El calendario dice que hace apenas unas semanas Francisco de la Torre cumplió 23 años al frente de la Alcaldía de Málaga. EL ESPAÑOL de Málaga se reúne con él en la sede del grupo municipal del Partido Popular de la Casona del Parque. Pese a que aún no ha arrancado oficialmente la campaña para los comicios del 28 de mayo (esta entrevista se produce el martes 9 de mayo), el candidato del PP y su equipo tratan de cuidar los detalles. 

De la Torre guarda la prudencia debida cuando habla de lo que puede ocurrir en apenas dos semanas. Serán los vecinos los que dicten sentencia, pero es sabedor de que, muy posiblemente, sólo podrá mantenerse al frente del Consistorio si alcanza la mayoría absoluta. Durante unos 40 minutos de conversación, habla de su padre, de su mujer, de limpieza, de presente, de futuro... 

¿Qué edad tenía usted cuando murió su padre?

Él falleció en el año 69. Yo tenía 26 años.

No le vio convertirse en el presidente más joven de una Diputación.

No. Eso ocurrió año y medio después.

¿Tuvo ocasión de compartir con su padre esa vocación política que acabó desarrollando?

De alguna manera tuvo que darse cuenta. La verdad es que no hablábamos de política. Pero conocía que mi decisión de estudiar Agrónomo fue por conectarme a la FAO y la lucha contra el hambre. Sabía que había estado estudiando por las tardes. Aprendí bastante bien el interés común y el interés general. Va de suyo que el contexto en el que se desarrollaban aquellas enseñanzas podían configurar los valores que tienen que estar en el servicio a la comunidad.

De la Torre, durante la entrevista. Amparo García

¿Por qué no hablaba de política con su padre?

Creo que era un tema de tiempo. Mi padre era una persona enormemente trabajadora. Criar a ocho hijos no era fácil desde el punto de vista económico y su actividad era incesante. Y en ese sentido era difícil encontrar un tiempo de calma para poder charlar.

Y él, mientras estudiaba en Madrid, había vivido la etapa de la República y algo me dijo sobre cómo se había ido deteriorando el ambiente y la seguridad de los primeros momentos a la etapa de mitad de los 30. Se vino de vacaciones justo unos días antes de que empezara la Guerra Civil. Algo hablamos de cómo él ayudó a crear un clima de convivencia en Frigiliana, donde no hubo una sola víctima en aquellos meses tan duros del comienzo de la Guerra Civil.

¿Qué mensaje le queda de su padre?

Educar a los hijos en máxima capacitación y mínimas necesidades, ser capaces de una vida austera, pero no poner límites a la capacitación. Esa frase la oí más de una vez.

"El mensaje que me queda de mi padre es el de educar a los hijos en máxima capacitación y mínimas necesidades; ser capaces de una vida austera pero no poner límites a la capacitación"

El pasado 4 de mayo cumplió 23 años al frente de la Alcaldía. ¿Imaginaba ese día en que toma el relevo a Celia Villalobos que iba a estar donde está ahora?

No. Nunca haces una previsión. Sí imaginaba que iba a dedicar esfuerzos, ideas a fortalecer Málaga. Tenía clara la importancia de la educación pero no tanto como ahora. Lo que sí tenía claro es que Málaga había sido una ciudad muy olvidada, muy poco tenida en cuenta en distintos ámbitos y era momento de que se tuviera en cuenta a Málaga. 

Nunca tuvo duda a la hora de asumir el reto de ser alcalde.

No había estado con prisas o anhelos, pero no tuve duda de que me encontraba con fuerza y con capacidad y que podía estar a la altura del reto. Es verdad que dependía del proyecto vital político de Celia Villalobos, que tenía la idea de asumir otras responsabilidades fuera de Málaga. Tenía claro que si me lo pedían no iba a decir que no.

En estas más de dos décadas, ¿el asesinato de Martín Carpena fue el momento más duro?

Fue durísimo, también lo fue el de mi cuñado, Luis Portero. 

Aquellos episodios, ¿le condicionaron como alcalde?

En cuanto a dejar la política, en absoluto. Frente a la brutalidad de ETA la fortaleza del estado democrático. Ya antes, en mi tiempo como concejal, había tenido llamadas telefónicas a casa que parecía que eran de ETA político y militar y cuando pasó el asesinato de Jiménez Becerril y su mujer en Sevilla tomamos medidas de protección, mirando debajo del coche. Todas las mañanas hacía la revisión de mi coche cuando iba a Urbanismo.

Gesto de Francisco de la Torre. Amparo García

¿La decisión de volver a presentarse a las elecciones es 100% suya o ha existido un ruego por parte del partido?

En los dos casos ha habido ese contexto de esperar a que diese un paso hacia adelante. Al final es una decisión personal.

Pero en la anterior cita electoral usted sí admitió dudas. ¿Ahora no las ha tenido?

En este caso, en el contexto en el que estamos, con el camino recorrido y lo que se va a recorrer en los próximos años me he encontrado con más claridad de ideas respecto a la decisión positiva.

