“Si al justo amonestares para que no peque y no pecase, de cierto vivirá, porque fue amonestado y tú habrás salvado tu alma” Ezequiel 3, 21
Desde que llegó Trump al poder y empezó a intentar hacer lo que dijo que iba a hacer, estamos escuchando la cantinela de que Europa es decadente y de que esto es el fin de Europa. Nosotros mismos desde estas líneas hemos criticado la deriva de la UE. En Europa, reflexionamos sobre el modelo de Estado de Bienestar, los servicios públicos, especialmente los sanitarios, las atinadas aportaciones de un intelectual sesgado que intenta ignorar la contribución civilizatoria de España, Harari y la de un intelectual humanista, José María Lassalle, que en esto coincidían, hace un año ya planteaba riesgos y amenazas y la imperiosa necesidad de que los partidos “sensatos” hagan pactos amplios para proteger el estilo de vida que nos ha dado paz y prosperidad durante siete décadas. Vargas Llosa, en octubre del 23 , nos recordaba que el rol de Occidente era sentar a las dos partes enfrentadas en Ucrania a negociar. A Luis Fraga le pudo haber costado la vida intentarlo.
Hace un año en La carrera hacia el fondo revisábamos los desafíos que afrontaba Europa: crisis energética, importaciones chinas, aranceles de Trump, desequilibrios económicos, productividad, deuda pública e inversión en I+D+I. Un año después sumamos la amenaza bélica y el rearme.
En enero del 24 hablamos en Un baño de sangre de los aranceles , de los coches eléctricos, de la posición de Musk y otros líderes del sector como el bien jubilado Tavares que no se ha cargado Stellantis por los pelos. Ya había aranceles y presiones en EE. UU. para parar la electrificación.
La agenda verde europea se tambaleaba porque mientras hubo energía barata de Rusia, los verdes soñaron con imponer a Europa y al resto de los que quisieran vender en ella, un mundo sin emisiones. Las empresas europeas de automóvil, y muchas energéticas y eléctricas arrastraron los pies.
Francia impuso aquello de que la nuclear es sostenible porque no tiene emisiones y en España, en cada subasta, los actores jugaban a maximizar su beneficio con riesgo para el bien común, incluidos los apagones. Cuanta peor fama a las renovables, que nos fastidian el invento, mejor, a ver si podemos seguir quemando gas a tope.
Las químicas, sin el gas de los gaseoductos que habían cofinanciado, pusieron pies en polvorosa. Una Europa conectada a Rusia no interesaba a muchos, especialmente los que controlan la energía. Pero una Europa que no necesitara energía porque se había descarbonizado era una pesadilla para los petroadictos.
España era el único país grande de Europa que hacía sus deberes, en renovables, pero no en electrificación de la movilidad. Tenía una industria automovilística vicaria, que no controlaba y se tenía que electrificar. Coge un coche de los de siempre, le pones una batería y unos motorcillos eléctricos, le pones una etiqueta verde si hace más de 50 km en eléctrico y en cuanto lo sacas a carretera con un 20% más de peso gasta más que antes. Tenía la mitad del mercado eléctrico en manos de Italia, tenía sol y viento como nadie en la UE.
El mundo avanzaba en producción solar fotovoltaica, con China a la cabeza, que sí tenía industria propia de vehículos eléctricos con 6.31 millones de vehículos eléctricos matriculados en 2024, un 23% de crecimiento anual.
En 2024 en el mundo había una capacidad solar de 2.2 TW, en un año se habían puesto 600 GW en marcha, de nuevo China mantenía el rumbo estratégico, sin que ningún lobby ni ningún accidente le perturbara, el 60% de la nueva capacidad mundial instalada era en China, que acumulaba 1 TW. Europa creció con 62.6 GW en la UE, Alemania 16.7 GW en primer lugar y España con 7.5 GW en segundo.
El torio, un material cuyo uso en energía nuclear descubre y patenta EE.UU. no se explota porque conviene más el uranio. Los chinos se ponen con él y aseguran que en 2030 tendrán producción nuclear con reservas de torio para 60.000 años. Material mucho más abundante que el uranio. Hace sólo 2 semanas que anunciaron el primer reactor viable en funcionamiento.
Nosotros mientras, haciendo el paleto, que, si nucleares o renovables, mientras los chinos demuestran que lo primero es ser autosuficientes; es decir, nucleares y renovables. Todo y a la vez, para cortar la hemorragia de GNL y Petróleo que otorgan un enorme poder a otros países proveedores. Pero claro, allí no hay puertas giratorias, allí manda el gobierno y que los últimos tres presidentes del país hayan sido ingenieros, debe tener algo que ver con el avance en infraestructuras estratégicas y tecnología.
