Coque Malla

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Cultura Crítica musical

El último hombre en la tierra

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Coque Malla salió al escenario como se ha de salir. Con arrojo y responsabilidad, sabedor de que las canciones están hechas de un material demasiado sensible. En ocasiones, indescifrable. Sabedor de que su cancionero se ha nutrido de una biografía digna ante la vida y su sustancia.

Una biografía con errores y aciertos, tropiezos y altos vuelos, ausencias, pero una biografía propia sobre la que ha elaborado uno de los repertorios más singulares e interesantes de la escena patria, un cancionero que mira a los ojos de la vida, sin simulacros tan dados en quienes deambulan, hoy en día, por los escenarios y otros rincones donde el foco dispare, donde la luz conceda (algo de) protagonismo.

Pero empecemos por el final para comprender el inicio de este directo que forma parte de la gira 40 Aniversario Tour y con la que Coque Malla está celebrando las cuatro décadas dentro de la industria musical acompañado por una banda que merece todo elogio y reconocimiento, unos músicos impecables en la puesta en escena y abrumadores cuando sacan músculo.

Empezar por el cierre para que el concierto adquiera toda la coherencia que merece. Y es que el punto y final de este concierto se puso con una apuesta arriesgada por el pelaje de la canción, “Me dejó marchar”, una canción a medio camino entre la explosión del rock y la suavidad de las canciones pop sobre desamor.

El público comprendió la apuesta. Lo tuvo claro y la entrega fue absoluta. Aplausos, bailes, besos y lágrimas. Y más aplausos. Veníamos, además, de una advertencia con la que Coque daba el pistoletazo de salida a este directo. “Este no va a ser un concierto nostálgico”. Y, no, no lo fue. Menos mal.

Contaba Coque, tras esa afirmación que marcó todo el estado de ánimo del concierto - hemos venido a celebrar-, que cuarenta años atrás, en ese mismo lugar, en la plaza de La Malagueta, James Brown observaba atento el despliegue de Los Ronaldos. “El mismísimo James Brown”.

Hay que estar muy seguro de lo que se hace y cómo se hace para aguantar la mirada a la historia de semejante manera. Entre ambos hitos, el artista madrileño desplegó toda la artillería de su carrera en solitario y algún que otro himno de Los Ronaldos, “Por las noches”, de hecho, fue la canción elegida para dar la bienvenida al público malagueño, sacando también a pasear una de las canciones más coreadas del cuarteto, “No puedo vivir sin ti”.

Defendió solo sobre el escenario, “Berlín”, y acompañado por Miguel Poveda y El Kanka, que jugaba en casa, “Una sola vez” y “El último hombre en la tierra”, respectivamente; ambas canciones adquirieron una piel nueva gracias a la complicidad de los artistas invitados. Fue hermoso contemplar esa transformación. La magia de lo que sucede únicamente mientras acontece.

“Aunque estamos muertos”, “Sólo queda música”, “Un lazo rojo, un agujero” fueron otras de las canciones elegidas para el repertorio de celebración y defendidas por banda y artista de manera magistral. A estas alturas, con esas canciones y estos directos, una sólo puede celebrar estos cuarenta años y brindar por los cuarenta siguientes para que Coque Malla siga siendo ese refugio para la verdad de la belleza. La verdad del arte.