"En mi tiempo como concejal había tenido llamadas telefónicas a casa que parecían de ETA; cuando asesinaron a Jiménez Becerril y su mujer tomamos medidas de protección, mirando debajo del coche"

Usted toma la decisión pese a la opinión de su mujer y sus hijos. ¿El pacto viene a ser algo así como 'una y no más'?

En alguna medida es así y tratar de conciliar algo más. He alcanzado la comprensión de mi mujer; en mis hijos había oposición, quizás no tanta, pero también ha habido comprensión.

¿Cuando le digo lo de 'una y no más', es tal cual?

Es verdad que cada vez tiene más sentido.

Siempre que le pregunto deja la puerta entreabierta.

Es difícil que lo haga por razones biológicas, aunque me siento bien y con fuerza. Lo normal es que sea la última, pero depende de cómo sea capaz de conciliar el trabajo, estar en forma física y mentalmente. No lo dejo cerrado absolutamente. Pero, siendo sinceros, es muy difícil.

De la Torre responde a una de las preguntas. Amparo García

¿Qué le queda por hacer a Francisco de la Torre?

Cantidad de cosas. Como uno ve que le queda menos tiempo por delante tiene más prisa en hacerlas. Es verdad que en el Ayuntamiento tenemos las competencias que tenemos, no hemos construido un estado descentralizado de la manera armónica que hay en el resto de Europa.

Es una de las espinitas clavadas.

Se perdió una oportunidad. Salí de la política en el año 1982, cuando casi desaparece UCD. A lo mejor si hubiese seguido hubiera mantenido lo que era claro, que el nivel local da mucho de sí si está dotado de los medios y las competencias suficientes. El modelo de autonomía que yo defendía en UCD no es el que se ha hecho, bajo ningún concepto.

¿Comparte la sensación de la gente de que la política está involucionando? La falta de capacidad de los grandes partidos de llegar a acuerdos…

Eso no es bueno, tendrá que cambiar algún día, es necesario que haya capacidad de acuerdos en los grandes temas. 

¿La Expo de 2027 viene a ser el colofón que tiene en su cabeza?

Es un gran paso no porque vaya a transformar Málaga sino porque le va a dar visibilidad. Vamos a conseguir que se hable y se aprendan cosas de cómo conseguir ciudades sostenibles tanto en los países más desarrollados como en los menos desarrollados, donde el reto es aún mayor porque tienen menos medios y la población crece más. 

"He alcanzado la comprensión de mi mujer; en mis hijos había oposición, quizás no tanta, pero también ha habido comprensión; por razones biológicas es difícil que me presente de nuevo"

Dice que no va a transformar Málaga, pero con la excusa ha metido unos cuantos miles de millones de euros en inversiones.

Hay que hacer una inversión en el recinto, hay que comunicarlo y hay que reforzar la capacidad de congresos y convenciones. Pero el recinto de la expo será útil después, porque es una temática de interés permanente que no se va a resolver porque tengamos tres meses hablando y reflexionando. Tener algo que sea útil para la enseñanza, la innovación y el emprendimiento en materia de sostenibilidad de ciudades será de enorme utilidad.

¿Está preparado mentalmente para que le digan que no?

Siempre hay que estar preparado, pero con los datos que tenemos la sensación es buena. Nunca en esta materia transmitimos la realidad cuantitativa de apoyos porque nunca se sabe si te lo van a mantener. Y no queremos alertar a las otras candidaturas. Hay que aprovechar muy bien el tiempo que nos queda y que los apoyos sean más. Tenemos una buena sensación.

¿EE. UU. es el gran rival?

Si se mueve sí. Pero no tenemos seguro de que se esté moviendo.

Las manos de De la Torre, en primer plano. Amparo García

¿La sensación que tiene cuando se patea los barrios es de que los malagueños no se han cansado de usted?

Noto cariño y afecto. Un cierto reconocimiento. Nunca un ciudadano se siente cien por cien atendido. Siempre hay cosas que mejorar. Hemos mejorado en materia de limpieza pero quedan cosas por hacer. Y luego está el tema educativo.

El modelo de limpieza no está en cuestión.

No. Lo que pasa es que el partido que he pretendido y pretendo obtener de la municipalización, que es esa motivación de los trabajadores en base a la productividad no está conseguida plenamente. A lo mejor soy excesivamente exigente. Se podía haber conseguido más. Y espero más.

De la candidatura con la que se presenta a la reelección, ¿lo que más le ha dolido es no poder contar con Raúl López?

La verdad es que sí, es algo que me hubiera gustado. Por sus razones personales ha decidido no estar y espero contar con él. Y también con Susana Carillo.

¿Las razones personales son que dentro del equipo de gobierno no está bien considerado o con la posición del partido?

No lo sé, ha podido ocurrir. Todas las formas de trabajar son mejorables, las de Raúl también, pero ha trabajado y trabaja bien.

¿Cuántas ha intentado que José María García Urbano forme parte de su equipo?

No son tantas. Lo intenté en 2019, se lo planteé y estuvo receptivo, pero no pudo ser.

