Tus días están contados. Úsalos para abrir las ventanas de tu alma y que entre el sol. Si no lo haces, el sol se pondrá en horizonte y tú con él.”

Me levanto temprano escuchando las noticias. Mis rutinas me llevan, lo primero, a mis ejercicios rehabilitatorios. La radio que oigo, con su trastorno bipolar, es capaz de criticar a Feijóo por la gestión de Mazón, criticando que no tiene el poder de cesarle, sin decir que tampoco tiene ese poder sobre Juanma Moreno o Pedro Sánchez sobre Salvador Illa.

La democracia y el Estado de las autonomías son así. Los valencianos deciden sobre su gobierno y los andaluces o catalanes sobre el suyo y el secuestro de la democracia por la partitocracia tiene esos límites. Los que critican, a veces, que la disciplina de voto en cortes limita la representatividad y la democracia española, en manos de los partidos y los que confeccionan las listas, en lugar de estar en manos de los ciudadanos, como en democracias más antiguas y asentadas, piden ahora que, de un dedazo, Feijóo quite a Mazón, en contra de lo que votaron y la voluntad de las Corts Valencianas. ¿Que lo ha hecho fatal? Pues que lo arreglen los responsables, el pueblo valenciano representado en sus cortes. ¿Que no lo arreglan porque no saben votar bien como dijo el gran Mario? ¿Qué le vamos a hacer? Es la democracia amigo.

Qué ridículo y qué extraño es sorprenderse de las cosas que pasan en la vida”.

Por otra parte, no pueden amordazar a los tertulianos que llevan años defendiendo a los saharauis y la legalidad internacional que exige un referéndum en el Sáhara. Así que le pegan al gobierno por hacer una declaración de apoyo a la incorporación del Sáhara a Marruecos, en el Palacio de Viana, ante los periodistas y sin preguntas, mira tú que bonito, lo que criticaban antes de Rajoy, las ruedas de prensa sin preguntas, ahora se lo comen acríticamente.

Preparaos para las consecuencias del “mejor momento histórico” y los siguientes pasos, la bronca de Argelia, y sus efectos en el gas y los tráficos ilícitos de personas, los intereses en las costas de Canarias, el abandono de los saharauis cuando pidan asilo, las presiones sobre Ceuta y Melilla… Muchos han callado o escrito a favor lubricados convenientemente. Nuestro paisano de Cañete la Real, Javier Aroca, no se calla en esto y corre el peligro de seguir los pasos de otro, que no se calla y ha estado perseguido, Ignacio Cembrero, cesado fulminantemente por El País, en 2014, y acogido en El Confidencial, un lugar en el que aún se publican opiniones críticas aunque también se está sesgando. “Me han echado ya de seis o siete tertulias y siempre digo que de todas me han echado con motivo. No me quejo” ( J. Aroca) .

Sólo haz lo correcto. Lo demás no importa. Caliente o frío. Cansado o descansado. Despreciado y honrado. Muerto u ocupado con otras tareas. Porque morir también es una de las tareas que debemos cumplir en la vida”.

Los que criticaron al gran Mario, la misma cadena SER, que en mi adolescencia le encumbró con Gabo, ahora, que ha muerto y tiramos pelillos a la mar por sus posicionamientos profundamente cultos, democráticos y liberales, informados sobre las pestes externas que asolaron Hispano América e Hispano Europa, le encumbran.

En España (la de la península y la del sur de Río Grande) enterramos muy bien, Rubalcaba dixit. Ha muerto Mario, viva Mario. Escucho en la tertulia de los tertulianos sincronizados, que saben de todo todos los días, en varios canales, mientras me imagino de dónde sacan el tiempo para leer e ilustrarse sobre tantos asuntos, que Mario es el único escritor que tiene cinco obras maestras. En fin, enterremos al gran Vargas Llosa sin entrar mucho en su visión de la Hispanidad, del orden liberal, de la democracia bien entendida. O no, que nadie recuerde que le encantaba la tauromaquia, como a Sabina, “ toros caca, niño”, y que compartió sillón con la doctora en historia por Oxford de la mano el gran Dr. J.H. Elliot ( cruz de Sant Jordi), autor de un estudio comparado de los modelos civilizatorios del Norte de América y del Sur en su gran libro “Imperios del Mundo Atlántico”.

Que no se sepa mucho que el autor de La ciudad y los perros, se “ajuntaba” con Cayetana Álvarez de Toledo y que escribió a toda página con grandes autores liberales como “The Project Syndicate”, donde Enrique Krauze ha escrito in memoriam, “había un soldado estoico en su alma, siempre dispuesto a responder al mal con imaginación, ironía, humor, inteligencia y una inagotable combatividad moral”. El País le mantuvo un espacio, Piedra de Toque, al que acudí regularmente a refrescarme con su lucidez, en Octubre del 23, sobre Ucrania, nos dijo que “occidente debe actuar y empujar a los adversarios a la negociación”, quince días después se cavó la tumba en ese diario con la columna No en mi nombre.