Decirle al club de los que te sirven gas y petróleo que la fiesta se va a acabar, sin tenerlo todo controlado, incluida la capacidad real instalada, las infraestructuras de recarga y, sobre todo, una cierta capacidad productiva de vehículos eléctricos competitivos es de peón caminero, cuando estos señores, con EE. UU. a la cabeza, son los que han desplegado más violencia en el siglo XX, con tal de que su negocio energético y militar continúe.
Las guerras del siglo XX han sido por los recursos estratégicos, y el poder que su control supone, la energía, el primero. La de Ucrania no es distinta. Anunciar urbi et orbi que vas a descarbonizarte y que, además, los otros, si quieren acceder al segundo mayor mercado del mundo (€ 97.5 trillones ingleses), tienen que hacerlo, era un suicidio si no lo hacías al estilo chino, construyendo coches eléctricos, centrales nucleares y portaaviones a la vez. China, pronto, no necesitará Taiwán por los semiconductores sino por su nacionalismo y el acceso a aguas profundas para sus submarinos nucleares.
En diciembre del 23 en Un mal año para el planeta, recordamos que con el petróleo bajando, presiones de consolidación fiscal, retirada de estímulos y reducción del gasto público, a las puertas de una contracción producida por las medidas monetarias para controlar la inflación y sin incentivos en el motor de la economía europea y el principal actor de la industria de la automoción, Europa puede perder definitivamente el tren a solo tres años de la otra orilla, la paridad con la gasolina. Recordamos ahí que estábamos Tan lejos de Asia, y que ya íbamos tarde para ir a equilibrar la balanza de comercial.
Había que crear un relato de indignación de los europeos contra Rusia. Había que poner en puestos clave de la comisión a comisarios de países rusófobos, había que ir a las emociones irracionales que llevan a la guerra.
Desplazar la culpa alemana por Hitler hacia Putin que con el nuevo relato de odio sería el nuevo Hitler. Contar que en hubo un principio de acuerdo de paz en Estambul, entre Rusia y Ucrania, sin ambiciones territoriales, convenientemente boicoteado por los que alentaron a Ucrania a meterse en una guerra que no podían ganar, no conviene. Mejor alentar el fantasma del miedo y la rusofobia. El profesor Noruego Glenn Diessen lo describe muy bien en su libro Rusophobia. Desde un punto de vista estratégico, económico, racional y conflicto con Rusia no conviene a nadie.
Hasta esta Comisión, los cambios en el colegio de comisarios no habían producido grandes cambios en la estrategia europea, esto confería una cierta previsibilidad y seguridad jurídica al mastodonte europeo. Ahora corremos un riesgo de dar un bandazo que deje a las empresas que han invertido en tecnologías para la electrificación y la descarbonización a medias.
La dicotomía entre descarbonización o defensa es un error. Los eléctricos pronto valdrán igual, o menos, que los de gasolina y la electricidad será mayoritariamente renovable, el hidrógeno avanza con las tecnologías de combustibles sintéticos, ni Europa ni China tienen combustibles fósiles suficientes. Nos arrepentiremos de haber apagado, ciegamente las nucleares. Las guerras del opio hoy suceden cuando te imponen, a cañonazos, a ti o a tu vecino, la compra de la energía.
Esta semana, la administración Trump mostraba frustración porque Putin no acaba de sentarse a cerrar un acuerdo de paz y amenazaba con dejar de mediar. ¿Mediar? ¿Acaso una de las partes puede mediar? ¿Acaso el que está suministrando las armas y el dinero puede erigirse en mediador? ¿No fue Trump hace 8 años el que alentó seguir con el despliegue en Ucrania de medios militares de la OTAN y dos docenas de bases de la CIA? ¿No será que no quiere aparecer como perdedor?
Curioso que ahora celebre la victoria americana en la Segunda Guerra Mundial. Menos mal que el propio Churchill en sus memorias reconoce que para cuando se desembarcó en Normandía, los rusos ya habían “despanzurrado al ejército alemán”.
En opinión de Fraga, EE. UU. es no solo parte del conflicto sino instigador, con el Reino Unido, de la expansión al Este de la OTAN, del golpe del Maidán, del apoyo a que Ucrania la gobernaran los Nacional Socialistas. EE. UU. quería llevar la democracia y la libertad a Ucrania, como la llevó a todos los lugares donde directa o indirectamente puso un pie militar y últimamente no sale muy bien de los conflictos en los que se mete, ni ellos ni sus aliados.
Sólo tienen ustedes que escuchar a José Antonio Zorrilla , el exembajador español en Rusia. Zorrilla, en youtube entrevista a personas que pueden arrojarnos luz sobre la otra parte, la visión de los rusos, de los ucranianos de Donestk y Luhansk. Su entrevista a Alexander Rahr, condecorado con la Orden del Mérito de la República Federal Alemana por su contribución al desarrollo y la normalización de las relaciones germano-rusas, no tiene desperdicio.
