Primer ministro holandés.

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Málaga

Los narcos que quieren hacerle la guerra a los Países Bajos tuvieron presencia en la Costa del Sol

Son unas de las principales organizaciones de narcotráfico a nivel porque controlan una gran parte del tráfico de cocaína que se introduce por Róterdam y Amberes.

22 octubre, 2022 05:00

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El pasado julio ocurrió un sonado tiroteo en la discoteca Opium Marbella en el que una persona nacida en Tetuán (Marruecos) y con pasaporte neerlandés abrió fuego en la zona VIP del beach club contra un grupo de narcos irlandeses rivales. Quien disparó pertenece a alguno de los clanes que conforman la Mocro Maffia, así son conocidas los grupos criminales holandeses con raíces marroquíes.

Son unas de las principales organizaciones de narcotráfico a nivel europeo porque controlan una gran parte del tráfico de cocaína que se introduce por el puerto de Róterdam y de Amberes, a día de hoy discurre por esos dos enclaves al menos el 55% de la cocaína que ingresa en Europa.

Tantos cientos de millones de euros en las manos de estos clanes han provocado que desde 2019 la facción más importante de la Mocro Maffia quiera enfrentarse contra el nivel del más alto del Estado neerlandés tras varias detenciones de capos.

¿Se imaginan a Pedro Sánchez acudiendo en bicicleta al Congreso de los Diputados? Pues esa imagen era habitual en los Países Bajos. El primer Ministro Mark Rutte se desplazaba cada día en bicicleta y sin escolta a su lugar de trabajo en la Haya, pero eso cambió en septiembre del año pasado.

Sus fuerzas y cuerpos de seguridad detectaron a miembros de la Mocro Maffia siguiéndolo en sus trayectos rutinarios. Esa información alertó que Ridouan Taghi, el líder del principal clan de la Mocro Maffia, quería hacerle la guerra directamente al estado neerlandés. Taghi se encuentra en una prisión de máxima de seguridad en los Países Bajos desde diciembre de 2019 tras extraditado desde Dubai, pero eso no le ha impedido comunicarse con los miembros de su organización criminal.

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A pesar de estar en un régimen estricto ha podido dar órdenes a sus subordinados de muchas maneras posibles, ha sido tal el control que ha ejercido de su clan desde la cárcel que el propio FBI alertó al gobierno neerlandés de que su principal narcotraficante tenía a varios guardias de la cárcel a sueldo y se estaba comunicando con el exterior sin supervisión de ninguna autoridad. Ridouan Taghi fue hasta 2019 uno de los narcos más buscados del mundo, y por ende esta información le interesaba a Estados Unidos.

La mocro maffia

Taghi y su organización ha tenido una fuerte presencia en Málaga y de la que se informó aquí. El enfrentamiento en la Costa del Sol entre la organización de Taghi y otras de Utrecht y Ámsterdam desde 2018 ha provocado que un fiscal neerlandés esté destinado permanentemente en España para ejercer de enlace entre sus autoridades y las españolas.

En la provincia de Málaga estos clanes han cometido atentados con bomba, secuestros, tráfico de cocaína a gran escala pero en su país de origen están intentando convertirse en una Mafia como tal. Cuando se habla de Mafia, hay que mirar siempre a Italia no solo porque la llevan sufriendo más tiempo si no porque su legislación es la que mejor adaptada está para combatir a todo tipo de grupo criminal. Ser un mafioso en Italia está penado de forma diferente que a la de pertenecer a cualquier otra organización criminal.

El Art 416 bis del código penal italiano define la pertenencia a una asociación mafiosa del siguiente modo: "La asociación es del tipo mafioso cuando quienes la integran hacen uso de la fuerza de intimidación del vínculo asociativo, y de la condición de sometimiento y de silencio que deriva de cometer delito".

[Los tentáculos de la Mocro Maffia holandesa en la Costa del Sol: 'El Carnicero', la última víctima]

Si se realiza un símil con la legislación italiana, el clan de Ridouan Taghi sería un claro caso de organización mafiosa por la principal razón de que lleva intimidando a autoridades holandesas desde 2019.

El último objetivo ha sido el de la Princesa Amalia que es la heredera del trono de los Países Bajos. En septiembre publicó el prestigioso The Telegraaf que la Princesa era el objetivo de la Mocro Maffia tras filtrarse unas conversaciones intervenidas a narcotraficantes donde se dialogaba sobre la posibilidad de secuestrarla o asesinarla.

Tanto los servicios de inteligencia como policiales se han tomado estas amenazas como un peligro latente, y la Princesa Amalia tiene restringidas las salidas de su vivienda. Ella comenzó el mes pasado su primer curso en la universidad de Ámsterdam, y pretendía vivir en un piso compartido con sus compañeras como cualquier otra estudiante. Pero esa opción ha sido modificada por las circunstancias, y actualmente vive fuera de Ámsterdam a lo que solo acude para asistir a clase.

Emulando a la Cosa Nostra

Ridoaun Taghi quiere emular a Salvatore Totò Riina, el sanguinario capo de Cosa Nostra que realizó una guerra total contra el estado italiano en el inicio de la década de los 90. El Tribunal donde se juzga en estos meses a Taghi ha necesitado que militares holandeses formen parte del perímetro de seguridad porque los servicios de información temen una fuga del narcotraficante en cualquier momento.

