El pasado 19 de septiembre tuvimos el privilegio de contar por dos días en Málaga con la presencia de la presidenta europea de TSMC (Taiwán Semiconductor Manufacturing Company), el mayor fabricante mundial de “chips” electrónicos. Uno de los muy pocos que pueden hacerlos en la tecnología de 5 y 3nm que supone una densidad de integración de cientos de miles de millones de transistores, altas capacidades de computación y muy bajo consumo energético. María Ángeles Marced es una de esas personas que te impactan. Su porte, su inteligencia, su claridad, su mirada de mujer consciente de sus logros, su autoritas y sus capacidades, una persona intelectualmente libre.

María nos aportó mucha luz tanto en el Foro Mediterráneo Siglo XXI como, en petit comité, en una reunión en la que estábamos los miembros más activos de microelectrónica del Instituto Ricardo Valle de Innovación (Innova IRV). A la reunión en Málaga Tech Park asistieron, el presidente de Ametic, miembros de la comunidad empresarial y académica de la UMA vinculados al silicon photonics y a la arquitectura de computadores, el comisionado para el PERTE chip y un miembro destacado del IMEC (el instituto de investigación en microelectrónica más avanzado del mundo, dependiente de la Universidad de Lovaina en Luxemburgo).

María es de las primeras valencianas que estudiaron Telecomunicaciones en Madrid. Juan de la Cierva había desarrollado invenciones y patentes de primer nivel. Entre otras, los estabilizadores de cámaras de cine por los que obtuvo un premio Oscar, y los de sistemas embarcados en aeronaves, basados en el giróscopo. Allí, en Electroóptica Juan de la Cierva, arrancó su carrera. Uno de sus colegas, que luego cofunda Eliop y recibió en 2021 el premio nacional a la trayectoria innovadora, Francisco Marín la describe como “una fuerza de la naturaleza”. María trabajó en Phillips y en Intel. En Phillips también trabajó otro teleco de la época Manuel Gordillo, desarrollando notas de aplicación de semiconductores antes de convertirse en CEO de Alcatel Europa.

Pocos sabrán que TSMC fue co-creado por Philips. En los años 70, Taiwán era una isla pobre y su actividad principal era la pesca y el sector primario con el cultivo de té a la cabeza. Su PIB era menor que el de Ghana. El instituto nacional de ciencia y tecnología de Taiwán se creó en 1974 y hoy es el National Taiwán University of Science and Technology. En ese año el PIB de Taiwán había crecido un 34% anual hasta 14.8 billones americanos de dólares (billion USD) y era la 37 economía mundial. Habían multiplicado por 3 el PIB de 1970 en que eran los 43 del mundo. En los 80, Taiwán se posiciona como el lugar para fabricar productos diseñados por otros, sobre todo electrónica, industria ligera y juguetes. Se crea el Instituto de tecnología de Taiwán y apuestan por la política industrial. Gente trabajadora, con ganas, formada y competitiva que buscaba a OEM’s (Original equipment manufacturers) para fabricarles de manera muy competitiva sus componentes o sus equipos enteros. Hoy (2021) Taiwán tiene 774Billion USD de PIB, España como referencia tiene 1.425Billion USD. En paridad de compra, hoy Taiwán es la numero 22 del mundo separada de España por Tailandia, Egipto, Nigeria y Canadá. Todo ello gracias a una apuesta decidida por la innovación y la tecnología.

El fundador de TSMC Morris Chang nace en la ciudad china de Ningbo en 1931 y se forma en EE. UU. Primero en Harvard, luego se va al MIT y luego, becado por la compañía de semiconductores para la que trabajaba, Texas Instruments, se doctora en Stanford. El primer ministro Taiwanés le pide que presida el ITRI (Industrial Technology Research Institute, el Fraunhoffer de Taiwán, que España no tiene) y funda TSMC 1987. Mr. Chang se va a Philips a ofrecerles fabricar en Taiwán y, con ayuda de la tecnología holandesa, se crea el gigante actual, por el que Taiwán no puede ser tocada por China porque supone que el oro negro de la tecnología digital, los semiconductores, queden en manos de sus hermanos continentales.

