El Málaga CF tiene casi los dos pies en la Primera RFEF después del rejonazo sufrido en Andorra que abortó cualquier intento de rebelión del conjunto blanquiazul. Pero mientras haya camino hay que seguir andando, aunque sea por el calvario. Y eso es lo que le toca este Viernes Santo en Villarreal, para medirse al filial del submarino amarillo en un partido en el que dentro del club todavía venden como decisivo para alcanzar el objetivo de la permanencia. Irreal. 

Será a partir de las 21:00 horas en el estadio de La Cerámica, cuando por las calles de Málaga se esté paseando Cristo muerto, cuando el casi cadáver del equipo de la ciudad comparezca para jugar el partido de la jornada 35 de Segunda División en busca de estirar algo más el relato. Será el partido inaugural de la jornada, por lo que en otras circunstancias, podría ser una oportunidad para meterle presión a los rivales que marcan la frontera de la salvación, pero es que ni siquiera podría alcanzar a la Ponferradina, también en zona de descenso, y que está cinco puntos por encima del Málaga. La permanencia está a ocho, la marca el Racing de Santander contra el que el goalaverage está perdido. 

Ahora, el discurso ha virado en hacer historia, que es lo que supondría conseguir la permanencia en las circunstancias en las que se encuentra el Málaga CF actualmente. Es el melón que abrió Pellicer en la rueda de prensa previa al encuentro contra los amarillos, un equipo donde no está brillando Javier Ontiveros, el marbellí que salió de Martiricos en busca de la gloria, pero pasa los minutos en el banquillo del Villarreal B. 

El once

Para este encuentro, Pellicer recupera a todos los titulares de su nuevo sistema fetiche, ese 1-3-5-2 que mejoró la imagen del equipo, pero dio pocos resultados, pero el único triunfo que ha llegado desde que lo emplea fue contra el Leganés cuando pasó a dos líneas de cuatro. 

El de Nules siempre le da un toque personal a las alineaciones, por lo que es poco previsible acertar de pleno con el equipo que vaya a saltar al césped de La Cerámica. No hay dudas de que en la portería estará Rubén Yáñez y que la línea de tres la formarán Ramalho, Juande y Burgos, con Delmás y Cristian en los carriles. 

En el centro del campo pueden repetir Ramón y Febas, y recupera Pellicer a Villalba, ausente en Andorra por sanción. Escassi tiene opciones de estar en el pivote. Con esto, quedarían dos puestos arriba, uno fijo para Lago Junior y el otro se lo disputarán Rubén Castro y Chavarría. 

Sea el once el que sea, unos 400 malaguistas estarán esperando en las gradas para continuar dándole aliento a los suyos, que siguen adelante con respiración asistida. Ejemplar lo de esta afición.

El rival

Tan imprevisible como peligroso es el rival de este viernes, el Villarreal B. Un equipo con la marca de los filiales, que juega con alegría al ataque y, de esta forma, puede hacerle mucho daño al Málaga, un flan atrás, aunque algo mejorado en las últimas jornadas. 

El nombre que le viene a cualquier malaguista a la cabeza es el de Javier Ontiveros, al que no le quedó otra que quedarse a jugar en Segunda División con el filial del Villarreal ante la falta de ofertas para salir y lo lejos que se ha quedado de las expectativas que levantó cuando empezó a despuntar. Pero el marbellí tampoco está contando esta temporada para Miguel Álvarez, que le dio algunas oportunidades al inicio de la temporada pero que ahora lo deja incluso fuera de la convocatoria. 

Aunque para el choque de este viernes, el exmalaguista puede tener opciones de jugar por las bajas de Del Moral y Collado. Tendrá ganas de reivindicarse. 

La situación de los amarillos, que llegaron a ser líderes en las primeras jornadas, es cómoda con 46 puntos, con la permanencia matemática casi en el bolsillo y con los puestos de playoff a seis puntos, aunque no podrían jugarlos. 

En los playoff puede que esté pensando alguien en el Málaga, pero en los de la temporada que viene para regresar al fútbol profesional, porque aunque en la capital de la Costa del Sol se esté viviendo la semana de Pasión que acaba con la Resurrección, en Martiricos los milagros tienen pinta de tener que esperar-