En ese espacio, el exembajador entrevista, por ejemplo, al ex Senador del PP, Luis Fraga, sobrino del fundador de AP, creador del grupo de trabajo en el Senado España-Ucrania, donde ha trabajado años y gran conocedor de Ucrania. La biografía de Fraga es controvertida por sus vínculos con Luis Bárcenas (extesorero del PP) y haber reconocido en sede judicial irregularidades así como que los papeles de Bárcenas eran reales.
En palabras de Fraga, “Ucrania es la jungla, es un país con una débil institucionalidad”. Asegura que a Poroshenko lo conoció en Washington, le “pareció un prepotente y un maleducado, engreído… vi algo que no había visto nunca en mi vida, que una persona hable mal de su país en el extranjero ”. “Yanukovich no era muy inteligente, pero tenía intuición y entendía que Ucrania son dos países en uno”, (Kissinger también lo entendió así en uno de sus últimos artículos en el Washington Post en marzo de 2014).
“El Maidan destruye de un modo abyecto y planificado la vocación de conciliación entre el Este prorruso y que vive de la exportación a Rusia y el Oeste, anti ruso, prooccidental o pro europeo. El Maidán fue una catástrofe, una desgracia (…) fue la consecuencia del fracaso del Acuerdo de Asociación con la UE, (…) la clave fue la inmensa desigualdad social en Ucrania,(…) Lo tenían preparado los norteamericanos (…) Ucrania no deseaba entrar en la OTAN, sólo un 24% estaba a favor (…) en el Oeste estaban a favor de entrar en la UE pero en el Este, a medias (…), el Reino Unido, Lady Ashton hizo todo lo que pudo por torpedear el tratado e insiste en que se libere a Timoshenko que estaba en la cárcel por actividades corruptas con Rusia (…) Todo es mentira. (…) ¿Cómo es posible que algo que acercaba Ucrania a Occidente es torpedeado por los británicos? Los británicos no estaban interesados en que Ucrania se acercara a la UE. Los británicos solo estaban y están interesados en hacerle la vida imposible a Rusia y en usar a Ucrania como ariete contra Rusia. (…)En Kiev se hacía vida normal durante el Maidan, lo veo cuando empieza en noviembre y digo, mal asunto, acaba en guerra civil (…) volví en diciembre desde Moscú ( …) cuando vuelvo en marzo, unos cuantos días después que triunfara el golpe, aparecen los símbolos nazis (…) visité el Maidan 4 veces (…) el día clave es el 20 de febrero, francotiradores empiezan a disparar a mansalva, a policías y manifestantes (…)Está contrastado en un 90% que fueron georgianos (según EUDisInfo esto es fake ). Creo que fueron oligarcas internos ucranianos los que mueven los hilos (…) se pagan 1000 a 1500 eur por francotirador, que es nada, para decantar un golpe de estado que nos lleva a una Guerra Mundial (…) ¿Qué tengo claro de ese tiroteo? Primero, que hay intervención extranjera, sin duda. Segundo, que hay apoyo interno de los Nacional Socialistas ucranianos del Oeste y, tercero, de dónde vienen los disparos, un hotel Ukraina que conozco bien en el que me alojé varias veces (…) Yatseniuk era una mala persona pagada por intereses extranjeros y un traidor a Ucrania (…) Tulsi Gabbard es buena y ha entendido de qué va la película, ha dicho que Ucrania no reúne ninguna de las condiciones de un país democrático (… ) ¿Cómo puede ser democrático un país en el que casi toda la oposición está en la cárcel o bajo arresto domiciliario? (…) A la vista de los asesinatos que he visto, Ucrania es, en este momento, un estado criminal (…) Steve Bannon sigue lo que dijo Kissinger y Georg F. Kennan, que aseguran que no hay razón para meterle a Putin la OTAN por los ojos . (…) Putin hizo todo lo posible para entrar en la OTAN y en la UE y le cerraron las puertas (…) y Putin dijo, OK, miremos a China (…) un inmenso error de los europeos porque la alianza natural de Europa es con Rusia porque tienen las materias primas y la energía que Europa no tiene (…) una alianza perfecta, pero la han torpedeado los anglosajones, no solo los EE.UU sino el gran traidor que hemos tenido en Europa que ha sido el Reino Unido. (…) Crear una iglesia nacional y prohibir el ruso, inmediatamente después del Maidán, que era la lingual franca es una locura (…) Todas las guerras en el fondo son guerras de religión (…) Crear la iglesia paralela ucraniana antirrusa fue un error de Poroshenko (…) No hemos de olvidar que esto no es ajedrez – teoría de juegos- interviene el comportamiento humano que no siempre es racional. (…) Putin no tiene otro remedio que atacar (…) cada persona actúa siempre según su carácter (…) Yanukovich ( torpeza), Yaceniuk (ambición desmedida y fría) y Putin ( rasgo fundamental demasiado prudente). El mayor error de Rusia fue no haber invadido en marzo o abril de 2014. Toman Crimea sin una sola baja, pero tenían que haber llegado a Kiev y haber evitado 1 millón de muertos (las fuentes hablan de esta cifra entre muertos y heridos). La población rusa le exige esta guerra y las fuerzas vivas de Moscú, a las que conozco, son halcones (…) A Putin se le ha demonizado, es el más prudente que conozco en el Kremlin. (…) Yanukovych era una persona torpe, muy corrupta que se quiere hacer un puesto entre los oligarcas ucranianos ganando dinero a mansalva (…) Yo era asesor de Leonid Kozhara (actualmente en prisión acusado de asesinato), su ministro de asuntos exteriores (…) Yanukovych es intuitivo y entiende que tiene un país Frankenstein, con un oeste que habla ucraniano y un este que es Rusia pura, esto le sale muy bien hasta que los anglo sajones, la CIA y el MI6 deciden cargárselo, de ahí el Maidan. (…) Alemania comete inmensos errores, la UE pone trabas, Reino Unido pone trabas, y Alemania hace un juego muy torpe y pone más trabas . España es el país más serio de todos que apoya totalmente el tratado de asociación. España fue mucho más limpia que Alemania y Reino Unido en toda esta historia. El acuerdo no fue posible porque no lo querían los europeos y la mayor parte de los ucranianos. (…) El discurso de que Yanukovych escogió mal porque eligió la asociación con Rusia, en lugar de con la UE, en contra de la opinión de su pueblo y por eso sucedió el Maidan es completamente falso. (…) Todo lo que nos han contado es un cuento chino (…)Leonid Khozhara decide que hay que hacer un Instituto de la Paz para evitar la guerra Este- Oeste y me pide que forme parte (…) querían repetir en Ucrania los Pactos de la Moncloa, el proyecto se lo carga Zelensky y asesinan al que nos financiaba (…) en el Instituto nos reuníamos con periodistas y con generales, siempre eran ellos los que querían la paz (…) me hablaban ellos de los Pactos de la Moncloa y yo les hablo de la Guerra Civil Española, porque Ucrania ya estaba en Guerra Civil (…) a partir de 2018 en que los servicios de inteligencia me hacían la vida muy fastidiosa y le pegan cinco tiros a Denis Kireev, (…) que financiaba el 40% del Instituto, había tambien financiación finlandesa, eslovaca (…) los servicios de inteligencia franceses me dijeron, a través de un intermediario que ha muerto, envenenado, que mi casa estaba llena de micrófonos y cámaras y que mi mejor amiga en Ucrania era una espía. (…) aquello es el caos (…) el propio ministerio del interior de Ucrania me dice no vuelvas que no te matan, pero sí desapareces (…) No vuelvo a Ucrania ni a Polonia y probablemente no vuelvo a EE. UU. por si acaso.” Luis Fraga, entrevista con José Antonio Zorrilla, marzo de 2025.
Lo que dice el Sr. Fraga, en esencia, está catalogado en el portal EUvsDisInfo como falso y como propaganda rusa. Juzguen ustedes.
En septiembre de 2015 , en Look West, Maidan The Economist decía: “Para derrocar a su presidente en el invierno de 2013, aproximadamente 100.000 ucranianos desafiaron gases lacrimógenos y balas, no porque quisieran una guerra con Rusia, sino porque querían vivir en un país “normal”. Los manifestantes del Maidán deseaban un sistema democrático liberal, razonablemente eficaz y no excesivamente corrupto, como los que veían en Europa. Hasta ahora, no han conseguido lo que buscaban. Si las democracias liberales no pueden ayudar a estas personas a hacer realidad su sueño, entonces no deberían sorprenderse cuando las masas descontentas concluyen que la democracia liberal no tiene nada que ofrecerles.”
Desde que se inventó la primera célula fotovoltaica en 1954, se han tardado casi 70 años en instalar 1 TW, se necesitaron solo dos para el siguiente, dentro de poco, se instalará 1 TW al año, en menos de una década, la energía solar fotovoltaica podría suministrar el 48% de la electricidad mundial. Con la eólica, la fotovoltaica y la nueva nuclear, el almacenamiento, especialmente los bombeos reversibles, el mapa de la geopolítica de la energía cambia totalmente.
Aflojar en la descarbonización para meternos en una guerra es un disparate, pero hacerlo como los chinos, manteniendo nuestras capacidades defensivas al día, tirará de nuestra industria y competitividad hacia el nuevo orden mundial que se prepara. A largo plazo, la demografía, la innovación, la tecnología, la productividad, y la balanza comercial, son todo.