El Museo de Málaga se queda sin espacio: busca una nueva nave para guardar parte de sus valiosos restos arqueológicos

La Junta de Andalucía ha salido al mercado en la búsqueda de un edificio de al menos 2.700 metros cuadrados en el que dar cobijo a los muchos e importantes restos arqueológicos que pertenecen al Museo de Málaga y que, hasta el momento, permanecen depositados en la sede de la Biblioteca Provincial, en la Avenida de Europa.

Sobre este último inmueble pesa un contrato de alquiler que finalizará una vez se traslade a la biblioteca estatal al Convento de San Agustín, que está siendo sometido a una importante obra de rehabilitación y acondicionamiento.

El paso dado por la Junta se produce después de que la Dirección General de Patrimonio comunicara el 7 de febrero de 2024 la "inexistencia" de inmuebles titularidad de la Administración regional y de sus entidades para responder a las necesidades del Museo.

En la memoria que rige este procedimiento se precisa que hasta su inauguración el 12 de diciembre de 2016 en el Palacio de la Aduana, el Museo de Málaga tuvo la necesidad de tener en régimen de arrendamiento dos naves para depositar su colección de obras de arte y piezas arqueológicas. Una de ellas, en la Avenida Juan López Peñalver, 18; la otra, en la calle Max Planc, 10.

La puesta en marcha del museo dio por finalizado el contrato de alquiler de las instalaciones de Max Planc, siendo trasladados todos los restos arqueológicos allí almacenados, procedentes de distintas excavaciones de la provincia, a la nave de la Avenida Juan López Peñalver.

En este caso concreto, las dependencias disponen de 1.417 metros cuadrados, estando vigente el arrendamiento hasta el pasado 31 de marzo de 2025. No obstante, se abría la posibilidad a prórrogas anuales, con una renta mensual de 9.880,42 euros (IVA incluido).

El escollo con el que se topan los responsables del Museo de Málaga es que este almacén "se encuentra casi al límite de su capacidad y es insuficiente, por lo que resulta necesario arrendar una nueva nave que pueda satisfacer las necesidades de almacenamiento de restos arqueológicos".

Detalles del inmueble

Entre las condiciones que se exigen al nuevo edificio están la superficie construida mínima de 2.600 metros cuadrados y que disponga de una zona diáfana que represente al menos el 75% de su superficie para uso almacén. Asimismo, dentro de la misma edificación existirá otra área con una superficie construida mínima de 60 metros destinada a otros usos (oficinas, sala de investigadores y aseos).

Para fijar el precio máximo mensual de la licitación, los responsables autonómicos han tomado en consideración el precio actualizado del contrato de arrendamiento vigente, que se sitúa en los 5,56 euros el metro cuadrado (IVA excluido), al tiempo que se han realizado estudios del mercado actual, excluyendo las naves sin accesibilidad por medios de transporte público y las que no tienen la superficie ni la altura mínima exigida. Con este fin, han acudido a los portales inmobiliarios Idealista, Fotocasa, Yaencontré, Pisos.com y Milanuncios. Tomando en consideración los análisis realizados, se establece un precio de referencia de 5,55 euros el metro cuadrado (IVA excluido).

Atendiendo a este parámetro y a que la superficie máxima construida de la nave será de 2.730 metros, el precio resultante es de 15.151,5 euros al mes (IVA excluido). Sobre esta base, y dado que la intención es firmar un contrato de cinco años, el precio máximo de licitación asciende a la cantidad de 909.090 euros (IVA excluido). Este periodo podría ser prorrogado por otros 5 años.

Al margen de la cuestión económica y la baja de los precios de arrendamiento, el pliego de condiciones que rige este concurso premiará con un máximo de 5 puntos aquellos inmuebles que se encuentren a menos de 200 metros de paradas de transporte público (autobús o metro). Otros 5 puntos se reservan para aquellos que cuenten con puente grúa para movimiento de mercancía pesada.

Cerrado el plazo de presentación de ofertas, sólo hay una empresa que ha concurrido al concurso. Se trata de la entidad Bobastro 2000, perteneciente a Grupo Empresarial Campano. No obstante, la mesa de contratación ha reclamado a la entidad el aporte de nuevos detalles y documentación.