Tras meses de negociaciones y análisis, la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga da por concluido el proyecto de ejecución mediante el que reformará el túnel de la Alcazaba, reduciendo el número de carriles reservados para el tráfico rodado, aumentará el ancho de las aceras laterales y las protegerá del ruido con pantalla acristalada.

Estos son los elementos principales que componen la intervención elaborada por el departamento dirigido por el concejal Raúl López, quien ha indicado que la misma incluirá la instalación de cámaras para controlar lo que sucede en el interior. 

Los parámetros ya perfilados por los técnicos elevan por encima del millón de euros la inversión necesaria, con un plazo de materialización que puede rondar los seis meses. La intención del equipo de gobierno es activar en las próximas semanas la licitación de la actuación.

La apuesta municipal para mejorar las condiciones del túnel de la Alcazaba como punto de tránsito peatonal entre el Centro Histórico, con la Plaza de la Merced y la calle Victoria como epicentro, y el entorno de la Malagueta, viene siendo objeto de análisis desde hace ocho años, sin que hasta la fecha se haya acometido.

Una de las nuevas aceras proyectadas en el interior del túnel, protegida con una mampara de cristal.

El concejal de Ordenación del Territorio ha confirmado el paso adelante dado en las últimas fechas y ha puesto en valor que mediante esta obra se va a dar un salto de calidad en el túnel. Uno de los detalles principales de esta mejora es que los pasos peatonales prácticamente van a duplicar su anchura, hasta disponer de unos 2,3 metros, frente a los 1,2 metros actuales.

"Tener aceras de 2,3 metros, sin ruido o con mucho menos ruido, hace más apetecible caminar por ahí, mucho menos agobiante", valora. A este detalle hay que agregar la colocación de esa pantalla acristalada a lo largo de las dos aceras, que reducirá de manera significativa el impacto que provoca el paso de los coches. Con este mismo fin, el proyecto incluye la sustitución del asfalto actual por otro con características fonoabsorbentes.

Para lograr este avance se hace preciso reducir la actual sección de tráfico. De los cuatro carriles disponibles (dos por sentido) se pasará a dos viales en dirección Paseo de Reding hacia la Plaza de la Merced (sentido entrada) y uno solo desde La Merced hacia la plaza de toros.

Algo que López relaciona con las intervenciones urbanas que están proyectadas en los próximos años en este entorno del casco antiguo. A modo de ejemplo, la previsible reforma de la calle Álamos, dando continuidad a la obra ya en marcha en Carretería, rebajará sensiblemente su uso como eje de paso de vehículos. 

A esto se suma la idea municipal de avanzar, también, en una reconfiguración de la calle Victoria, asunto, en cualquier caso, que está pendiente de ser rematado, dada la negativa de Movilidad a que se suprima uno de los dos sentidos de circulación.