Málaga

Ni grandes obras para los trenes ni nuevas carreteras: Málaga suma casi dos décadas sin mejoras clave en movilidad

Tras la época dorada que permitió la llegada del AVE, la ampliación del aeropuerto de la Costa del Sol, la construcción de la hiperronda y el acceso sur el nivel inversor se ha desplomado.

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"Lo que no es razonable es que Málaga lleve 20 años sin que se haya abordado un proyecto nuevo". El mensaje verbalizado meses atrás por el ingeniero José Alba, una de las voces más autorizadas en el campo de las infraestructuras, obliga a poner el foco sobre una realidad preocupante y deja en evidencia la escasa apuesta inversora realizada por el Gobierno central en las últimas décadas.

Echando la mirada atrás, puede afirmarse que la última gran infraestructura afrontada por el Gobierno central para mejorar la movilidad de la provincia fue el acceso sur al aeropuerto de la capital de la Costa del Sol.

La inauguración de esa carretera, que supuso una inversión superior a los 60 millones de euros, tuvo lugar en marzo de 2014. Pero los trabajos fueron licitados en 2006. Es decir, hace casi dos décadas.

Desde ese momento, salvo los 12 millones invertidos en la remodelación del acceso a Benalmádena, poco o nada que destacar.

Al menos en el campo de las infraestructuras directamente vinculadas a la mejora de la movilidad de las personas.

De hecho, salvo el esfuerzo asumido para la apertura del Museo de Málaga en 2016, tras desembolsar 40 millones de euros, la apuesta estatal se ha centrado en la mejora del eje ferroviario Algeciras-Bobadilla, de gran envergadura económica, pero de un uso limitado a las mercancías.

Esta relación de actuaciones evidencia el inicio de una escasez que se alarga hasta el momento presente. La fotografía vigente contrasta de manera extraordinaria con la época dorada de la que disfrutó Málaga, cuando durante varios ejercicios presupuestarios, con el PSOE al frente del Gobierno, recibió varios miles de millones de euros.

Esa inyección histórica permitió completar el gran mapa de infraestructuras de la provincia. El 23 de diciembre de 2007 tuvo lugar la inauguración del AVE a Madrid. Su construcción requirió de más de seis años y supuso un coste superior a los 2.500 millones de euros.

En marzo de 2010, los Reyes de España cortaron la cinta de la nueva terminal T3 del aeropuerto de Málaga, en la que se invirtieron 409 millones de euros. La transformación del aeródromo malagueño se completó con la segunda pista a finales de junio de 2012, donde se invirtieron 474 millones de euros.

Aeropuerto de Málaga, perteneciente a la red de Aena.

Aeropuerto de Málaga, perteneciente a la red de Aena. iStock

Más de una década después se abre el debate sobre la necesidad de reformular estas instalaciones, ante el crecimiento exponencial que ha tenido la demanda del aeropuerto. De hecho, todas las previsiones se están viendo sobrepasadas.

Otro de los grandes hitos tuvo lugar en octubre de 2011, con la terminación y apertura completa de la hiperronda, toda vez que dos tramos iniciales se pusieron en servicio en diciembre de 2010.

En estas mismas fechas, la red de carreteras provincial quedó completada con la autopista de Las Pedrizas, impulsada mediante un contrato de concesión. A cambio de la explotación comercial de la carretera de pago, las empresas privadas asumieron la ejecución, tasada en 405 millones de euros.

La ausencia de operaciones de gran calado se extiende en el tiempo desde la parte final del último periplo del Partido Popular al frente de la Administración estatal y los dos periodos ejecutivos de Pedro Sánchez en la Moncloa.

Los años más cercanos

Aproximando el análisis a estos últimos periodos es evidente la falta de grandes inversiones en materia de infraestructuras viarias y ferroviarias.

Puede apuntarse que en abril de 2017, el entonces presidente Mariano Rajoy anunció el impulso del baipás de Almodóvar del Río. Esta solución de bajo costo (unos 30 millones de euros) se encuentra en obras desde hace varios años, sin que esté aún completada. 

Cuando esto ocurra, permitirá reducir 20 minutos el tiempo de viaje en tren entre Málaga y Sevilla. No obstante, se trata de una intervención que, aunque con claros beneficios para la provincia malagueña, se localiza en Córdoba.

Más allá, la única obra puesta en escena en estos últimos tiempos, que poco o nada tiene que ver con la mejora de las infraestructuras en materia de movilidad, es la rehabilitación del convento de San Agustín como nueva sede de la Biblioteca Pública del Estado.

Una intervención que está en fase de ejecución y en la cuenta atrás para quedar completada a lo largo de 2026. La inversión estimada es de 18 millones de euros.

Tiempo de estudios

Sí se le puede reconocer al Ejecutivo de Pedro Sánchez el impulso en los últimos meses de numerosos y necesarios estudios de viabilidad, claves para poder sentar el desarrollo futuro de algunas de las grandes exigencias ciudadanas.

Es el caso del paso adelante dado con el tren de la Costa del Sol. Por más que tiene un claro valor simbólico evidente, tiene lugar muchos años después de su llegada a la Moncloa y en respuesta a una creciente demanda social de la provincia.

Otro tanto ocurre con el documento base para activar posibles soluciones con las que aliviar los atascos en la zona Este de Málaga capital, cuya autovía se convierte en un cuello de botella cada vez que hay un accidente. O en la Costa del Sol occidental.

Las carreteras de entrada y salida a Málaga

Las carreteras de entrada y salida a Málaga EP

En una fase semejante se sitúa el compromiso del Gobierno de invertir hasta 100 millones de euros en la construcción de una desaladora en la Axarquía.

Una infraestructura que se planteó en los peores momentos de la sequía y que sigue sin ver la luz. No sólo por responsabilidad de la Administración estatal, sino por la tardanza en recibir el proyecto por parte de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Oriental, con la Junta Central de Regantes al frente.

Algo parecido puede afirmarse de la apuesta del Ministerio de Fomento por ampliar la autovía entre Málaga y Torremolinos, obra que ha llegado a estimarse en unos 190 millones de euros. La intervención sigue siendo objeto del estudio ambiental sin que exista calendario cierto.

O el acceso norte al aeropuerto, que sí ha superado el trámite ambiental, lo que, a priori, acerca el momento de la licitación de los trabajos.

El último movimiento en lo que a infraestructuras se refiere es el plan de ampliación del aeropuerto. Lo que ha hecho Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) ha sido esbozar la propuesta de extensión de las instalaciones, sin precisar, aún, el coste estimado ni los plazos.

La previsión, según indican, es que pueda dar respuesta con comodidad a unos 36 millones de pasajeros anuales.