Que pocos leen, es un hecho. Y que, entre los pocos que leen, menos leen poesía, es otra verdad. Sin embargo, y a pesar de que siempre son malos tiempos para la lírica, en la provincia de Málaga hay una ciudad llena de irreductibles locos por las palabras que riman que se reúnen para darles rienda suelta y combinarlas con diferentes disciplinas. Porque la poesía, queramos o no, lo impregna todo.

¿Que cuál es esa ciudad? Pues Marbella, claro.

La cita, llamada Marpoética, ha alcanzado este año su quinta edición y ha tenido lugar del 25 de marzo a este 7 de abril y, a lo largo de tan extensa duración, ha reunido en su diversísimo programa, atentos, a casi un centenar de poetas, músicos, escritores y artistas en general como el ubetense Antonio Muñoz Molina, Antonio Lucas, Xoel López, Arcángel, Tulsa, Juan José Millás, Agustín Fernández-Mallo, Carlos Briones, Luz Arcas… Un ejército de buenos, de soñadores, que demuestra la relevancia de un encuentro como este que en poco tiempo se ha situado como una de las jornadas poéticas y literarias más importantes a nivel no sólo autonómico, sino nacional, teniendo, además, una vocación claramente internacional.

Antonio Muñoz Molina y Antonio Lucas en la inauguración de certamen. Marpoética

Marpoética, organizado por el Ayuntamiento marbellero, es, así, un encuentro que, en palabras de María del Carmen Díaz, directora de Cultura de la localidad, "ha alcanzado la madurez como festival, consiguiendo consolidarse como una cita imprescindible y necesaria en torno a la poesía, como hilo conductor, que aúna todas las disciplinas imaginables, estando presente, incluso en la propia ciencia ya que, en ocasiones, el mundo científico habla empleando las metáforas para construir la realidad que nos rodea".

En este sentido, Marpoética estableció cada día lo que se denominó los Diálogos poéticos en los cuales un total de doce poetas conversaron cada jornada sobre la relación de la poesía con las diferentes artes, tocando los diversos palos humanos como son la docencia, el cine, el teatro, y la ya mencionada ciencia.

Recitales y encuentros en Palabra del Mar

La poesía está hecha para ser leída, pero, sobre todo, para ser recitada. Es por ello que Marpoética reservó un espacio y un tiempo concretos para acoger recitales. Palabra del Mar era su título y estaba a cargo de poetas pertenecientes a las generaciones más recientes.

La inauguración también contó con la música de Arcángel. Marpoética

De este modo, en cada uno de estos recitales se dieron cita una pareja de poetas españoles menores de treinta años, los cuales han dado a conocer de viva voz un pedacito de su obra. El objetivo: evidenciar que la poesía pertenece a todos, y que la juventud no es sinónimo de menor calidad.

Un océano de actividades

La apuesta por la juventud se refuerza aún más cuando los eventos encuadrados en Marpoética también acogen a los alumnos de los institutos y los colegios de la ciudad con la presentación de libros infantiles, encuentros dirigidos a los más pequeños en la que se jugaba con la poesía, la magia y las canciones.

Como confirma Carmen Díaz, "también ha sido un éxito la extraordinaria conexión que ha habido entre las actividades de Marpoética y los más jóvenes de la localidad". En este sentido, "creemos que escogimos un buen camino cuando iniciamos la andadura de este festival, una senda que se ha consolidado y que se ha transformado en un trabajo imprescindible por todo lo que aportan los estudiantes". Porque los niños, al final, "son tanto oyentes como creadores y son capaces de situarse con miradas nuevas y libres, ante el mundo, ante la realidad, donde la poesía les sitúa con una manera de mirar y de nombrar que sorprende".

La ciudad al completo se ha llenado de poesía. Marpoética

Una de las cosas que debemos destacar es que, otra cosa tal vez no, pero cada edición de Marpoética tiene actividades para parar un tren.

Algunos ejemplos: proyección de documentales como las piezas Aunque tú no lo sepas. La poesía de Luis García Montero, El ruiseñor y la noche: Chavela Vargas canta a Lorca, de Rubén Rojo Aura; Mujeres de Cántico, de Lola Jiménez y Miguel Ángel Hernández Arango; Antonio Machado. Días Azules, de Laura Hojman…

¿Qué más? Pues un maridaje, ¿por qué no? ¿Acaso la poesía no va estrechamente ligada al alcohol? Pues poetas como Lola Mascarell, Antonio Rivero Taravillo, Agustín Pérez Leal, María Gómez Lara, entre otros, han conjugado las letras con el vino en un encuentro donde se demuestra que la lírica también pega, y muy bien, con la gastronomía.

Charlas, poesía erótica, exposiciones, talleres, lecturas, concursos de poesía infantil… Marpoética es, sin lugar a dudas, el encuentro perfecto para cualquier poeta que se precie de serlo.

Multitud de localizaciones

Y todo esto repartido en un vasto número de localizaciones: en la biblioteca Fernando Alcalá, en el centro cultural Cortijo de Miraflores, el Mercado del Arte, el mercado municipal, la Peña Flamenca Sierra Blanca, en la villa romana de Río Verde, en el Terral Club, La Polaca, el Hospital Real de la Misericordia, en el Museo del Grabado Español Contemporáneo, en el Teatro Ciudad de Marbella…

La música ha tenido una gran presencia durante las diversas jornadas. Marpoética

La meta es que Marpoética alcance el mayor público posible y que la poesía se haga presente en los espacios susceptibles de arroparla, esto es, cualquier rincón donde posemos la vista. Este es el milagro de los versos.

"La acogida ha sido magnífica", sentencia la directora de Cultura marbellí, "no podemos estar más satisfecho ni más emocionados por la asistencia. Reunir a un número tan importante de personas en torno a la poesía creo que tiene un mérito enorme para Marbella y, sobre todo, alcanzar el nivel tan elevado que hemos establecido de belleza y profundidad en los diálogos marcados durante la inauguración del festival, con Antonio Lucas y Muñoz Molina, y en la clausura con Juan José Millás".

Y, para cerrar, música de la mano de Arcángel y Xoel López, dos compositores en cuyas obras se prioriza, cómo no, el verso, la poesía, la lírica, la vida.