Roberto celebra el gol del Málaga CF contra el Linares.

Roberto celebra el gol del Málaga CF contra el Linares. Málaga C.F.

Málaga C.F.

Roberto I de Málaga

El delantero cordobés se ha terminado de meter en el bolsillo a la afición malaguista tras un brillante arranque de temporada. 

26 septiembre, 2023 05:00

Noticias relacionadas

En Málaga hay nuevo emperador del gol. Sin ínfulas. Se ha ganado al pueblo con su entrega, con sus goles, con su espíritu. Se llama Roberto Fernández, nació en Córdoba pero ha conquistado Malaga. Tres goles, uno de oro en Linares, le valen de momento el imperio de La Rosaleda, que está entregada a sus pies, corea su nombre y ya le tiene una fe inquebrantable. 

Roberto se ha convertido en el hombre gol del Málaga CF en el arranque de la temporada en Primera RFEF. El delantero está superando las expectativas con la que había regresado de su cesión al Barcelona B, que decidió no ejercer su opción de compra sobre nueve malaguista después de que el curso pasado marcara seis goles con el filial azulgrana y jugara el playoff de ascenso a Segunda. 

El delantero tenía el sambenito colgado de futbolista luchador, incansable, pero con poco gol. Por el momento, ya ha acabado con ese clichés tras los tres goles anotados en las cinco primeras jornadas, además de todo lo generado en ataque. Contra el Recreativo Granada estrelló dos balones en los postes. 

Roberto abrió la lata contra el Atlético de Madrid B para adelantar al Málaga, empató contra el Atlético Baleares en un partido que a la postre ganó el Málaga, y en Linares marcó nada menos que el tanto de la victoria. Goles transformados en puntos por un futbolista que desde que llegó es titular indiscutible para Pellicer. Es su nueve, su jugador de referencia en al ataque blanquiazul. Se ha convertido en el complemento de un Dioni al que se le caen los goles pero que prefiere salir de la posición de killer para participar más en el juego y la elaboración de las jugadas. 

Tras el partido, describía el gol de la victoria: "Tiro un desmarque a la derecha, tenía que ir al espacio, hago un poco de pausa, paso atrás, le llega el balón a Víctor, la pone, remato y va dentro". Y se definía como "un buen jugador en balones aéreos y tengo que seguir trabajando para seguir metiendo goles".

Con su trabajo y con sus goles ha rendido a la afición blanquiazul. "Es un sueño que la afición coree tu nombre. Yo les respondo con trabajo y con goles". 

Todo se lo ha ganado con su derroche en el campo. Hace dos temporadas adelantó a Loren Zúñiga, entonces una de las joyas de la cantera, en las preferencias de José Alberto y se quedó como jugador de la primera plantilla, sumando muchos minutos en Segunda División. Jugó 32 partidos, 15 como titular, y anotó 2 goles. 

El club estimó que al curso siguiente debía salir cedido. Y lo hizo al Barcelona B. El club blaugrana tenía una opción de compra que no ejecutó. Roberto jugó 34 partidos, 24 como titular y anotó 7 goles. La cesión le sirvió para ganar experiencia en Primera RFEF, la que está demostrando en este inicio de campeonato en el Málaga CF.

Por eso, el malaguismo corea su nombre. El del emperador del gol, Roberto I de Málaga.