Imagen de archivo de una médico e investigadora en un laboratorio de Alemania.

Imagen de archivo de una médico e investigadora en un laboratorio de Alemania. Bernd Wüstneck Europa Press / dpa-Zentralbild

Sociedad

Maite Bernal (49), madrileña, sobre su vida en Alemania tras mudarse con sus 3 hijos: "Aquí estoy ganando 6.000€ al mes"

Ella se marchó por una oferta laboral que le hicieron a su marido y descubrió un país que podía usar de hucha para cuando decida regresar a España.

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Las claves

Maite Bernal, médica madrileña, se mudó a Alemania con su familia, donde ahora gana 6.000€ al mes, el doble que en España.

La homologación del título de medicina en Alemania fue un proceso complicado, pero le permitió acceder a mejores oportunidades laborales.

En Alemania, Maite trabaja en medicina laboral, un sector muy demandado y mejor remunerado que en España.

Aunque disfruta de una mejor calidad de vida y salario, Maite destaca que en Alemania los médicos pagan más impuestos y deben afrontar otros retos profesionales.

Dejar nuestra casa es un paso que todos damos alguna vez en la vida. Una decisión difícil que siempre cuesta mucho tomar porque aparece el famoso coste de oportunidad, es decir, aquello a lo que renunciamos por elegir el camino diferente. Esto es lo que le sucede a muchas personas que viven en Madrid y que sienten muy dentro la capital.

No es fácil dejar una ciudad que se lleva tan dentro, pero que a veces te fuerza y te obliga a decir adiós por su ritmo asfixiante. La vida en Madrid es cada vez más cara. Y es que en estos momentos es casi imposible tan siquiera buscar una vivienda que no se lleve más de la mitad de nuestro sueldo.

A veces, incluso no hace falta tener una mala situación en España para tomar la decisión de romper con todo para marcharse al extranjero en busca de una vida mejor. Ese es el dilema al que se enfrentan personas con mucha preparación académica, pero que después no encuentran el trabajo o el salario que merecen. Es así como después se produce la gran fuga de talento que sufre España.

Un caso como tantos otros es el de Maite Bernal, una médico de nuestro país que siempre soñó con vivir en Alemania. Sin embargo, lo que seguramente no imaginaba es que terminaría dando este paso porque el sistema de España no está a la altura de profesionales de su talla, a los cuales no sabe valorar.

Por ello, tal y como cuenta a La Vanguardia, un buen día decidió marcharse al estado germano en el que ahora gana el doble de dinero y en el que vive feliz con su marido y sus tres hijos y donde ha encontrado el hábitat soñado para que su familia crezca, sobre todo en cuanto a calidad de vida. Un paso que reconoce que no fue fácil y que le sigue costando un caro peaje que aún sigue pagando.

Cambia Madrid por Múnich

Maite Bernal cumple su sueño en Alemania. Desde muy pequeña se enamoró del país y tomó la firme decisión de vivir allí en un futuro. Una promesa que ahora disfruta, pero que a la vez retrata el grave problema que atraviesa España, incapaz de retener a su mano de obra cualificada.

Con solo 13 años empezó a aprender alemán por pura afición sin ser consciente de que iba a ser una decisión que cambiaría su vida. Ya convertida en sanitaria, encontró sin quererlo la oportunidad que le abría de par en par las puertas a esa soñada vida germana.

Una oferta de trabajo a su marido le permitió marcharse a Alemania junto a sus tres hijos. Así fue como cambió Madrid por Múnich y dio paso a una nueva vida, la cual empezó con dificultades. Hacer la homologación de su título de medicina no fue una tarea fácil. Sin embargo, mereció la pena, ya que ahora gana el doble desempeñando su función de médico laboral.

"Cuando mi marido se fue a Alemania, empecé a buscar trabajo. Contacté con varias personas y aunque me resultó sencillo, me engañaron. La persona que se suponía que me tenía que encontrar el trabajo me dijo que tenía tres entrevistas y al final no fue así. Además, se suponía que tenía que trabajar en Múnich y alrededores y al final tuve que ir a trabajar a más de 180 kilómetros de casa".

Unos inicios que no fueron fáciles para ella, ni tampoco para sus hijos, quienes más tardaron en adaptarse. Sin embargo, en Alemania pudo encontrar un nuevo camino laboral que le llenaba más y es que el germano es un sistema diferente, mucho más fácil y accesible.

"Aquí, no hace falta hacer un MIR ni un examen. Hay ofertas de trabajo: envías tu currículum, haces la entrevista y, si encajas, empiezas a trabajar". Por ello, aprovechó y cambió sus funciones. Pasó de tratar accidentes laborales -ella trabajaba en una mutua de la Seguridad Social-, a dedicarse a la prevención.

Y poco a poco se fue habituando a la idiosincrasia de los alemanes, de los cuales asegura que hay muchos mitos. "Se intenta trabajar lo menos posible. A la hora de salir, se les cae el boli y se van. Los horarios de las oficinas de atención al público, como el banco o el ayuntamiento, son solo un rato determinado, no es una atención de 8 a 15, como en España".

Además, ella tuvo la suerte de caer en un sector que tiene una gran demanda: "La medicina del trabajo, igual que en España, es una especialidad muy demandada y somos muy pocos". Por ello, los salarios que perciben son realmente altos, nada comparado con lo que pasa aquí. "En mi caso, podemos decir que la diferencia es notable. La medicina del trabajo en empresas se cobra más que en lo público. En España, por mi trabajo puedes cobrar 3.000 euros, mientras que aquí sobre los 6.000 euros".

Sin embargo, confiesa que no todo es color de rosas: "En España, un médico de familia es un empleado público y en Alemania es un autónomo con su consulta y tiene que pagarlo todo. Y lo que le quede a final de mes, es su sueldo". Y como no, reconoce que también tiene que pagar muchos más impuestos. "Siempre digo que si quieres mi sueldo, tienes que estar dispuesto a pagar mis impuestos".