Si tuviéramos que describir la situación demográfica de Málaga en forma de cuplé (aprovechando que estamos en Carnaval), podríamos decir que en la provincia somos más de ir al hoyo que a la cama. O dicho de otra de manera, hay un mayor numero de defunciones que de nacimientos. Concretamente, por cada 33,4 personas que llegan al mundo en la Costa del Sol (cada día), se van 44,1; una proporción de 1-1,3.

Los últimos datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística reflejan que la serie sigue en caída libre. En este 2022 se han registrado 12.195 neonatos, lo que supone un mínimo histórico desde después de la Guerra Civil Española. 

Este fenómeno no se trata de un hecho aislado, siendo que constata la consolidación de una tendencia que parece difícil revertir. En los últimos siete años, las cifras han ido descendiendo paulatinamente, con la única excepción de 2021, en el que se apreció una ligera recuperación (12.595, frente a los 12.517 del año de la pandemia).

Sin embargo, se trató de un simple espejismo: el presente informe del INE avala el envejecimiento al que se está viendo encaminada la población. Este hecho se ve reforzado con otros ejemplos: en julio de 2022 los menores entre 0 y 14 años representaban el 14,6% de la población total en Málaga. En julio de 1972, hace medio siglo, eran el 31,2%, más del doble. 

Eso sí, cabe apuntar que el caso de la provincia no es excepcional, sino que se corresponde con la tendencia registrada a nivel nacional. De hecho, la representación gráfica de los datos más recientes muestra una simetría en las lineas.

Más muertes que nacimientos

La coyuntura demográfica, además, cuenta con otro factor: las defunciones van en aumento. Este periodo tenido en consideración (2016-2022) ha llegado a su pico máximo en el curso pasado, alcanzándose las 15.375 muertes, casi 3.000 más desde que comenzó la cuenta expuesta.

Dentro de esta variable, también encontramos un pequeño valle en el que la moda parecía revertirse: en 2019 perecieron menos personas que en 2018; sin embargo, los registros posteriores confirman que se trata de la excepción de la regla, ya que desde entonces no ha parado de subir (en este particular, el dibujo de la gráfica nacional sí dista de la representación malagueña).

Otro aspecto a señalar es que en 2022 se alcanzó la mayor cifra de muertes en los últimos 20 años, superando incluso los números de la pandemia. Independientemente de las causas, la cuestión más significativa es que la diferencia entre nacimientos y defunciones ofrece un resultado negativo.