Juan Manuel Sánchez La Chica, junto a la Catedral de Málaga.

Juan Manuel Sánchez La Chica, junto a la Catedral de Málaga. S. S.

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Sánchez La Chica : "La Catedral aspira a una perfección de edificio acabado"

El arquitecto defiende como prioritaria la reparación de las filtraciones de la cubierta. El coste estimado para la obra es de 10 millones de euros.

19 julio, 2021 07:38
Málaga

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Si realizamos un diagnóstico médico de la Catedral de Málaga, ¿cuál diría que es su estado actual? 

La Catedral de Málaga es un edificio que tiene casi 500 años de antigüedad, la parte renacentista, y tiene muchas patologías. La gente cree que por ser un edificio de piedra tiene una condición perenne, pero tiene sus patologías. Las catedrales hay que ir restaurándolas poco a poco, casi siempre están en un proceso continuo. ¿Cuál es la principal patología de esta señora Catedral? Las humedades.

En este caso para poder empezar a actuar sobre las otras hay que ir a la principal patología y una vez que consigamos detener el proceso de filtración de aguas podremos empezar a restaurar el resto de elementos. No nos vamos a poner a restaurar el intradós del interior de la Catedral cuando se van a seguir mojando. Esta vez hay que empezar la casa por el tejado.

¿La situación es grave?

Es muy grave. La Catedral no está en buen estado. Tenemos una pérdida patrimonial constante. En la parte renacentista las bóvedas son de ladrillo, con una decoración con yeso, que está anclado con clavos de hierro que con la humedad se oxidan. Y eso hace que se caiga parte de la decoración. Hemos perdido muchísima decoración. En la parte barroca, que está construida con piedra, al ser caliza, se disuelve con el agua. Ese polvillo que cae todos los días sobre las obras de arte…

El problema es que tenemos pérdidas volumétricas. No podemos llegar a la situación que hay en Cádiz, donde las bóvedas tienen el mal de la piedra muy grave que hace incluso peligrar la estructura. ¿Cuándo se da ese punto de colapso? Es imposible saberlo. Nosotros podemos hacer mediciones, pero en un momento dado puede producirse un desprendimiento mayor.

"La Catedral no está en buen estado; tenemos una pérdida patrimonial constante"

Lo llamativo del caso es que no es algo nuevo, ni se viene hablando de esto en los últimos meses.

No. Esto lleva muchísimos años. En Málaga tenemos muy pocos monumentos y de este porte sólo uno. Málaga, a nivel patrimonial, tiene una arquitectura del XVIII, palaciega, muy interesante; del XIX tenemos un casco histórico fantástico que se ha rehabilitado.

Es verdad que los malagueños hemos conocido mucho de este patrimonio gracias a la recuperación que se ha venido produciendo en los últimos 20 años. La peatonalización de las calles y la rehabilitación de fachadas ha permitido un avance muy grande. La Catedral tuvo un pequeño avance en los años 90, pero se paró. La Catedral va por detrás de la ciudad en ese aspecto.

Eso no ocurre en otras ciudades…

La Catedral de Granada está fantástica, porque tiene una maquinaria muy fuerte de rehabilitación, porque tiene muchos edificios, una maquinaria para conseguir subvenciones, una industria casi de rehabilitación. Sevilla, no digamos; Córdoba está fantástica. Y la de Málaga se ha quedado un poco atrás, entre otras cosas porque ha habido intentos fallidos que hay que dejar atrás e ir a por una solución definitiva.

Se ha intentado hacer de otras maneras, bien intencionadas, pero que no fueron efectivas. A finales de los 90 se hizo una especie de operación de limpieza, en 2008 se acabó la obra de la piel cerámica y ninguna ha sido efectiva ni ha abarcado un sistema de evacuación completa de las aguas. Nosotros nos planteamos no solo un tejado, sino también el sistema de bajantes hasta las terrazas intermedias, las terrazas intermedias y la conexión de esas aguas con las canalizaciones.

Juan Manuel Sánchez La Chica junto a la Catedral.

Juan Manuel Sánchez La Chica junto a la Catedral. S. S.

¿Hay un maltrato de Málaga a su Catedral?

No. Durante los últimos 20 años la conciencia del patrimonio ha aumentado mucho, pero una catedral va muy lenta. Llevo diez años trabajando aquí y en ese tiempo sé bastante, pero uno tarda mucho en conocer un edificio como éste por su complejidad constructiva, por su historia, por la tramitación. A esto necesitas dedicarle una vida.

Desde que llegó don Jesús (obispo de Málaga) se empeñó en que hubiese un equipo técnico dedicado a esto. Lo que no se puede es llegar, estudiar el edificio en tres meses y hacer una propuesta. Nosotros llevamos tres años trabajando con la cubierta pero con muchos años de investigación. No creo que haya un maltrato de la ciudad hacia su Catedral. Sí creo que ha habido posturas que pudieron paralizar el tema, pero en el tema de las aguas de la Catedral todo el mundo está de acuerdo. 

¿Cuál es la solución a la que han dado forma?

Es continuista con la de Ventura Rodríguez, que nos parece la más lógica. Málaga ama a su Catedral y tiene que pensar que para mantenerla hay que estar continuamente con arreglos, no se puede restaurar de una vez. Porque con las cubiertas no acaba el tema.