TSMC ya ha acordado hacer una planta en Japón con el gobierno japonés ayudando con buena parte de la inversión y con Denso (Toyota) y Sony aportando la otra parte privada. En EE. UU. TSMC se establecerá en Austin, como también lo hace NXP, la heredera de Philips que integró Motorola Semiconductor (Freesclae) y que no fue adquirida por la multinacional americana con sede en San Diego, Qualcomm, por los pelos y por la oposición de China. Cuanto más diversificado y más plantas tenga TSMC fuera de China, más vulnerable es Taiwán ya que el interés del Imperio es por los chips. En agosto de este año TSMC superaba la capitalización bursátil de 472billion de dólares (más de la mitad del PIB de Taiwán) en solo 35 añitos.

Nos contó María Marced que TSMC quiere ser “everyone’s foundry”, la fundición de todos. Y de ello ha dado prueba ofreciendo a nuestra Universidad las herramientas y librerías para el diseño en las tecnologías más avanzadas. Pocas universidades en el mundo tendrán esas herramientas. Ahora solo falta que impulsemos que decenas o centenas de alumni puedan usarlas y que nuestra UMA, con nuestro Innova IRV, se ponga a la cabeza del desarrollo de nuevos semiconductores. ¿De qué semiconductores? ¿Cuáles son los que no hay o tienen más potencial? María fue tan generosa que nos orientó sin dudarlo. El campo, el agro, nuestra área de food tech y agro tech en la que nuestro socio Trops está liderando y en la que con Dcoop en Antequera, podemos ser el nuevo Israel, pero en la UE, con 50 millones de habitantes y acceso a un mercado de 500 millones y sin un entorno hostil. Una perita en dulce. ¿Qué otros sectores requieren innovación en semiconductores? La potencia en automoción, los sistemas de potencia en GAN (Nitruro de Galio) y en SiC (Carburo de Silicio) serán clave en la electromovilidad, en los vehículos híbridos, eléctricos y de hidrógeno con célula de combustible. Para acabar, pero no menos importante, la fotónica es la antesala de las comunicaciones móviles y de la generación de fotones únicos para la computación cuántica. Tenemos grupos de investigación punteros en la UMA y un clúster potente en Valencia y Barcelona. El Silicon Photonics es un vector de futuro.

Se nos presenta una Hada Madrina del futuro, nos dice lo que hay que hacer y ¿qué hacemos? Tenemos una ocasión única para poner a España, Andalucía y Málaga en la plataforma del lanzamiento del futuro. Este es el momento de los valientes. Como ese primer ministro que encargó en los 80 a Morris Chang impulsar la tecnología de una isla que venía de la pobreza.

Nos habló María de la horizontalización y de la verticalización como herramientas de supervivencia de las empresas. Phillips apostó por hacer de todo su imperio, enfocado en la electrónica de consumo, en la fabricación de radio, audio, vídeo y televisión, en un momento de la historia industrial de Holanda y Europa completamente integrado verticalmente, un imperio en el que cada capacidad fuera una industria mundial en sí misma, desde la litografía, la fundición, el packaging, de los semiconductores pero también de su nuevas aplicaciones y así crean TSMC, pero también ASML, la empresa líder mundial en litografía ultravioleta que permite hacer las tecnologías de mayor densidad de integración. Pero no se quedan ahí, fundan NXP que integra a Philips Semiconductors y luego a Freescale (Motorola) y es una de las empresas con mayor cuota mundial en la electrónica del automóvil, los líderes mundiales en NFC (Near Field Communications) que permiten el pago con el móvil, o con la tarjeta sin contacto, entre otras cosas.

Los accionistas holandeses y mundiales de Philips y su spin offs (hijas) deben estar felices, pero mientras tanto Europa ha perdido soberanía y autonomía estratégica. No hay programa marco de ayudas de la UE en la que Philips y sus hijas y hermanas no haya obtenido fondos públicos. Con dinero público del contribuyente europeo hemos animado a que se nos desmonte la industria. Hace ya unos cuantos años vendieron la filial de producción de aparatos de TV y la marca a una empresa china. Lo mismo hizo IBM con los ordenadores y la china Lenovo. En esos años, el que fabricaba era un loco. Fabricar era de pobres y un suicidio. La fábrica del mundo sería el sudeste asiático y el cerebro estaría en EE. UU. y Europa. Craso error. Todos los humanos tienen cerebro. Hoy ARM, la empresa más puntera en microprocesadores, que ha recibido millones en fondos de la UE es de SoftBank un fondo japonés, y Nvidia un líder de EE. UU., ha intentado adquirirla.

