Arenas es una localidad de la Axarquía malagueña de apenas 1.249 habitantes. El pueblo está rodeado por el conocido como Río Seco, un afluente de unos 13 kilómetros, de poco caudal y recorrido sinuoso, donde crecen adelfas y zarzas. Allí, sus calles estrechas y sus casas de fechadas de cal y geranios colgados en los balcones todavía insuflan esa paz que solo se respira en los pueblos.

El panorama es igual sino más tranquilo a poco más de tres kilómetros, donde carriles casi sin asfaltar llevan a grupúsculos de chalés con tejados anaranjados, muchos de ellos colgados en plataformas como Booking o Airbnb. De hecho, según la Junta de Andalucía, en este municipio hay registradas 28 casas rurales, seis viviendas con fines turísticos y 102 más de alojamiento rural.

De un vistazo aéreo por la zona hay una cosa que llama especialmente la atención: entre el verde de los eucaliptos se vislumbran pequeños rectángulos azules que pintan estos núcleos dispersos de la localidad. Arenas es el municipio con más piscinas por habitantes de toda la provincia: para sus poco más de 1.200 vecinos, hay hasta 470 charcas.

Según los datos del Catastro, en concreto, hay 38 piscinas por cada 100 personas censadas, una cifra que sobresale frente a las de las demás localidades malagueñas pero que está a la par de los demás municipios de la zona. La Axarquía es la comarca donde se concentran más construcciones de este tipo.

En Frigiliana y Alcaucín, con 3.282 y 2.487 habitantes respectivamente, hay 32 piscinas por cada 100; en el pequeño pueblo de Árchez, con solo 396 personas censadas, se cuentan hasta 119 piscinas y en Viñuela, el municipio más cercano al pantano que da de beber a buena parte de la provincia y que está por debajo del 9% de su capacidad, hay 2.106 habitantes y 604 charcas, 29 por cada 100.

Vista aérea de unas urbanizaciones junto al pantano de La Viñuela.

Estos municipios están a entre 10 y 30 minutos de las playas de Málaga, de hecho, ese es uno de los potenciales que se destacan en los anuncios en plataformas de alquiler vacacional. A la misma distancia del litoral malagueño están otras localidades como Coín, Ojén, Istán, Casares o Gaucín, con 11, 12, 13, 7 o 14 piscinas por cada 100 habitantes, prácticamente la mitad.

Ni siquiera otras localidades más al interior, a mayor distancia de las playas malagueñas, alcanzan esa proporción. Por ejemplo, en Antequera, hay apenas cuatro piscinas por cada 100 habitantes; y en Ronda, cinco. En ese rango se mueven también otros lugares del litoral sumamente turísticos como Torremolinos (2), Rincón de la Victoria (4), Manilva (5) o Estepona (6).

Los municipios donde menos piscinas en proporción con su población hay son Alameda, Almargen, Cuevas del Becerro, Pujerra y la propia capital, donde apenas hay una charca por cada 100 habitantes, además de Alfarnate, donde las cinco que hay para sus 1.039 ni siquiera alcanzan esa proporción.

El hecho de que sea en La Axarquía donde más piscinas se concentran de toda la provincia es ciertamente paradigmático. Esta zona es la que con más intensidad está sufriendo los estragos de la sequía por su proximidad al mayor embalse de la provincia y el que da de beber a esta comarca y a otros muchos municipios malagueños.

La Viñuela lleva arrastrando desde hace varios años un déficit hídrico que hace pocas semanas lo llevó a los niveles más bajos de su historia, con menos del 9% de su capacidad.

De hecho, fueron sus localidades las primeras que aplicaron medidas restrictivas a su población hace ya unas semanas. Comenzaron precisamente limitando el llenado de piscinas privadas y, en algunas, han llegado a cortes de suministro durante toda la noche.

Esta situación ha provocado en las últimas semanas que la demanda de cubas de agua se multiplique en estas zonas. se multiplique en estas zonas Así lo constataba Javier Arrán, responsable de Aquatrans2000, que en declaraciones a EFE aseguraba que “es normal que rellenemos piscinas en verano, pero no a este nivel, nunca nos hemos encontrado con esta situación". Esta compañía malagueña ha duplicado el número de conductores de camiones para ofrecer un servicio las 24 horas del día los siete días a la semana.

"La demanda se ha triplicado, estamos viviendo un auténtico 'boom' por el riego de jardines y el rellenado de piscinas", aseguraba también Beatriz Gutiérrez, responsable del Grupo Gutiérrez Pastor, que abastece también a los agricultores de la Axarquía para el regado de las fincas, principalmente de mango y aguacate y afectadas por las restricciones para el riego.

Aunque el número de piscinas llame especialmente la atención, hay que poner su peso en contexto. El agua que estas consumen es simbólico en comparación con el que se lleva, precisamente, la agricultura, muy relevante en la comarca axárquica por la proliferación del cultivo de productos tropicales y subtropicales con una alta demanda de riego.

Según un informe de Cesur publicado en 2021, la mitad del consumo en la provincia se lo lleva la agricultura, frente al 43% que vienen del ámbito urbano y otro 4,6% de turismo y ocio.