Chiquito de la Calzada, allá donde esté, ha debido de sonreír este miércoles al ver cómo amigos, familiares y compañeros se reunían en el parque que lleva su nombre para recordarle a través de un homenaje en forma de monumento.

La estatua, de aproximadamente dos metros de altura se encuentra en la zona del parque más cercana a la playa de la Misericordia y mirando hacia la chimenea de Los Guindos. 

El encargado de retirar la tela que lo cubría desde primera hora de la mañana ha sido Bigote Arrocet. Al descubrirla, el público presente ha roto en un emocionante aplauso y tras él han sonreído, porque la estatua de Chiquito, acorde a los tiempos que corren, llevaba puesta una mascarilla negra que el propio Arrocet ha retirado unos instantes después. 

El homenaje lo ha organizado la Asociación del Humorismo Español (ASHUMES), que le encargó la obra al reputado escultor Ramón Chaparro, que ha representado al artista de una forma muy realista y digna en una de sus posturas más famosas, como si el propio Chiquito estuviera diciendo su mítico "No puedorrr, no puedorrr".

La estatua de Chiquito. Ayuntamiento de Málaga

Pese a que han sido los humoristas los que han costeado la mayor parte de la pieza, el basamento de la escultura ha supuesto una inversión municipal de 20.000 €. Este homenaje a Chiquito de la Calzada, en el que colabora el Ayuntamiento de Málaga, se une a los ya recibidos, algunos a título póstumo, como la concesión de la Medalla de la Ciudad

De hecho, el propio escultor bromeaba en el acto asegurando que la escultura de don Gregorio no había salido tan bien porque Chiquito no paraba quieto. A los pies de la obra figura una placa que incluye un código QR para que todo el mundo, incluido los turistas, porque se podrá acceder a él en distintos idiomas, puedan conocer más a fondo la figura del humorista.

Además, en el acto la asociación ASHUMES ha aprovechado para sumarse al movimiento de Manolo Sarria, que pedía una calle en la ciudad para su excompañero El Pulga, del que se cumplía el 19 aniversario de su muerte hace tan solo unos días.

Al fin tiene don Gregorio esta estatua, que se suma al busto que ya está en el Chinitas, su segunda casa, tras la pandemia, que frenó en seco la elaboración de la obra porque el escultor no podía desplazarse hasta su estudio de Madrid por el confinamiento. En una conversación con EL ESPAÑOL de Málaga hace unos meses, desde ASHUMES señalaban que "de 2021 no pasaba la inauguración" aunque hayan tenido muchos problemas. Han cumplido con su palabra, como buenos "fistros".