Para que no parezca que me meto con los holandeses os contaré nuestra propia historia. Un día de 2001 en Aniel, la antecesora de Ametic, un señor me preguntó qué hacíamos en Premo. Le contesté que fabricábamos componentes electrónicos y me miró con cara de pena. "¡Ah! Hardware, hierro, fabricar. Eso es el pasado". El señor era de Telefónica. En los 70 y 80 Telefónica había sido la empresa tractora de tecnología por excelencia en España. Felipe Romera, director de Málaga Tech Park y, en su época, de uno de los I+D más grandes de España, había desarrollado desde Secoinsa en Barcelona y Málaga sistemas de comunicaciones por paquetes que eran pioneros. Competían con Intel en arquitecturas y el Dr. Mateo Valero del Barcelona Supercomputer Center reconoce que le pedía a Felipe prototipos para sus desarrollos en la UPC.

Telettra, una compañía italiana nacida de Olivetti se instala al abrigo de Telefónica en Arteixo, Cádiz y Torrrejón. Alcatel, que se queda con la Standard Eléctrica se instala en Villaverde, en Toledo, en Málaga donde CITESA, en Martiricos primero, y en el PTA después, hace todo tipo de teléfonos, privados, públicos, inalámbricos, de monedas, DECT’s … Al abrigo de Telefónica, con un I+D potente, que se configura en una empresa en sí misma, TIDSA (Telefónica I más D, SA), se diseñan semiconductores, allí estaba Jose María Insenser, del que nace luego SIDSA, allí estuvo Juan Mulet y tantos otros que fueron pioneros y ellos tiraban de la academia, con el GAME (Grupo de Activación de la Microelectrónica) que permitió que muchas empresas hicieran sus propios chips y se creara el CNM (Centro Nacional de Microelectrónica) adscrito al CSIC.

AT&T, la heredera de los laboratorios Bell, los inventores del transistor, y precursores del primer circuito integrado de la Fairchild, se establecieron en Tres Cantos para fabricar semiconductores, chips para telecomunicaciones. El tractor de todo ello fue Telefónica. Una empresa en aquel entonces dirigida no por financieros sino por los mejores ingenieros de telecomunicaciones de Europa y con todo un ecosistema y un país detrás, al lado y delante. A su calor vino a fabricar Ericsson, a su abrigo se desarrolló Amper y áreas importantes de Indra. ¿Cómo puede ser que hoy Telefónica haya sido de las primeras grandes operadoras europeas que han usado tecnología china de Huawei? El lector curioso puede encontrar el anuncio del Joint Innovation Agreement de las dos compañías en Noviembre de 2015 o el de 30 de enero de 2017 sobre el despliegue en 13 países del programa UNICA y la construcción conjunta de un vEPC o el posterior de 8 de Junio de 2017 sobre redes 5G.

El resultado a corto plazo, el desprecio de la industria y la autonomía estratégica, el conseguir los menores costes a corto, las inmensas facilidades de pago, rayando el dumping que ofrecían los proveedores chinos, pueden ahora ser el talón de Aquiles de muchos. En una guerra China-EE.UU. por los semiconductores y la tecnología, llevamos las de perder. Recogeremos las migajas cuando en los 80 y 90 estábamos posicionados para ser un país líder en tecnologías estratégicas. No lo vieron ni los políticos miopes del momento, ni lo permitió el concepto de que el mundo era plano (The World is Flat. Thomas L. Friedman 2005) tras la caída del muro de Berlín y el triunfo del capitalismo, ni la escuela de Chicago, ni el cuento que nos vendieron para unirnos a la UE de que la tecnología o la fabricación, no era lo nuestro. Nosotros al agro y la caña con espeto de sardinas que es lo que nos pedían nuestros socios europeos mientras nos vendían trenes, bienes de equipo y motores para los coches que les fabricábamos, barato, barato.

Hablar de los 70, 80 y 90 puede resultar lejano. La verdad es que pocos lectores tenemos nacidos después, pero para alumbrar que esto no era el sesgo de Boyer o Solchaga sino algo permanente de todos nuestros dirigentes no importa el collar, no importa si en Madrid si en las capitales autonómicas, ilustraremos un poco más.

