El malagueño Ignacio Peinado, actual presidente de los promotores de la provincia de Málaga, acaba de ser elegido por "aclamación" como máximo responsable de la Federación de Promotores de Andalucía.

Así lo ha dado a conocer este lunes la patronal del sector. Peinado es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y ha estado vinculado al sector inmobiliario durante toda su trayectoria profesional. De hecho, es socio director de la promotora Urbania. 

El nuevo presidente recoge el relevo de Francisco Martínez-Cañavate, que ha estado al frente de la organización los ocho últimos años. Durante el cónclave en el que se ha realizado la votación, los asistentes han valorado el trabajo del presidente saliente, así como su esfuerzo por modernizar la federación "en unos momentos complicadísimos". 

"Martinez-Cañavate ha demostrado una gran capacidad de generar confianza en los poderes públicos, logrando convertir a Fadeco-Promotores en un interlocutor indispensable en la negociación de cualquier aspecto que afecte a la promoción inmobiliaria en nuestra comunidad autónoma", ha destacado Peinado.

Al acto de despedida de Martínez-Cañavate y toma de posesión de Peinado han asistido empresarios provenientes de todas las provincias andaluzas, así como una nutrida representación institucional. La misma ha incluido al presidente de los promotores de España, Juan Antonio Gómez Pintado, y la consejera de Fomento, Marifrán Carazo. La Consejería de Turismo ha estado representada por el viceconsejero, Víctor González, y la secretaria general de Turismo, Yolanda Aguilar.

El nuevo presidente no ha perdido la oportunidad de desgranar las líneas básicas de su programa de actuación para los próximos cuatro años, que estará muy centrado en mejorar la visibilidad e imagen pública del sector, en reforzar su compromiso con la innovación y nuevas tecnologías y en plantear soluciones solventes basadas en estudios rigurosos y en planteamientos que se estén aplicando en otros territorios dirigidos a mejorar la actividad del sector.

Entre los retos, Peinado ha hablado de la falta de suelo y de financiación a su desarrollo, la complejidad normativa y la falta de flexibilidad ante las necesidades reales de la sociedad, los "inasumibles" plazos de respuesta de la Administración o la descoordinación de entes tanto públicos como privados que intervienen en el proceso de edificación. 

Peinado ha hecho especial referencia a la necesidad de que empresas y administraciones se centren "en solventar el grave problema de acceso a la vivienda, que afecta a colectivos desfavorecidos, pero también a la mayoría de los jóvenes incluso contando con empleo estable o a muchas familias con rentas medias".