Sólo escribió 4 más en un diario esquizofrénico que se va hundiendo poco a poco mientras se convierte en el Pravda y defrauda a sus lectores, que buscábamos la opinión ilustrada y crítica de los que han ido poco a poco defenestrando a las órdenes del diktat, como el autor de “Ética para Amador”, Fernando Savater. No podían encajar que el filósofo, que contribuyó a la fundación del periódico desde 1976, dijera que «de ser un diario de referencia pasó a convertirse en un risible epítome de la prensa al servicio de la política».

Leí Carne Gobernada, y no comparto algunas cosas, pero lo recomiendo para los que se ejercitan en el noble, y perseguido, arte del pensamiento crítico, arrojar luz aunque escueza. De los que empezaron con aquel faro, que leyó una generación, que confundió su deseo de democracia y libertad con su ideología, quedaba solo el filósofo Félix de Azúa, que renunciaba poco después en solidaridad con Savater. Ya lo habían quitado de la sección de política, a la menos leída de cultura y la frecuencia había pasado de semanal a quincenal. Aún puedes acceder al último artículo del gran Doctor en Filosofía, nacido en Barcelona 1944. A mi me iluminó con Lecturas Compulsivas (Anagrama 1998). Aún conservo los ejemplares de aquella revista de pensamiento “Claves de Razón Práctica” en los que ambos y Julian Marías recogían pensamiento crítico. El ciclo acababa y en mayo del 23 se publicó el último ejemplar, el 288.

Siempre tienes la opción de no opinar al respecto. No hay necesidad de molestar tu alma por cosas que no puedes controlar. Esas cosas no están pidiéndote que las juzgues. Déjalas en paz.”

Me encontré con Elliot por casualidad, buscando en nuestra historia un Sant Jordi de hace demasiados años: “«Soy un protestante del Norte que dedicó su vida a la tierra de Carmen, la muerte, el fanatismo y el folclore». La paradoja le divertía. Sobre todo, porque era falsa. Elliott desmontó la leyenda de la España diferente, atávica, autoritaria, peor. Situó a España en su contexto, ni negra ni inmaculada, con los claroscuros propios de todas las naciones del mundo. Y así se la mostró a generaciones de lectores. España, liberada del yugo esencialista que la condenaba al fracaso.” (C. Álvarez de Toledo).

He vuelto a hojear las Meditaciones de Marco Aurelio un Hispanoeuropeo, originario de la Bética (Ucubi, Espejo, Córdoba) que fue emperador de Roma. Son un buen lugar al que ir antes de los ejercicios espirituales de San Ignacio. Me dicen que el estoicismo está de moda. Lo dudo primero . Pero las palabras de Krauze sobre Vargas Llosa me animan a celebrarlo. Y hasta Iberdrola tiene una infografía. Pura cultura mediterránea, latina, de la buena. Rasca debajo de la piel de un hispano y encontrarás un romano, M. Elvira Roca, dixit.

"Cuando te levantes por la mañana, piensa en el privilegio de vivir: respirar, pensar, disfrutar, amar." (M. Aurelio Op. Cit.)

Mientras intentaba no caerme de una semiesfera en el Instituto Guttmann, escuchaba la SER, que, en plena Semana Santa, disfrutaba de poner una programación sobre los vicios. No vaya a ser que un día nos centremos en nosotros, en cómo mejorar y en la virtud, aquella que Marco Aurelio y antes Aristóteles, cuyo hijo no se llamaba Amador sino Nicómaco, nos metieron en la cultura que nos pone una brújula moral, aunque no seamos creyentes.

El poso es muy profundo, y muy anterior al nacimiento del cristianismo ( Zenón de Citio s, III a.C.), está integrado y extendido en la ética católica a más de 500 millones de habitantes y, por más que lo intentaron con Bolívar, San Martín (más resistente y creyente), el Doctor Rizal, al que le tuvieron que matar a más de 1 millón de congéneres en Filipinas, evangelizados por hispanos en tagalo, o al traidor de Sagasta, que en los bienios, mal llamados liberales, vendió Cuba, Puerto Rico, Filipinas, los secretos de Isaac Peral, que había sido capitán de navío en Cuba, los torpedos eléctricos Bustamante, los mapas del minado de la bahía de la Habana, o las vueltas que daba el Almirante Cervera desobedeciendo las órdenes de su Jefe de Estado Mayor (Bustamante) que perdió la vida en las Lomas de San Juan.

Mientras, Cervera, que iba con nula moral de combate, se “escaqueó” y es honrado por el enemigo y nosotros mismos con calles y plazas por haber hecho el paripé de una guerra “imposible de ganar” contra los EE. UU. que habían ofrecido varias veces comprar Cuba. Con 200.000 hombres en tierra en Cuba y 7000 islas en Filipinas, la consigna de “evitar la guerra a toda costa” era la entrega a la ruina total.