En la Politécnica de Madrid un grupo de investigadores y tecnólogos desarrollaron tecnología para hacer crecer silicio monocristalino para producción solar. Antonio Luque, que tiene 22 patentes y varios premios nacionales de investigación e innovación, se trasladó a Málaga, creó Isofotón y contó por un tiempo con Alcatel en su accionariado. La empresa pasó por varias etapas pero con apoyo de capital privado e incentivos públicos en el primer mandato de Zapatero creció, entró la corporación financiera Alba (los March, sí, los que ingresaban los sobornos a los ministros y generales de Franco pagados por los ingleses en cuentas en Nueva York, véase Madre Patria del Profesor Marcelo Gullo. Espasa 2021), y el grupo Bergé. Un icono del Forum en Barcelona, la pérgola fotovoltaica, fue construida por Isofotón.

El impulso a las renovables de Zapatero y su ministro Sebastián hacen que se produzca una burbuja por las primas. Europa, las eléctricas y sus lobbies, critican las primas, por excesivas, por algo que España no se podía permitir (a pesar de que Zapatero en su primer mandato contaba con una de las economías menos endeudadas de Europa). En cuanto apunta la crisis de las hipotecas, Europa (alemanes y holandeses a la cabeza) nos aprietan para que “dejemos de vivir por encima de nuestras posibilidades”, recortemos las primas (primer logro del lobby eléctrico y gasístico. Luego vino el impuesto al sol de Rajoy), recortemos el gasto y convirtamos la deuda privada de los españoles y las empresas españolas con los bancos de los europeos en una deuda pública de todos.

La demanda de renovables se hunde, Isofotón, y muchas otras entran en crisis, los inversores huyen y demandan a los emprendedores. Las autoridades de política industrial, en lugar de salvar empresas estratégicas, las dejan caer. Todavía hay pleitos y litigios contra los administradores privados y públicos que intentaron torpemente apoyar a Isofotón. La tecnología acabó en manos chinas. Hoy, cuando hemos visto el dumping energético de los que nos acusaban de vivir por encima de nuestras posibilidades mientras se conectaban como yonkis al gas ruso, vemos que las primas que se pagaban por la producción fotovoltaica eran no solo muy razonables y mínimas, sino estratégicas, hoy Europa compra el 90% de sus paneles fotovoltaicos a China y la planta de Isofotón está habitada, en el Málaga Tech Park, por varios inquilinos. En 2021 Europa tuvo un déficit comercial en paneles fotovoltaicos con China de 6.200 millones de euros según Eurostat. Políticos torpes y sin visión estratégica pensaron que había que recortar las primas y que había que dejar caer la ventaja competitiva que era fabricar en Europa silicio solar. Hoy hay anunciado un próximo PERTE para volver a fabricar paneles fotovoltaicos en España. Manda narices.

En 10 años nos acordaremos de las tecnologías punteras en hidrógeno, biocombustibles, solar de concentración que desarrollaba Abengoa y nos arrepentiremos de haberla dejado caer. Seguro que a Alemania no se le cae ni la Siemens, ni la BASF ni la Volkswagen. Lógicamente. Es cuestión de Estado y por ello Gamesa, un campeón en eólica, ya es una empresa alemana que nadie entiende que no esté a 4 turnos haciendo aerogeneradores como si no hubiera un mañana con la situación energética de Europa.

Hoy, EE.UU. se re-industrializa a gran velocidad. China se refuerza. Xi Jin Ping ha asegurado, en el recién terminado congreso del PCC, que la Ciencia y la Innovación son sus prioridades y que para ello el talento es el principal recurso. Política Industrial a ambos lados del Pacífico. Josep Borrell avisó al cuerpo diplomático de la UE, en un magnífico y valiente discurso, que mientras Europa es un jardín, lo de fuera es la jungla y que somos herbívoros enfrentándonos a carnívoros en un mundo en guerra. Que subcontratar la fabricación en China, la energía en Rusia y la defensa en EE. UU. ha sido un error estratégico mayúsculo con graves consecuencias para Europa. La Innovación y la Industria son la garantía de futuro de las sociedades. Es la hora de los valientes.