Málaga ya está sumergida en la Copa de Rey de baloncesto. Hay multitud de actividades, una exposición en la calle Larios y de aquí al domingo habrá mucho colorido con las ocho aficiones procedentes de distintas partes de España. Una fiesta en toda regla. La base es lógicamente, el baloncesto. Y el Unicaja, el vigente campeón, juega su primer partido el viernes a las 21:00 contra el Lenovo Tenerife. 

"Vamos a intentar ser nosotros mismos, disfrutar en el campo, pasarlo tan bien como lo hicimos el año pasado en Badalona [donde ganaron el torneo], intentar ser más nosotros mismos que nunca", ha dicho este miércoles Ibon Navarro, entrenador del Unicaja, en una rueda de prensa previa al inicio de la competición. Eso sí, ha advertido, "eso no garantiza ganar".

Organizar la Copa del Rey en casa es un arma de doble filo porque supone una presión extra para el equipo local. Ya se vio el año pasado en la final four de la Basketball Champions League (BCL), en la que el Unicaja era el favorito por su estado de forma y porque se jugaba en el Carpena y les pudo la presión, cayendo en semifinales. También es cierto que, incluso en un mal partido, estuvieron a punto de pasar a la final si hubiera entrado el triple de Perry. 

El Unicaja está jugando de dulce, va segundo en la liga, tiene el camino encarrilado en la BCL y es considerado uno de los grandes favoritos para ganar la Copa del Rey junto al Real Madrid. Navarro ha asegurado además que físicamente están "bien, con muchas ganas de jugar e ilusionados". 

La clave, por tanto, es quitar presión mental a los jugadores, que salgan a la pista ilusionados con pasarlo bien y que no se les encoja el brazo. "No jugamos en casa, Málaga es la sede pero el ambiente es diferente", ha subrayado Navarro, quien también ha destacado que "no hablamos mucho de lo que ocurrió en la BCL, cada uno aplica la lección que aprendimos a su manera y veo al equipo bien". 

Se tienen que juntar muchas cosas porque la Copa del Rey es el torneo del KO. Da igual que lleves cinco meses sumando victorias. Si el Unicaja pierde por un punto el viernes contra el Tenerife está fuera. Y lo mismo pasaría el sábado en caso de llegar a la semifinal contra el Barcelona o el Manresa. 

El Unicaja haciendo piña en el entrenamiento en el Carpena.

Lo primero es eliminar al Lenovo Tenerife para seguir vivos. Y no es nada sencillo. "Vienen en el mejor momento de la temporada, con chispa y nivel alto de acierto, por lo que ese es el mayor de nuestros problemas. Es un rival muy difícil, nos conocemos mucho y, de hecho, fue la final del año pasado", ha comentado Navarro. 

Habrá que ver lo que ocurre en la pista. En cualquier caso, a disfrutar de la fiesta del baloncesto en Málaga con uno de los torneos más bonitos del panorama deportivo europeo. Y en la calle con todas las actividades.