La última oferta era de 30 millones de dólares con un millón de dólares de soborno para cada ministro (a precios de hoy unos 30-40 millones de euros por cabeza). Acabaron, primero, con aquello de usar la tapadera del terrorismo ¿les suena? con el asesinato de Cánovas, por Angiolillo, un supuesto anarquista italiano que no se le conocía ningún activismo en Italia y, sin embargo, había pasado una buena temporada en París y Londres, y estaba bien dirigido por Betances, que en sus Diez Mandamientos de los Hombres Libres, se vio que había tomado bastante papilla ideológica anti hispana británica, poniendo el mantra del libre mercado y, de paso, había olvidado las Leyes de Burgos de 1512 que ya concedían mucho de lo que vino a copiar de la Ilustración.

Como antes los amigos de Bolívar, copiando en Inglaterra el invento de Peral, parado y reventado mil veces, no fuera a ser que nos pudiéramos defender, toda vez que antes, el “amigo” Wellington y el “ilustrado” Pepe Botella, destruyeron, a fondo, las capacidades industriales, incluida la producción de cobre en Rio Tinto, la construcción de armas del País Vasco, los astilleros, los telares de Sabadell y Tarrasa, la fábrica de paños de Guadalajara, los templos, los monasterios, la catedrales y robaron tanto arte que hay una colección expuesta en Londres que se llama con toda la cara dura, The Spanish Gift.

Con la inexplicable mediación de París, que siempre está en nuestras desgracias, cobrando USD20M por ceder todo y asegurando a McKinley (defensor de los aranceles y admirado por Trump) la reelección. ¡Qué buenos amigos y aliados hemos tenido siempre! Tomemos nota. Las 13 colonias aún deben el dinero que les prestó Gálvez, pero nosotros les cedimos Ultramar. Ya han empezado a hacer ofertas por Groenlandia. Algún historiador debería poner luz al “ desastre del 98” del que nace una generación intelectual (Baroja, Unamuno, Maeztu…) y militar en la que se encuentran los africanistas y Primo de Rivera, que comieron esa papilla hecha fuera y la hicieron suya. Los Episodios Nacionales de Pérez Galdós, están cargados de este sesgo. Vasconcelos en México, Fidel Castro en Cuba, Perón o Rodó en Argentina y hasta Trotsky defendieron la Hispanidad según Marcelo Gullo, que pone en valor a Manuel Ugarte y su obra El porvenir de la América Española (1920).

“Cuando otra persona te culpa o te odia, o las personas te critican, ve hacia sus almas, penetra en las profundidades y observa qué clase de personas son. Te darás cuenta de que no deberías atormentarte pensando en lo que los demás creen de ti” (Op. Cit)

La primera vez que Sagasta alcanzó la presidencia del Consejo de Ministros fue para relevar al general Prim, que había sido asesinado (1869) mientras conducía una negociación secreta para la venta de Cuba y Puerto Rico a los Estados Unidos. El general Prim había pactado la venta de estas colonias (sic) por el importe de 400 millones de dólares, que era la cifra del déficit público español. Prim pretendía iniciar su proyecto modernizador sin el lastre de la deuda. Veintinueve años más tarde (1898), Sagasta no tan solo perdería las colonias (sic), sino que, además, aceptaría pagar una indemnización de 400 millones de dólares al estado norteamericano, que colocaría el estado español (sic) en situación de bancarrota.” ( Marc Pons, 5 de Enero 2024)

La Biblioteca del Congreso de los EE. UU. dice que “Sagasta, miembro del partido progresista, fue el único en la escuela que se negó a firmar una carta en apoyo a la reina Isabel II. Tras finalizar sus estudios, desempeñó un papel activo en el gobierno durante los turbulentos años de revolución en España. Fue un hombre de firmes valores y el ejemplo perfecto de un líder para el partido liberal. Además, Sagasta era muy conocido por su excelente habilidad oratoria. Durante la Guerra de 1898, Sagasta fue presidente del Consejo de Ministros de España y tuvo la desgracia ( sic) de ejercer el cargo en el momento en que el país tuvo que renunciar ( sic) a sus últimas colonias (sic) en el Nuevo Mundo.”

La historia la escriben los ganadores, Sagasta, que entregó el pastel con un lacito, y Cervera, encumbrados y vivos, Peral plagiado y frustrado, Bustamante muerto en el campo de batalla, Cánovas asesinado por un agente, luego, otros se comen acríticamente la papilla, llamando colonias a los territorios de ultramar, pero tirar de la manta de la verdad histórica es un ejercicio intelectual imprescindible, para poner luz.

Lleva una buena vida. Si hay dioses y son justos, no se preocuparán por qué tan devoto fuiste. En cambio, te darán la bienvenida basándose en las virtudes que has tenido en vida. Si hay dioses pero son injustos, entonces no te gustaría alabarlos. Si no hay dioses, entonces simplemente tu vida habrá terminado, pero habrá sido noble y tu recuerdo vivirá en las memorias de los que amas.” (Marco Aurelio Op. Cit)