Roberta Cortesi, la mujer italiana de 36 años desaparecida en Málaga desde el pasado 25 de noviembre, ha sido localizada con vida y se ha puesto en contacto con su familia. Así lo han confirmado fuentes policiales a EL ESPAÑOL de Málaga.

Sin embargo, pese a recibir esta buena noticia, la familia de Roberta todavía no está tranquila. Según relata su hermana Alessandra a EL ESPAÑOL de Málaga, el consulado italiano se puso en contacto con ellos para cederles dos números de teléfono a través de los cuales podrían contactar con la desaparecida después de localizarla con vida.

Aunque respondió hace unas horas alegando que el motivo de su silencio es que "había perdido el móvil y que ya les llamaría", nadie ha vuelto a descolgar el teléfono, algo que no terminan de entender y que les da "miedo".

Así, prosigue Alessandra, la familia notó que la voz de Cortesi no sonaba natural, sino que parecía estar "obligada". El grupo de Homicidios de la Policía Nacional, que lleva el caso, ha confirmado que se encuentra bien, pero la sensación de la familia es que ocurre lo contrario. De igual forma, piden a las autoridades españolas más información, pues aseguran que "nadie nos ha dicho ni algo tan importante como dónde la han encontrado".

Aunque su alerta por desaparición ha aparecido en algunos medios españoles, esta no ha trascendido tanto como en Italia, donde ha causado mucha expectación después de que su familia y el abogado de esta, Luca Gambirasio, intervinieran en diferentes periódicos, poniendo el foco sobre un hombre con el que Roberta tenía una relación, temiéndose "lo peor". Fue entonces cuando el grupo de Homicidios de la Policía Nacional abrió una investigación en relación con el caso.

Este periódico ha podido hablar con fuentes de la Unidad de Homicidios y de la UFAM de la Policía Nacional de Málaga. Estos confirman haber estado con Roberta Cortesi, quien, según relatan, "solo quiere tranquilidad". Así, detallan que ha sido ella la que se ha dirigido a dependencias policiales para dejar claro que se encuentra bien. Su desaparición ha sido voluntaria.

La bergamasca lleva dos años viviendo en Andalucía, donde trabajaba hasta antes de su desaparición como camarera en El Tintero, según cuenta la familia, pero su sueño siempre ha sido dedicarse al mundo del turismo, pues domina el español y el inglés, además del italiano. Es licenciada en Literatura.