales emblemas del pueblo granadino de Píñar.

Durante la época nazarí, el castillo desempeñó un papel clave como frontera entre los reinos cristianos y musulmanes de Granada. Tras ser reconquistado por los Reyes Católicos, su último alcalde, Sidi al Mandari, se exilió al norte de África y fundó Tetuán, vínculo que mantiene hermanadas a ambas poblaciones.

El conjunto fortificado se alza sobre un cerro, en la estribación de la sierra de Harana. Conserva vestigios de ocho torres en muy mal estado, apenas conectadas por restos de muralla.

Destaca la singularidad de una torre de planta circular situada en el lienzo donde se abre la puerta de acceso, mientras que las restantes son cuadradas. En el interior del recinto aún se conserva un aljibe compuesto por dos bóvedas de piedra.

El estilo arquitectónico, característico de las obras militares nazaríes, unido a los restos cerámicos encontrados, sugiere que la construcción corresponde a esa época, probablemente a mediados del siglo XIV, en plena campaña de fortificación de la frontera castellana.

En la década de 1990 el castillo pasó a manos de la asociación Nueva Acrópolis, que cuatro años más tarde llevó a cabo una excavación arqueológica en la que salieron a la luz restos de viviendas y una calle. 

El castillo ocupa un recinto ovalado de unos 3.000 m², al que se accede desde el pueblo por una pista transitable. Sus murallas, principalmente de mampostería con restos de tapial, conservan once torres, aunque varios tramos están derruidos. En su mejor estado alcanzan los 9,70 metros de altura, destacando tres torres que refuerzan la puerta de acceso en el lado norte.

Qué visitar

Otros vestigios del pueblo son la Cueva Meye, que conserva varias pinturas en su interior, distribuidas de manera aislada, junto con restos de la Edad de Bronce en la zona de los Confites.

La Cueva de las Ventanas, habitada en el Paleolítico Superior y antes por grandes carnívoros, sirvió como refugio y lugar de enterramiento. Es la única cueva de España adaptada para personas con movilidad reducida. Su recorrido ofrece paisajes subterráneos únicos y recreaciones interactivas de la vida prehistórica.

También destaca la Cueva de la Carigüela que está estrechamente vinculada con el hombre de Neandertal, ya que allí se encontró un cráneo junto con numerosos objetos del Paleolítico Inferior.