Taghi plantea una venganza contra los Países Bajos, y ya ha mostrado de lo que es capaz tras ser sospechoso de ordenar el asesinato a tiros del abogado penalista Derk Wiersum en septiembre de 2019.

Un policía y un militar holandés en las afueras del Tribunal donde se juzga a la organización de Ridouan Taghi.

Un policía y un militar holandés en las afueras del Tribunal donde se juzga a la organización de Ridouan Taghi.

Wiersum se encargaba de la defensa del testigo protegido en el que sustenta una parte importante de las pruebas contra Ridoaun Taghi y su organización por varios asesinatos: el llamado Caso Marengo. Tras ese crimen el sistema judicial holandés reaccionó asignando escoltas a las partes involucradas en este caso, por ello varios magistrados y abogados que trabajan en el procedimiento viven con protección porque se teme por sus vidas.

El siguiente paso de intimidación y de violencia, esta vez hacia la libertad de prensa, ocurrió en julio de 2021 con el asesinato en Ámsterdam del periodista de investigación Peter R de Vries. De Vries asesoraba al mismo testigo protegido que el abogado asesinado en 2019, y para la justicia holandesa Ridouan Taghi es el principal sospechoso de ordenar este asesinato a unos sicarios que ya están detenidos. El propio De Vries sabía que era un objetivo de Taghi y al paso de una información que él mismo filtró, el propio narcotraficante emitió una nota de prensa en 2019 en la que indicaba que ni mucho menos quería asesinarle.

En los próximos años sabremos si es cierto. El siguiente paso de Taghi fue el de enviar a miembros de su organización a realizarle seguimientos al Primer Ministro Mark Rutte. Esa orden se sospecha que Ridouan Taghi pudo enviarla tras comunicarse con el exterior a través de las visitas que estaba recibiendo en la prisión de máxima seguridad, y que desde septiembre tiene prohibidas debido a la información publicada por The Telegraaf.

La guerra contra el Estado

Los reyes Guillermo y Máxima de Holanda realizaron la semana pasada unas declaraciones que revelaban un gran problema para su país “No sale prácticamente de casa” decían sobre su hija Amalia, de 18 años, y futura heredera al trono. Todo ello porque vive ya 24 horas escoltada porque la Mocro Maffia planea secuestrarla o asesinarla.

Es como si alguna organización criminal plantease tal cosa con la infanta Leonor, algo impensable por ahora en España. En Bélgica el mes pasado ocurrió un hecho igual de grave que los anteriormente relatados, un comando formado por 4 narcotraficantes de la Haya (Países Bajos) recibió órdenes de secuestrar al Ministro Justicia Vincent Van Quickenborne. Los servicios de seguridad belgas descubrieron un coche estacionado frente a la casa del Ministro en Kortrijk (Bélgica).

Desactivación de un explosivo en Ámsterdam.

Desactivación de un explosivo en Ámsterdam.

Ese vehículo contenía un AK-4, bidones de gasolina y otras armas, y ahora se está investigando quien dirigió esta operación. Un clan de la Mocro Maffia es el principal sospechoso de esta acción porque el puerto de Amberes es clave para todos estos clanes, y Quickenborne tomó la iniciativa de luchar con todos los instrumentos del Estado belga contra el crimen organizado.

Quickenborne pasó una semana sin agenda pública y en un lugar secreto por su propia seguridad. En la primera entrevista que concedió advirtió que ya se debía hablar abiertamente de narcoterrorismo porque la intención de estos traficantes es la de influir en la política interna de los estados. Todo sucede en el centro de Europa, y los responsables son grupos criminales con mucha presencia en nuestro país.

Episodios en España

El crimen organizado se ha cuidado mucho de atacar directamente al Estado en España por las graves consecuencias que puede tener para su negocio, pero hay veces que suceden hechos que deben alertar tanto a las autoridades como a la población civil del peligro que puede suponer que una organización criminal.

En los Países Bajos y en Bélgica lo están sufriendo tanto por los ataques con explosivos que son semanales en varias ciudades importantes de los dos países como por las amenazas directas al Gobierno y la Corona. En España ocurrió a principios de septiembre un hecho muy preocupante, le incendiaron el coche a una trabajadora social del centro penitenciario de Botafuegos de Algeciras y a su marido.

La funcionaria trabaja en el equipo técnico que decide los permisos penitenciarios, y el director de la prisión Francisco Márquez Salaverri lo dejó claro en una concentración en apoyo a los trabajadores de esa cárcel «Yo no me voy a arrodillar ante estos mierdas». Visiblemente preocupado contaba ante los medios allí reunidos que en febrero vivieron un episodio similar porque le quemaron el coche a un funcionario del mismo equipo técnico que la trabajadora social.

En Italia una intimidación como esta se trataría como un ataque mafioso, porque precisamente a quien se dirige el director de la prisión es a los capos del narcotráfico que permanecen en Botafuegos. Instaba también a sus trabajadores a tomar medidas de autoprotección, como por ejemplo a observar por los espejos retrovisores de sus vehículos si los siguen al salir del trabajo.

Estos hechos son una línea roja que el crimen organizado ha querido traspasar, todo porque algún clan del narcotráfico del Campo de Gibraltar entiende que puede conseguir beneficios penitenciarios amedrentando a unos trabajadores que no tienen porqué sufrir esto. El Gobierno y el Estado en España deben erradicar cualquier mínima intención de ocasionar hechos similares, solo hay que mirar a países que hasta hace unos años era impensable que ocurriese lo que le sucede ahora.