Lo más llamativo es lo del tejado…

Lo del tejado a dos aguas son un poco simplista, porque hace diez años que empezamos a estudiar los dibujos de Ventura Rodríguez. Interpretamos esos dibujos e hicimos un levantamiento de 3D de la misma y nos dimos cuenta de que la solución tiene que ser más completa, de evacuación de aguas incluyendo las terrazas intermedias que son muy importantes.

¿Cuánto cuesta eso?

Nosotros hemos puesto como unos 24 meses de ejecución y unos 10 millones de euros, aunque es un precio abierto. Hay que tener en cuenta que ahora están subiendo los materiales como el acero, la madera… Ahora mismo todo el planeta está haciendo obras.

"Hay muchos medios para conseguir el dinero; los malagueños tenemos que luchar para que ese dinero sea para nuestra Catedral"

Antes decía que han pasado de un anteproyecto directamente al proyecto de ejecución. Ahora lo que queda por concretar es quién paga eso… Entiendo que el Obispado no tiene capacidad por sí solo.

No puede tener ese presupuesto. Pero para este tipo de obras hay muchos medios de conseguir el dinero, hay financiación europea, fondos específicos que muchas veces no se han utilizado. Este dinero si no nos lo llevamos los malagueños se lo llevarán otros. Y se lo llevará otra catedral. Hay una maquinaria que tienen ciudades con mucho patrimonio muy acostumbrados a pedir subvenciones y nosotros nos tenemos que poner las pilas en este sentido.

¿Y quién tiene que pedir esos fondos?

Eso lo tendremos que hablar con las administraciones, lo tendremos que hacer de manera conjunta. Tenemos que luchar los malagueños para que ese dinero sea para nuestra Catedral, que es el edificio más importante de nuestra ciudad. Ahora nos toca a nosotros.

Más cerca que ahora…

Lo veo más próximo porque hay un proyecto de ejecución y contamos con el aval de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, a la que les hacen consultas las autonomías, el Estado, los ayuntamientos para ver qué hacer sobre bienes inmuebles de distinto tipo.

Hay una comisión de expertos, que son los sabios, y ellos nos avalan sin fisuras. Si conceptualmente está bien porque el máximo organismo al que se consulta nos avala y hay un proyecto, no sé cuál es el problema. Hay que buscar el dinero pero ese dinero está y si no es para nosotros será para otro.

Hablar de la Catedral de Málaga es hacerlo también de la segunda torre. ¿Es un tema que le cansa?

Hay temas prioritarios, como proteger la Catedral. Pero le faltan muchas cosas. Le faltan siete elementos torrados: las cuatro torres de los cubillos, la Sacristía mayor y menor… Me encanta que se abra ese debate intelectual. ¿Cómo se debe terminar una catedral que se empezó en el siglo XVI; que en el XVII siguió, pero la fábrica se paró durante 140 años y que en el siglo XVIII se continuó?

Una Catedral que se ha hecho durante 500 años a fuerza de impulsos intermitentes tiene en su ser que se siga construyendo. Hay otras catedrales como la de Cádiz que se pensó con el doble de altura que la actual, pero en un momento dado no contó con presupuesto y se decidió subirla entera pero más baja.

En el caso de la de Málaga, se ambicionó una Catedral gigante de primeras, pero se optó por hacerla por fases. Eso está dentro de su idiosincrasia. Es algo que permite el edificio porque siempre fue así. Además, es un edificio donde hay unidad. Los arquitectos barrocos se ataron un poco las manos para que el edificio tuviera una unidad y no fuera la típica catedral con estilos muy diferenciados. Que se abra el debate es maravilloso. Que se debe acabar algún día, pienso que sí.

Pero es verdad que el debate seguirá porque muchos la ven como La Manquita.

La Catedral es un edificio vivo, que se usa, es el vórtice de la ciudad. No es una ruina, su seña de identidad no es que le falte una torre. Tenemos una girola renacentista apasionante, con unas puertas de cruceros entre torreones; es muy singular, que le falte una torre no es singular.

La Catedral aspira a una perfección de edificio acabado. Ahora no estamos en ese momento, sino en el de las cubiertas, pero que se introduzca este debate es muy positivo. Sí habría que tener una voluntad continuista, que fuera de piedra. La torre inacabada tiene el peligro de considerarla como una seña de identidad.

"Se habló de que la Catedral necesitaba una gran plaza. No estoy de acuerdo. La percepción de la Catedral desde la cercanía es de sorpresa, de rodear una calle y encontrarte con ella"

Como arquitecto de la Catedral, el asunto de la altura de la torre del puerto, ¿qué le genera?

Hay que tener en cuenta que en medio está La Malagueta, el hotel Málaga Palacio… Cuando uno tiene problemas cercanos de impacto visual la incidencia de lo más lejano importa menos. Me hubiera gustado que la fachada sur de la Catedral, que es la más bella, hubiese dado directamente al Parque. Pero es una decisión del pasado.

El Málaga Palacio no creo que sea un mal edificio, pero ese impacto sí lo tengo más presente. También digo que la relación de la Catedral con su entorno tiene dos escalas. Cuando vas andando por Císter, ves las partes bajas y de pronto está la sorpresa, con la verticalidad.

Se habló en un tiempo que si la Catedral necesitaba de una gran plaza. No estoy de acuerdo, la percepción de la Catedral desde la cercanía es de sorpresa, de rodear una calle y encontrarte con ella. Y luego tiene una percepción lejana, desde el Monte Gibralfaro, desde la carretera de los Montes...