¿No pudo ser por el partido?

Porque quizás lo contamos mal. No lo planteamos internamente bien, en el camino adecuado. Es un magnífico alcalde y gestor. Y en esta ocasión no he estado tan claramente trabajando en esa dirección, sí abierto a ello, porque tenía la sensación de que si él hubiera querido, podía dar la sensación de que me iba a ir de manera inmediata. Y esa no es mi voluntad, hoy por hoy. Y pudiera ocurrir que ello debilitara las opciones de la candidatura.

"En 2019 sí intenté contar con García Urbano, se lo planteé y estuvo receptivo, pero no pudo ser; quizás lo contamos mal, no lo planteamos internamente bien"

¿Pero es una puerta que debe quedar abierta?

En la lista teníamos y tenemos gente muy buena, con capacidad para llevar la gestión desde la Alcaldía. José María tiene condiciones muy buenas, está el ejemplo de su gestión en Estepona. Pero no tiene que haber preocupación si mañana, por alguna razón que no deseo, tuviera que irme.

Francisco de la Torre, soriente. Amparo García

¿Repetiría la fórmula de pacto de gobierno con Ciudadanos si fuese necesario?

Aspiro a una mayoría muy amplia. Y si es así no necesitaremos el apoyo de nadie, que es lo que queremos. La experiencia ha tenido en los últimos meses unos componentes de cierta incomodidad. Lo he llevado con la suficiente elegancia y respeto absoluto, pero no ha habido un respeto a las condiciones del acuerdo de coalición.

¿Nunca ha tenido la tentación de romper el pacto?

No, porque lo hicimos para garantizar una estabilidad y quiero que esté hasta el final, aunque sea una estabilidad imperfecta.

No se atreve a poner números de concejales…

No, porque no quiero desmotivar al electorado, quiero que piense que de su voto depende esa mayoría. Quiero que voten todos, pero no dar mensajes de que esto está hecho, porque hasta el día de las elecciones no está hecho.

¿Está de acuerdo con que Málaga tiene un problema con la vivienda?

Por supuesto que sí. Es el ejemplo del éxito de Málaga, que genera una demanda mayor que la que había, de gente que quiere vivir en Málaga o comprar una vivienda, Y el crecimiento de la vivienda turística ha generado un aumento del precio porque hay menos oferta en alquiler de larga temporada. El propietario opta por un producto que le da más rentabilidad. Europa no ha marcado ninguna pauta en este tema porque lo ve desde el punto de vista del consumidor y España tampoco lo ha hecho. La Junta está en ello…

¿El Ayuntamiento no puede hacer nada?

No tenemos el marco legal. Donde lo han hecho, los tribunales lo han tumbado. Nosotros queremos actuar en dos aspectos. Uno, cómo compensar los efectos de la dificultad del alquiler. Para ello, queremos cobrar a los que tengan dos o más viviendas turísticas, de manera que esa recaudación se aplique a tener más fondos para ayudar al alquiler. La idea es que quien causa el problema resuelve parte del problema. Y eso con independencia de la tasa turística, que mi voluntad es ponerla de manera consensuada con el sector.

¿Ha calculado cuándo puede ser ese ingreso?

Más de dos, tres o cuatro millones, pero dependerá de cómo podamos afinarlo. Y tiene que haber más vivienda pública. El PSOE cuando estaba en la Junta no hizo nada, pese a que era su competencia.

Usted tradicionalmente ha sido muy reivindicativo con el tema del Metro. ¿Le va a pedir a la Junta que lo siga ampliando?

Por supuesto. Cuando he sido reivindicativo era sobre todo con el cumplimiento de los plazos, que la Junta anterior se reía de ellos y nos engañaba a todos. Soy muy respetuoso con el dinero público. Tiene que ser con sentido de sostenibilidad.

"Hemos movido ficha con el Plan Litoral y hasta ahora no disponemos; mientras no se disponga no se puede hacer la obra; estamos a la espera de respuesta"

¿Pero alguna preferencia?

Donde más sostenible sea, viendo el coste-beneficio social y de movilidad.

Y sobre el Plan Málaga Litoral…

Es un tema de movilidad sostenible. Creemos en la capacidad de conectar Málaga con su entorno metropolitano.

Pero ¿han movido ficha para tener esos 400 millones?

Hemos movido y hasta ahora no disponemos. Y mientras no se disponga no se puede hacer la obra. 

¿Siguen a la espera o tienen respuesta contraria?

Estamos a la espera. Tenemos que encontrar la vía. Estoy convencido de que si comparas el hacer ferrocarril o metro, con el tiempo que tardas y lo comparas con esto, que da la posibilidad de dejar el vehículo privado y utilizar un transporte público sostenible, con autobuses que no sean contaminantes…

Son ventajas fabulosas. Desde el punto de vista de coste la diferencia es abismal y son los estudios que hay que hacer y los haremos, comparando qué costaría un tren a Vélez, otro a Marbella, que hay que hacerlo, o al Guadalhorce.