Durante décadas en Málaga, y de manera más particular la zona occidental de la provincia, se viene hablando del tren litoral o el corredor ferroviario de la Costa del Sol. Una infraestructura largamente demandada e ignorada por los diferentes gobiernos con la que responder a la necesidad de la población de desplazarse en transporte público por esta franja del litoral malagueño.

Para poner de manifiesto la importancia de esta actuación y los problemas a los que se enfrentan a diario los trabajadores y turistas que habitan los municipios de la parte más occidental, incluyendo la zona de la provincia de Cádiz, varios integrantes del Partido Popular, con Jessica Trujillo, parlamentaria andaluza y presidenta de NNGG Málaga, a la cabeza, han realizado el viaje de ida y vuelta desde la capital de la Costa del Sol hasta Algeciras.

El trayecto de ida ha sido realizado a través de los transportes públicos disponibles. Y ello incluye el uso del Cercanías hasta Fuengirola, punto en el que los participantes en la iniciativa han continuado su desplazamiento en autobús hasta Algeciras.

La distancia completa entre ambos puntos es de 136 kilómetros. Un periplo que, según Google, se puede hacer en 1 hora y 34 minutos si se usa la autopista de peaje de la Costa del Sol, mientras que si se opta por no pagar, el tiempo se eleva a 1 hora y 52 minutos.

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Esta primera fase del viaje, a bordo del tren de la C1, supone casi una hora de tiempo. "Y qué es lo que toca ahora? Autobús", exponen los integrantes del PP. Tras llegar a las 10:15 a Fuengirola, tienen que esperar hasta las 11:30 a que salga su autobús hacia Algeciras. La llegada a la localidad gaditana se produce casi 5 horas después de partir desde la estación Málaga María Zambrano.

El regreso se hace por carretera, usando para ello la autopista de peaje. De acuerdo con los cálculos empleados por los responsables del PP, el trayecto obliga a desembolsar 11,15 euros en peaje, a los que sumar otros 21 euros en gasolina.

La experiencia sirve a los populares para insistir en las reclamaciones de las que vienen haciendo bandera en los últimos meses, no sólo en lo relacionado con la necesidad de avanzar en el tren litoral, sino también de liberalizar el peaje de la AP-7 hasta que se desarrolle la conexión ferroviaria. En ambos casos, se trata de propuestas que han sido rechazadas desde el Gobierno central.